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Región  |  22 abril de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

La frustrada bolera de Armenia

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En medio del rechazo generalizado de la opinión deportiva del Quindío, En Caliente conoció el esquema arquitectónico de la bolera pública municipal 'Clara Juliana Guerrero', que fue desarrollado por el gobierno departamental en enero de 2020 y que estuvo en manos del Ministerio del Deporte, pero el gobernador del Quindío y el gerente de Indeportes lo enterraron la semana pasada.

Pese a que el proyecto se encontraba en la fase III, de acuerdo con lo informado por una fuente del gobierno seccional, el mismo no avanzó en la recopilación de documentos y diseños de índole arquitectónico, estructural, hidrosanitario, geotécnico, presupuestal, especificaciones técnicas, cronogramas, licencias de construcción y ambientales; y ahora el trámite ante el ministerio se detuvo por la información del gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas.

“Les tengo una buena noticia, a través de las tecnologías también estamos gestionando unos recursos que no teníamos y la pista de bolo es muy probable que no la tengamos que hacer, que podamos apalancarnos con las que ya tenemos hecha en Comfenalco y ese recurso destinado para las pistas de bolo podamos invertirlo en otras necesidades para el departamento”, manifestó el mandatario la semana pasada tras una reunión en la que se tocó el tema regalías.

¿La buena noticia que dio el gobernador es la no construcción de la bolera municipal o las pistas como lo manifestó ligeramente?, pues en la ciudad no caló bien su anuncio y En Caliente conoció que a la fecha estaban pendientes los trámites que debía contratar y desarrollar la gobernación tras la gestión ante el Gobierno Nacional de los recursos para subcontratar la elaboración de los diseños, paso fundamental en la materialización del proyecto y, posteriormente, la obra.

Aun así, actores vitales en todo este proceso como César Victoria, presidente de la Liga de Bolo del Quindío, y Clara Juliana Guerrero, tal vez la deportista más connotada que ha tenido el departamento en toda su historia, no han sido ni consultados para conocer su opinión sobre la no construcción de la bolera ni informados oficialmente por Indeportes sobre alguna decisión. Ellos, al igual que muchos ciudadanos, se enteraron a través de los medios de comunicación.

Más grave aún si se recuerda que una de las razones que motivaron el regreso de Clara Juliana al departamento del Quindío, tras su paso por la Liga del Valle, fue el proyecto de construcción de una bolera pública para masificar el deporte y para brindar mejores condiciones a los deportistas. Y no es un dato menor decir que esa bolera llevaría su nombre.

Las razones de la gobernación

Entre los muchos peros que Jaramillo Cárdenas y el gerente de Indeportes Quindío, Fernando Paneso, le vieron a la bolera municipal, destaca el aspecto presupuestal, pero olvidaron los funcionarios que en el último comité instalado por el ministro del Deporte, Ernesto Lucena, se anunció una millonaria adición de parte del Gobierno Nacional para los juegos y a esa fecha, entre gobernación y Alcaldía de Armenia tenían destinados $38.000 millones de los $70.652 millones 001.649 pesos que cuesta la infraestructura deportiva en la ciudad.

El pasado 18 de marzo, Lucena confirmó en la capital quindiana que el compromiso presupuestal de parte del Gobierno Nacional “está firme con una suma que ascendió considerablemente en $107.000 millones de pesos más”, y agregó que desde su cartera ya trabajan en detalles logísticos y técnicos; además de la labor de inspección, vigilancia y control para contar con ligas y federaciones al día en sus aspectos administrativos.

Ante esto, extraña la decisión tomada por los gobernantes, entre ellas transferir la obligación pública a un privado como Comfenalco, que ya tiene casi listas 12 pistas, que serán de primer nivel, pero no podrán estar disponibles todo el tiempo para los más de 60 bolicheros que tiene el Quindío en la actualidad y los cientos más que llegarían al masificarse este deporte con un escenario como el planeado anteriormente. Una de las principales razones para ser sede de unas justas nacionales es la inversión en infraestructura, pues la Nación aporta el 45%. No hacer la bolera es perder casi $7.000 millones.

Y el tema de los costos genera mayores sinsabores al conocer el valor planteado en el proyecto. Según los datos iniciales de la gobernación, serían 20 pistas y un complejo por valor de $14.401 millones 600.000. Específicamente, $6.865 millones 600.000 para la construcción de la bolera y $7.536 millones para obras complementarias como graderías, baños, cafeterías, locales comerciales, salón VIP, sala de prensa, camerinos, zonas de calentamiento, salas de masajes, salas de dopaje, área médica y oficina de la liga quindiana, entre otras.

Sin embargo, los últimos datos suministrados por la gobernación hablaban de $19.000 millones para todo el proyecto, cifra muy elevada teniendo en cuenta lo informado por Jorge Tello, presidente de la Liga de Bolo del Valle, y César Victoria, presidente de la Liga de Bolo del Quindío, quienes coincidieron en que 20 pistas –con máquina incluida-, no costarían más de $4.000 millones. Es decir, con $8.100 millones se construiría la bolera más moderna de Suramérica.

Otro tema que sale a relucir para la no construcción del escenario es el presunto alto costo del mantenimiento. El diario La Crónica detalló, basado en una fuente de Indeportes Quindío, que el mantenimiento mensual costaría $50 millones. Es un cálculo que no está sustentado, pues La Liga de Bolo del Valle, administradora de la bolera de Cali, que funciona todas las tardes, gasta cerca de $15 millones en nómina y en compra de insumos. Asimismo, la Liga de Bolo del Quindío hace una proyección de $29 millones, contemplando un uso mayor, pero aquí resalta una pregunta más.

¿Si la bolera de Armenia no llega a los $30 millones en mantenimiento, no alcanzarían los 50 millones que le está pagando Indeportes Quindío a la Corporación Bolo Club por el alquiler por cuatro meses?

Sí, en el contrato de arrendamiento 001 de 2021, Indeportes Quindío destinó 50 millones de pesos por cuatro meses, 12.5 millones mensuales, para “el alquiler de las pistas de bolo, escenarios deportivos, salones sociales y/o de eventos de la Corporación Bolo Club de Armenia”, dice el contrato firmado el 18 de febrero pasado por Orfa María Ruiz Agudelo, delegada en la gerencia del instituto, y el representante del Bolo Club Gustavo Lozano González.

Tras esto y sin mencionar que el año pasado Indeportes también pagó $10 millones por un mes del alquiler al Bolo Club (contrato de arrendamiento 002-2020 del 27 de noviembre), lógico para el entrenamiento de los bolicheros quindianos, la razón de ser de este escenario, queda en el ambiente la duda del porqué al gobernador y al director de Indeportes no les interesa la bolera pública.

A esos montos, hay que sumar el dinero que percibe la Corporación Bolo Club por el pago que debe hacer cada deportista de la Liga por hora de entrenamiento: 6.000 pesos. Si se suma los 12.5 millones de pesos mensuales de alquiler de pistas a esos 6.000 pesos que paga cada bolichero de la liga al Bolo Club por cada hora de entrenamiento se podría hacer una bolsa suficiente para cubrir el sostenimiento mensual de una bolera.

De construirse, la bolera sería responsabilidad del municipio de Armenia, a través de Imdera, por lo que uno supone que la preocupación que se expresa hoy desde la Gobernación del Quindío, en lo referente al mantenimiento mensual del escenario, tiene que ver con futuros mandatarios de Armenia y no del departamento. En términos prácticos, Indeportes se vería beneficiado porque dejaría de destinar recursos para el arrendamiento de pistas de bolo para los deportistas de la liga.

Pero, según Victoria, presidente de la Liga de Bolo del Quindío, la idea es que ninguna administración pública tenga que sacar recursos para el mantenimiento de la bolera, sino que, como sucede en Cali, el escenario sea autosostenible.

“Nosotros llevamos más de ocho años, oficialmente, administrando la bolera de Cali. Claro que es difícil conseguir los recursos para sostenerla, pero eso va en la gestión que se realice. Nosotros realizamos festivales, eventos empresariales, con escuelas, con programas de adulto mayor y así logramos cubrir las necesidades del escenario, porque los insumos hay que importarlos y a una bolera no se le puede negar nada para que funcione en óptimas condiciones”, expresó Jorge Tello, presidente de la Liga de Bolo del Valle.

Dijo el gerente de Indeportes, en una entrevista dada a RCN Radio Armenia, que “la realidad de la bolera son los recursos, la situación de la pandemia es bastante compleja, hay unas prioridades que se tienen desde el Gobierno Nacional, hicimos una reunión con el Ministerio del Deporte y en la misma se discutieron aspectos de inversión con esas prioridades y de alguna manera el Gobierno Nacional propicia una articulación con los entes seccionales, pero nuestros recursos son limitados”.

Paneso explica que los recursos son limitados, pero el gobernador y sus funcionarios manifiestan que los recursos de regalías que se usarían en la bolera pasarían a otras prioridades, como la adecuación de vías terciarias y placas huellas, acciones importantes para la región, pero ¿dónde queda la inversión que se debe hacer en deporte para alejar a los jóvenes de los flagelos que los azotan? Extraña actitud en un gobernador que se destacó en el pasado por respaldar estas acciones desde su fundación Abrazar.

La gestión de los congresistas del Quindío podría ser un salvavidas para conseguir esos recursos que se necesitan para las vías terciarias del departamento y no tener que recurrir a los dineros que fueron prometidos para el deporte y el tejido social, sectores históricamente golpeados por la falta de recursos.

El gerente de Indeportes agregó que “tenemos que priorizar sobre otras inversiones, no tenemos una plena claridad en que vamos a contar con los recursos. En estos momentos la prioridad de escenarios son el complejo acuático y el coliseo multideportes” y es que acaso ¿estos escenarios no requieren fuertes inversiones y en el futuro un mantenimiento de gran calibre económico?

Aunque desde el Ministerio del Deporte no hay un pronunciamiento oficial, En Caliente logró la explicación de uno de sus funcionarios de más alto rango, quien comentó que “el tema realmente pasa por los recursos y a los tres departamentos les toca hacer sacrificios. Para el caso de Armenia lo que se revisó fue la sostenibilidad futura teniendo en cuenta que en Pereira ya se quebró la bolera pública administrada por la liga por falta de recursos de la Secretaría de Deportes”.

Sin embargo, aunque aclara que se le sugirió a la gobernación y a la alcaldía que revisaran las variables y la posibilidad de sostenibilidad futura, reveló que son el comité organizador y los entes de cada departamento los que toman la decisión final. “Ahora, si hay buen juicio en los estudios y diseños, la gobernación de forma autónoma podría elegir construir este escenario, pero el tema de sostenibilidad sí es complejo”.

Fuentes consultadas en la capital risaraldense aseguran que la bolera pública de Pereira no se acabó por cuestiones económicas, sino por problemas de orden legal y jurídico, tras disputas de los diferentes actores que participaron en su creación. Aun así, cada cuanto, se esgrime en el Quindío el argumento de la supuesta quiebra de la bolera de Pereira.

Propuestas para la sostenibilidad

El presidente de la Liga de Bolo del Quindío indicó que con la asesoría de la Edeq se ha estudiado la posibilidad de implementar una infraestructura que permita que la demanda de energía eléctrica de la bolera sea suministrada a través de paneles solares, lo que reduciría los costos en un gran porcentaje.

“Hay que resaltar que esta bolera no sería solo para el Quindío o para Colombia, esta sería una bolera para el mundo. Claro que el público de nuestro departamento se vería muy beneficiado, pero también miles de personas que llegan como turistas. ¿O es que acaso todos los que visitan los parques temáticos del Quindío viven en el Quindío? Tener una bolera le permite al departamento y a la ciudad seguir pensándose como un destino propicio para la organización de eventos, por ejemplo”, concluyó Victoria.

Las proyecciones de expertos indican que el costo de una hora en la bolera pública de Armenia sería, aproximadamente, de 6.100 pesos. Es decir que dos personas podrían divertirse una hora gastando solo 3.050 pesos, cada una.

No se puede olvidar que, además, el proyecto original (ver fotografías) cuenta con dos cafeterías y dos locales comerciales. Los dineros percibidos por el alquiler pueden alivianar los costos de mantenimiento. ¿Y si en vez de dos locales se piensa en una estructura que tenga 8 o 10 locales? Esto no solo permitiría la captación de mayores recursos, sino que dinamizaría la zona y acompañaría el ‘plan de bolos’ de otras ofertas como la gastronomía y el comercio

Publicada por EL QUINDIANO con autorización de EN CALIENTE.

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