Decenas de habitantes de la calle en Armenia temen morir de hambre, antes que de coronavirus. El Toque de Queda los dejó sin posibilidades de recibir las ayudas de personas bondadosas que les ofrecían a diario para poder comer. Además, están siendo reubicados a un solo sitio y tienen temores por no encontrar un lugar donde el frío y la lluvia no los enfermen.

EL QUINDIANO estuvo en el sitio donde están, en la calle 26 entre carreras 18 y 19, debajo de los llamados Puentes de la 26. Aquí hay hombres, mujeres, adultos mayores, jóvenes, personas en condición de discapacidad, travestis y hasta una mujer en embarazo. Lo que los acecha es el hambre.

Cuando llegamos se acercaron unos pocos, luego fueron diez, pero rápidamente creció el número de personas que se vinieron al lado del vehículo de EL QUINDIANO, todos pidiendo comida. Al comienzo nos intimidaron, nos hicieron dar susto, pero cuando transcurrió la conversación, comprendimos que lo que desean es que les presten atención y, sobre todo, les ofrezcan alimentos y otras ayudas.

Esto fue lo que encontramos y las manifestaciones de estas personas en condición de calle, en esta segunda noche de Toque de Queda.
Seguimos nuestro recorrido y nos encontramos con una noticia en las redes sociales, sobre el saqueo de un almacén de muebles en la calle 21 con carreras 19 y 20. Llegamos al lugar, conversamos con las personas que estaban allí. No hubo ningún saqueo, lo confirmó un obrero que trabaja al interior de esta empresa de muebles, Promadeco. Lo que sucedió fue que un indigente se recostó en una pared de tablas y estas se cayeron, provocando un gran susto para los obreros que trabajaban adentro y para el propio habitante de calle. La Policía llegó, y se percató que no había ningún saqueo.

Conversamos con el obrero que estuvo durante todo el evento que no pasó de un susto:
Seguimos hacia el occidente, calle 21 arriba y nos encontramos con una tienda ventanilla, donde su propietario atiende a los clientes que solicitan diferentes productos, especialmente alimenticios. Allí mismo, un vigilante de la calle nos contó su experiencia.

La ciudad está sola, casi sin basuras, porque no hay quien la ensucie. Algunos escobitas de EPA barren las pocas inmundicias, muchos motociclistas domicilios recorren las calles y, con agrado, observamos una estricta vigilancia de la Policía, patrullas en motos y en carros, que recorren la ciudad, en esta segunda noche de Toque de Queda.