Ante un twitter del expresidente Álvaro Uribe que califica las investigaciones del académico e historiador Mauricio Archila Neira como calumniosas y apologistas del terrorismo, la Asociación Colombiana de Historiadores suscribió un comunicado público, en solidaridad con el investigador. El comunicado dice que las apreciaciones del expresidente Uribe son “el resultado de un profundo desconocimiento de las investigaciones sociales realizadas por el historiador Archila o demuestran el desprecio del Senador Uribe por el pensamiento científico de carácter histórico que pone en entredicho unas verdades que desconocen la pluralidad de las ideas y la diversidad de los actores sociales”.

El comunicado en mención señala: “El Senador Uribe, además de desconocer las investigaciones adelantadas por el profesor Archila, repudia, los aportes y esfuerzos que la comunidad académica hace a diario con sus investigaciones, dirigidos a la construcción de un país pluralista e incluyente. Con su desprecio por la investigación social y la academia, comprometida con las problemáticas del país, el Senador Uribe desestima todo el empeño hecho desde el sistema educativo colombiano por contribuir a resolver las diferencias sociales mediante la palabra razonada y los argumentos respetuosos de la diferencia. En este sentido, vale la pena reflexionar sobre si el rol político asumido por líderes caracterizados por una actitud incendiaria, dogmática e intolerante, deben marcar la agenda de las sociedades que sueñan con un mundo diferente y justo. Una estrategia política que el expresidente Uribe infortunadamente ha sabido utilizar de manera sistemática y con la cual, al parecer, se identifica un sector de la sociedad que no ha logrado pasar la página o que sencillamente se siente cómoda en este escenario de confrontación y negación del otro. Por otro lado, llama la atención como unas breves palabras, publicadas por twitter, pueden afectar irresponsablemente los principios y la vida de una persona dedicada rigurosamente a estudiar la sociedad colombiana desde una perspectiva histórica, y descalificar en dos líneas la carrera de toda una vida profesional, siempre con el ánimo de hacer una historia incluyente y respetuosa de la diferencia. Unas afirmaciones tal vez derivadas de una lectura inmediatista frente a la posibilidad que existía de que nuestro profesor Archila fuera nombrado como miembro de la Comisión de la Verdad. Una nominación que contó con el apoyo de la Asociación Colombiana de Historiadores y que fue respaldada por un gran número de organizaciones sociales. Quedamos a la espera de que el Senador Uribe rectifique sus apresuradas y tendenciosas palabras sin necesidad de acción jurídica alguna, ya que estas ofensas ponen en cuestión el buen nombre del profesor Archila, y esperamos que no, su seguridad personal, como ha sucedido en experiencias de este tipo. Finalmente la Asociación Colombiana De Historiadores ve con preocupación estas expresiones de entronización en Colombia de agentes del discurso del odio o “hate speech” contra personas y colectivos como en el caso del CINEP. Expresamos el más sincero apoyo y solidaridad al profesor Mauricio, quien es uno de los miembros más destacados y queridos de la Asociación Colombiana de Historiadores, por quien debemos nuestro respeto y gratitud, dado que sus esfuerzos intelectuales y su compromiso con el pensamiento crítico han contribuido significativamente al desarrollo del campo de los estudios sociales en Colombia”.