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Columnistas  |  15 diciembre de 2017  |  12:00 AM |  Escrito por: Juan David Escobar Cubides

Crisis partidista

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Juan David Escobar Cubides

Los partidos políticos tradicionales- Liberal y Conservador- están devastados bajo ineptitudes exorbitantes. El trapo rojo del liberalismo, navegando en sus cenizas, dejó de ser el fervor del pueblo desde que sujetos de la estirpe de Cesar Gaviria y Ernesto Samper ocuparon la presidencia de la república. Desde dicha época, el desprestigio ha rondado la colectividad, en tanto, no se ha presentado hasta ahora un candidato idóneo que logre despedazar ese fantasma. Infortunadamente, todos los liberales son, en este momento, más de lo mismo: máximos representantes de componendas burocráticas que, sin pudor alguno, se convirtieron en viles sirvientes del Gobierno Nacional.

Provocó en el mes de noviembre, gran estupefacción, la moribunda consulta liberal en la que despilfarraron aproximadamente 40.000 mil millones de pesos, necesarios para ejecutar un sinnúmero de proyectos de inversión social. Gastarse exorbitantes recursos para obtener 690.435 votos, entre dos precandidatos, es una desfachatez absoluta. Teniendo en cuenta que Humberto De La Calle se posiciona como un candidato incinerado. Lo que se traduce en que esa ‘platica’ proveniente del exiguo presupuesto nacional, la dilapidaron sin consideración alguna. Lo despreciable de sobremanera es que con la suma de dinero que botaron en la pseudo-contienda liberal, se hubiesen podido construir 680 unidades de viviendas de interés social, financiar cuatro mega-colegios en cualquier ciudad, ejecutar la construcción de un 15% a un 20% de un hospital de tercer nivel en Colombia, y construir unos dos kilómetros de vías 4G, las cuales requerimos con urgencia para incrementar nuestro nivel de competitividad. Además, se hubiesen podido pagar unos 1.900 semestres del programa ‘Ser Pilo Paga’. Pero, les fue más ‘prioritario’ satisfacer caprichos infundados, ya que la consulta se pudo haber efectuado a través de medios mesurados.

Frente al partido conservador, encontramos grandes deficiencias, traducidas en la larga crisis prolongada por culpa del fútil ex-presidente Andrés Pastrana, un hombre que extendió en el conservatismo, su impopularidad imperante, hasta convertirlo en una corriente extinta en el panorama nacional. El desprestigio de los conservadores se presentó principalmente por la migración de sus principales líderes. Sumado a ello, el senador Uribe en su época de mandatario, asumió tras bambalinas, las banderas tradicionales de dicha colectividad, arrebatándole de esta manera, la identidad al partido. Los conservadores dejaron de ser protagonistas de la realidad política nacional para convertirse en una constelación postrada de dirigentes regionales que escasamente los conocen en sus casas. A duras penas los colombianos tienen presente la existencia de los miembros del partido conservador, dado que se trata de una agrupación intrascendente que carece de admiración.

Resulta cómico que ambas colectividades, conservatismo y liberalismo- se engañen abruptamente, bajo la concepción de que aún mantienen una ‘fuerte’ representación popular. El chiste se cuenta solo, y, es inevitable no sonrojarse por vergüenza ajena. Y es que la pérdida de protagonismo de ambas colectividades se debe a las malas administraciones de los personajes anteriormente mencionados. De la misma manera, ha surgido una situación semejante en el Partido de la U de Santos, el presidente más impopular de la historia de Colombia. En medio de la decadencia retumba su sórdida soledad institucional: su gabinete se hace ‘el de las gafas’ cuando de defenderlo se trata; lo abandonó su ministro estrella- Vargas Lleras-, y los que consideraba sus principales aliados no tienen reparo en voltearle la cara y despreciarlo. Dándole todos de su propia medicina.

Sin olvidar al Centro Democrático, una colectividad preparada, estructurada y capacitada, pero hiperbólicamente supeditada a la complacencia de su amo. No hay un solo miembro de dicha colectividad que se atreva a sentar diferencias frente a los comportamientos desproporcionados del senador Uribe, como por ejemplo, los ataques infundados a periodistas colombianos. Mientras sea así, el camino que les espera será desolador. Sin embargo, admiramos la labor incansable del senador Uribe, dejando manifiesto que diferimos con muchos de sus postulados. Las restantes colectividades: Cambio Radical, Partido Verde y el Polo Democrático padecen un problema común, y es la precariedad en la dirección y en la ejecución de sus aspiraciones. Ya vimos como Vargas Lleras manifestó no ser candidato oficial de CR, aun cuando durante 10 años se jactó de ser el máximo representante del mismo. Y como el Partido Verde y el Polo Democrático estuvieron desubicados por no lograr de manera oportuna un acuerdo con los miembros de la denominada “Coalición Colombia” (Robledo, López, Fajardo). Mucha vagabundería para designar al menos conveniente. El impoluto de Fajardo: el mismo que dejó a Antioquia en bancarrota. Es desolador observar a los precandidatos de las colectividades no destacarse por sus propuestas de desarrollo nación, sino por la emisión de ataques infundados. Algunos utilizando el discurso de la paz como factor de lucha, y otros mostrándose como abanderados de la corrupción, cuando están contaminados por la misma. Olvidando las necesidades y prioridades nacionales por manifestar monstruosas vanidades. La crisis partidista es inminente dado que los partidos actuales no son como los de antaño, pues ya no representan los intereses reales de los ciudadanos.

ADENDA: Era de esperarse que el Consejo de Estado, terminaría emitiendo algún concepto favorable para revivir la sepultura de las curules que son para las Farc, y no para las víctimas. La politización de dicha corporación es obscena. ¿Qué postulado sustenta el Consejo de Estado para interferir en la voluntad legítima del Congreso de la República? ¿Es acaso el CE un partido político al servicio del Gobierno Nacional? ¿No estará presentando, con ello, una clara extralimitación en sus funciones constitucionales?

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