Por Luis Eduardo Celis

Con un conflicto armado no resuelto, del que participa el ELN desde hace 56 años, cada semana se habla, se menciona, se discute en algún escenario político sobre el devenir de esta situación, lo que evidencia que es un tema no resuelto, y que todo indica que su solución no está a la vuelta de la esquina, que hay tarea, que hay que seguir analizando las dificultades y tener una estrategia para resolverlo, la cual no tenemos, no hay estrategia y mucho menos una comprensión compartida de donde están las dificultades a superar, tanto una comprensión lo más ampliamente compartida, como una estrategia siguen siendo temas por construir.

De los hechos relevantes de las últimas semanas, que nuevamente coloca el conflicto con el ELN, es la agenda mediática, está la resolución que expidió el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que bien sabemos que es el escenario donde están los grandes poderes del mundo, allí se llamaba a un alto al fuego de las partes contendientes en los conflictos armados, ante en este llamado el ELN, le propuso al gobierno del Presidente Iván Duque pactar un cese bilateral por 90 días, en atención al llamado del Consejo de seguridad, la respuesta del Presidente Duque, fue inmediata: repitió el mantra que lo ha guiado desde la campaña, “EL ELN debe abandonar todas las acciones violentas, secuestro, reclutamiento de menores, colocación de artefactos explosivos”, con esta respuesta dio por cerrada cualquier posibilidad de avanzar, en esto cada una de las partes han sido consistentes, el gobierno exige unilateralidad y el ELN, bilateralidad y ahí estamos, un conflicto que sigue, sufren todos los días las comunidades de 140 municipios y no hay señales de que encuentren gobierno y ELN, un campo común para la distensión y volver al escenario de diálogos, negociaciones y construcción de un acuerdo negociado, ese horizonte no se ve, desafortunadamente.

Con la presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, del informe trimestral sobre la verificación que hace la Misión de la ONU en Colombia, al acuerdo firmado entre gobierno Colombiano y las FARC, hubo la oportunidad para escuchar a varios países de este importante organismo, recordándole al gobierno Colombiano y al ELN, que deben tener presente el llamado al cese al fuego, destacándose la voz del gobierno Ruso, que no solo llamó al gobierno colombiano a cumplir de manera cabal el acuerdo firmado, sino que llamó a clarificar entre Bogotá-Oslo y La Habana, el estatus del ELN en relación a su permanencia en Cuba y a cumplir el protocolo de ruptura, tema de discordia por las exigencias del gobierno al no reconocerlo y a tomar el camino de la solicitud a Cuba de extradición a Colombia de la delegación negociadora del ELN, tema al que el gobierno Cubano se ha negado y por lo cual ha recibido la hostilidad de la administración del Presidente Trump, de incluirlo en la lista de “Países que no apoyan la lucha contra el terrorismo”.

En medio de esta controversia en curso, otras voces han apoyado el llamado de la ONU, entre ellos de manera destacada la Iglesia católica en voz del Nuncio Apostólico y del Arzobispo Darío Monsalve, que han llamado a considerar el camino de un cese de las acciones armadas, llamado que sigue cayendo en el vacío de un gobierno que no tiene interés en un proceso viable, como es evidente con todos los pronunciamientos que se han mantenido en la línea: el ELN debe dar pasos unilaterales, tema ya mencionado y a lo cual el ELN responde: “tenemos interés y compromiso en un proceso bilateral donde se puede discutir y pactar sobre todo”.

Nos acercamos a la mitad del gobierno, este conflicto permanece vivo y en algunas regiones se intensifica, de manera particular en el Chocó, el Catatumbo y en el área metropolitana de Cúcuta, y por ahora no se ven cambios en la estrategia de cada uno de los contendientes.

Que el conflicto no resuelto con el ELN, sea tema de atención en el Consejo de Seguridad de la ONU, que el vaticano siga y trabaje de manera discreta en su solución, que se mantenga en la agenda mediática, son señales positivas, que creo van a ir creciendo, vamos a ver, si hay cambios positivos, que no creo que aparezcan por ahora, hay que esperar que uno de los grandes jugadores, involucrados con sus políticas de lucha contra el narcotráfico, de lucha contra el terrorismo e involucrado en hostigar a Venezuela y a Cuba, surta su debate presidencial, veremos qué pasa con la política de los Estados Unidos, luego de noviembre, allí puede haber campo para una mesa, si el gobierno del Presidente Duque se decide por cerrar su mandato con algo de distensión con el ELN, eso es posible, no hay que descartarlo, lo cual implicaría “una voltereta” que siempre es posible de dar y presentar ante la opinión pública, por ahora tenemos mucho ruido y pocas nueces, ruido que viene con sangre, desafortunadamente.

TOMADO DE REVISTA SUR

https://www.sur.org.co/con-el-eln-hay-mucho-ruido-y-pocas-nueces/