Josué Carrillo

Luxemburgo, octubre de 2021

El cartonista e ilustrador italiano Marco de Angelis (nacido en Roma en 1955) publicó un cartón sin título, cuyo motivo central es una manzana. En él aparece un mesero parado con una bandeja en la mano, dispuesto a servir dicha manzana a un grupo de invitados, sentados en torno a una mesa dispuesta para la cena. Lo simpático del cartón es que a todos los personajes los une una manzana, todos tienen en su historia una relación con ella.

Los invitados que hay en el cartón, vistos desde la parte superior y recorridos en el sentido de las manecillas del reloj, son: Guillermo Tell; la serpiente del paraíso, Adán, Eva; sir Isaac Newton; Blancanieves; Alan Turing; la reina malvada transformada en bruja, uno de los personajes centrales del cuento de Blancanieves; Tetis, Peleo, y el hijo de Guillermo Tell. Aunque la asociación de varios de los personajes con la manzana es bastante conocida, en otros no lo es tanto; por esa razón, en los siguientes párrafos se hace una mención breve de ella.

Guillermo Tell. Es un héroe mítico de la independencia suiza (siglo XIV), originario de Altdorf, capital del cantón de Uri, Suiza. Según la leyenda, él era un ballestero, famoso por su puntería, que desafió la autoridad del gobernador Gessler al negarse a saludar a su sombrero, expuesto bajo un tilo en Altdorf. Por esta razón fue condenado a la pena de tener que atravesar con una flecha de ballesta una manzana puesta sobre la cabeza de su propio hijo. Guillermo Tell superó con éxito la prueba; sin embargo, el gobernador lo encarceló, pero Tell se escapó y se vengó de él al darle muerte. Esta es una leyenda que reúne elementos de otras historias y debe entenderse a luz de la lucha de los cantones suizos contra el Imperio de los Habsburgo, que terminó con la victoria de los suizos y la independencia del país.

La serpiente del paraíso, Adán y Eva. Dice el Génesis que Dios creó a Adán y Eva y los instaló en el jardín del edén; allí les mostró y puso a su disposición todas las maravillas que había creado para ellos; sin embargo, les advirtió que podían hacer y deshacer, pero que no podían tocar, ni probar y, mucho menos, comer frutos del árbol del bien y del mal. Las habladurías le pusieron nombre al fruto y dijeron que se trataba de una manzana. En esas apareció la serpiente, que es la que aparece en el cartón como invitada a la cena. El resto es historia bien conocida.

Sir Isaac Newton. Cuenta la leyenda, pues no es un hecho comprobado, que Newton, uno de los cerebros más portentosos de la humanidad, estaba sentado en una banca de un prado, cuando vio caer de un árbol una manzana; esta observación lo llevó a preguntarse por qué razón los objetos caían a la tierra. Verídica o no, la leyenda le dio la tarjeta de invitación a la cena creada por el dibujante Mario de Angelis.

Blancanieves y la reina malvada. Este cuento, muy divulgado por la película de Walt Disney, hace parte de la antología de cuentos y leyendas del folclore germánico hecha por los hermanos Wilhelm y Jakob Grimm. Cuenta la leyenda que una linda princesa, huérfana desde su nacimiento, creció bajo la tutela de su madrasta, una reina vanidosa, envidiosa y hechicera, que poseía un espejo encantado. La reina solía preguntarle al espejo que quién era la mujer más hermosa de su reino y el espejo siempre le contestaba que era ella la mujer más hermosa de todos los reinos. Un día las cosas cambiaron, porque el espejo le respondió a su pregunta de rutina que Blancanieves era la mujer más hermosa del reino y de todos los demás. Pues hasta ese día duró la paz en el castillo, porque la reina tan envidiosa como malvada, resolvió mandar a matar a Blancanieves y le ordenó a un cazador que desapareciera a la princesa. El cazador compasivo no fue capaz de cumplir esa orden e internó a Blancanieves en lo profundo del bosque y volvió al castillo con el corazón de un ciervo, como prueba de que había cumplido la orden de la reina.

Poco después volvió la reina con su cantinela ante el espejo y, contrario a lo que esperaba oír, se llevó la gran sorpresa de saber que Blancanieves aún vivía y que seguía siendo la más hermosa. Después de dos intentos fallidos, la reina mala decide preparar una manzana envenenada, se disfraza, más de bruja que de anciana vendedora, y va hasta la propia casita donde vivía Blancanieves. Después de mucha brega logra que Blancanieves le crea la carreta y se la come. Para no alargar el cuento aquí, se recomienda ver la película o leer el libro. Se destaca si la relación de estas dos damas con la manzana y su presencia en la cena ideada por M. de Angelis.

Alan Mathison Turing. Menos conocida resulta la relación de este matemático, lógico, informático teórico, criptógrafo, filósofo, biólogo teórico inglés con su invitación a la cena. Este genio es considerado uno de los pioneros de la ciencia de la computación y fundador de la informática moderna; después de haberle servido a su país en la Segunda Guerra Mundial, al descifrar códigos secretos nazis, cayó en desgracia por su homosexualidad y en 1952 fue llevado a juicio, como le sucedió a Oscar Wilde más de cincuenta años antes. Al ser condenado se le dio la opción de ir a prisión o de ser castrado mediante procesos químicos: él optó por la castración química. Dos años después del juicio, Alan Turing murió por envenenamiento con cianuro, aparentemente tras morder una manzana envenenada, que no alcanzó a ingerir del todo. Se dice que el símbolo de la marca Apple es un homenaje al precursor de la informática, pero esto no es más que una aseveración sin mayores fundamentos, pues no se tiene pruebas fehacientes de ella.

Pasado más de medio siglo, el primer ministro del Reino Unido, presionado por la movilización publica en pro de la reivindicación de Alan Turing, ofreció disculpas en nombre de su gobierno por el trato que se le dio a este al final de su vida. Después el ministro David Cameron le denegó el indulto post mortem, aduciendo que la homosexualidad era en ese entonces un delito. Apenas en diciembre de 2013 recibió el indulto total por parte de la reina Isabel II.  

Tetis y Peleo. Esta pareja de la mitología griega merece un puesto de honor entre los invitados a la cena creada por De Angelis, por la alta alcurnia de los personajes que asistieron a su boda. Entre los invitados al casamiento estaban Afrodita, la diosa del amor y la belleza; Atenea, diosa de la sabiduría y la acción, y Hera, esposa de Zeus, el padre de los dioses y los hombres, gobernante de los dioses del Olimpo. Los comprometidos, por olvido o por curarse en salud, no invitaron a Eris, diosa de la discordia, y esta al verse ninguneada tomó una manzana dorada con la inscripción, “para la más bella”, y la arrojó entre las tres diosas mencionadas, quienes disputaron entre sí la manzana y el honor que ella significaba. Zeus hizo lo que no saben hacer los políticos colombianos: se declaró impedido para dirimir esa querella, pues Hera era su esposa y Atenea era su hija; entonces, nombró juez a París, quien le concedió esa “manzana de la discordia” a Afrodita; raptó luego a Helena, provocando así la Guerra de Troya.

El hijo de Guillermo Tell. Este personaje se ganó el puesto en la cena de De Angelis, por haber tenido que poner su cabeza para sostener la manzana que debía ser atravesada por una flecha disparada por su padre. Por fortuna, el padre no erró el tiro y dejó a su hijo para que contara el cuento.