El Mapa de la Desaparición Forzada en el Quindío elaborado por la Fundación Supervivientes Maná que opera en esta zona del país y persiste en la búsqueda de 10 personas desaparecidas cuyos familiares integran la entidad que representa Luz Elena Ocampo, muestra que de los 12 municipios del Quindío, los hechos victimizantes encontrados durante la investigación, ocurrieron en los sectores de La María en Calarcá, Barragán en Génova, barrio La Pista de Montenegro, en Pijao dos casos, uno en zona urbana y otro en la rural y en Armenia en Hacienda Palma Cera, barrios Nuevo Armenia primera etapa y Patio Bonito Bajo.

El documento contiene la cartografía correspondiente a 10 personas desaparecidas y cuyos familiares integran la Fundación Maná, entidad que representa Luz Elena Ocampo, desde agosto pasado en Armenia, quienes no paran de buscar a sus seres queridos además de insistir en el  esclarecimiento de los hechos en los que ocurrieron las desapariciones.

Para reforzar y fortalecer su labor han promovido un encuentro con organizaciones de desaparecidos en Colombia, con quienes sostendrán encuentro del 21 al 24 de mayo en Armenia, con el fin de consolidar la red de entidades dedicadas a la búsqueda de desaparecidos con la participación inicial de  ocho organizaciones de este tipo.

La investigación elaborada por la Fundación Maná fue entregada a la Comisión de la verdad, en procura de apoyo y que se conozca la realidad del Quindío, en donde se tienen evidencias de desplazamientos internos urbanos ocurridos en Armenia en dos casos, así como otros dos interdepartamentales, además de hostigamientos y amenazas en siete casos y dos desplazamientos forzados en los que Armenia fue receptor para un total de 13 hechos victimizantes en esta zona del país.

El informe revela que entre los desaparecidos en el Quindío, se encuentra un sindicalista, personas dedicadas a oficios varios, agricultores, trabajadores domésticos y estudiantes lo que equivale a que el 50% de los casos son del Quindío, tres de ellos de Armenia cuyas víctimas oscilan entre 13 y 60 años de edad, en hechos ocurridos entre 1994 y 2019.

Voceros de la Comisión de la verdad, reconocieron  el trabajo adelantado por organizaciones en esta zona del país que han resistido a la tragedia y han creado formas de visibilización del fenómeno de la desaparición forzada, al tiempo que recomendaron seguir construyendo confianza, entendiendo que la desaparición es un fenómeno psicosocial y político.

Durante el espacio abierto en la Comisión de la Verdad los participantes no se explican que en el Quindío se produzcan capturas de reconocidos actores del Clan del Golfo y no se haga una reflexión sobre las razones de su presencia en la región y los efectos de sus negocios en el territorio.

Se habló de intereses políticos que se deben identificar y sobre los cual se debe hablar, además  Oscar Fernando Martínez Herrera, coordinador territorial de la entidad indicó que en 50 de los 53 municipios del Eje Cafetero, se han identificado formas de desaparición forzada.

En la oportunidad se consideró importante crear conciencia sobre el daño que causa a la familia la desaparición de uno de sus integrantes, la fractura que genera a la sociedad un caso de este tipo y la carga que recae sobre las mujeres quienes deben soportar no solo el dolor por la pérdida de los seres queridos, sino la responsabilidad que deben asumir para continuar con sus vidas, levantar las familias y salir adelante.