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Cultura  |  13 diciembre de 2020  |  12:23 AM |  Escrito por: Edición web

XXII. NOTAS DE LA PESTE

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TANTO ESFUERZO QUE SE ESTÁ PERDIENDO…

Por Enrique Barros Vélez

Al hacer una reflexión retrospectiva reconozco el gran esfuerzo que hemos hecho al acatar las sucesivas declaratorias de emergencia sanitaria emitidas por las autoridades para enfrentar la amenaza del coronavirus. El 12 de marzo el gobierno nacional declaró la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional hasta el 30 de mayo, “pudiendo finalizarla antes de la fecha señalada, o al desaparecer las causas que la originaron”. De no ser así, podría prorrogarla (Decreto 385 de 20202). Luego el 24 de abril ordenó que el aislamiento preventivo obligatorio debía prolongarse hasta el 11 de mayo, en el marco de la emergencia sanitaria (Decreto 593 de 2020). Después lo amplió hasta el 25 de mayo (Decreto 636 de 2020) y poco después hasta el 1 de julio (Decreto 749 de 2020). Luego amplió su vigencia hasta el 15 de julio (Decreto 878 de 2020). Posteriormente continuó hasta el 1 de agosto (Decreto 990 de 20202) y, por último, fue extendido hasta el 1 de septiembre (Decreto 1076 de 2020). Tuvimos entonces un aislamiento preventivo desde el 12 de marzo hasta el 1 de septiembre. Cinco meses y medio, tiempo en el que vivimos un enclaustramiento atenuado solo por el “pico y cédula” local (último dígito de la cédula) que solo permitía la salida de una persona por núcleo familiar para hacer compras de mercados, medicamentos y otros productos. No obstante, soportamos estos aislamientos con firmeza. La actividad física individual al aire libre fue restringida a un tiempo máximo de dos horas diarias para personas entre los 18 y 69 años de edad, en los horarios fijados por los alcaldes. Y también respetamos esa exclusión implícita para los mayores de 70 años y los menores de edad. Además nos impusieron 3 obsesivas recomendaciones: el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de elementos de protección. El lavado de manos debía hacerse con jabón, agua, alcohol glicerinado y toallas desechables, al menos cada 3 horas. El distanciamiento social debía, y debe ser, de al menos 2 metros de separación de la persona más cercana, evitando las aglomeraciones y las reuniones donde este retiro no se pueda cumplir. Como elemento de protección debíamos, y debemos, usar un tapabocas convencional y las empresas desinfectar sus instalaciones antes de iniciar labores, durante y después de terminar la jornada. Y los encargados de hacerlo deben portar careta, guantes, delantal y tapabocas. Siguiendo estas indicaciones debíamos, y debemos, lavarnos las manos con frecuencia, no saludar a la gente con besos o apretones de mano, toser cubriéndonos la boca con el codo flexionado o con un pañuelo desechable, evitar tocarnos los ojos, la nariz y la boca, buscar atención médica si tenemos síntomas de fiebre o dificultad para respirar y, para mayor seguridad, quedarnos siempre en casa. En el transporte público debíamos, y debemos, usar siempre tapabocas, conservando como mínimo un metro de distancia dentro del bus y 2 metros en filas de paraderos y terminales. Pero el comportamiento cotidiano, desequilibrado por la acechante amenaza y el debido temor, está relativizando la necesaria disciplina social preventiva. Los últimos resultados sanitarios muestran que con la libre circulación se ha producido un desaforado aumento de los contagios, que nos acerca al abismo del Covid 19. Aunque los últimos decretos presidenciales invocaban inicialmente el aislamiento preventivo “responsable”, y después el aislamiento preventivo “responsable e inteligente” esos adjetivos ya nos están quedando grandes, pues no estamos respetando los cuidados con la misma disciplina de antes. Nos lo confirman los contagios, que siguen aumentando. El 13 de octubre se registraron 362 casos nuevos y 8 personas más fallecidas. La pandemia en el Quindío ha alcanzado 6.473 contaminados, de los cuales han fallecido 157 personas. El virus se está propagando en forma directa y rápida. Por eso ahora, más que antes, debemos cuidarnos muchísimo más… Armenia, Octubre 14 de 2020.

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