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Cultura  |  06 enero de 2023  |  11:33 AM |  Escrito por: Administrador web

Osvaldo, Emilio Y Oscar Nicolás Fresedo

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Ayer y hoy al compás del Tango

Por Darío Tobón Montoya

Al despuntar la segunda década del siglo XX, había 4 fulgurantes estrellas del tango: Vicente Greco, Roberto Firpo, Francisco Canaro y Osvaldo Fresedo. Cada uno de ellos con sobresalientes aportes para el nuevo aire musical que se abría paso.

Vicente Greco. En 1911 crea un cuarteto, continuidad del terceto de unos años antes. Estaba integrado por bandoneón, violín, guitarra y flauta.  Con él realiza grabaciones en la Casa Tagini (ver crónica). Y la llama “Orquesta Típica Porteña”, simiente de las famosas orquestas típicas de los años 40 que fueron el conjunto musical más reconocido que ha tenido el tango.

Roberto Firpo. En 1912 inicia la conducción de la orquesta del famosísimo cabaret El Armenonville. Como gran pianista que era, le asigna al piano el papel conductor, que con breves interrupciones ha mantenido hasta los tiempos actuales.

Francisco Canaro. El gran vislumbrador del tango como fuente de productividad económica, organizó en 1914 los Bailes de Internado. A él le deben todos los tanguistas tradicionalistas la creación y sostenimiento de la línea ultraconservadora, poco innovadora, que mantuvo a lo largo de toda su vida el tango que él creó. Introduce el contrabajo a la orquesta típica para que lo tocara su primer instrumentista Leopoldo Thompson.

OSVALDO FRESEDO

Del cielo cae la más luminosa estrella que es la que hoy nos ocupa: la de Osvaldo Fresedo. Existen en el tango personajes llamados “pibes” en razón de su inicio temprano en esa música. El primero de ellos es El pibe Ernesto (Ernesto Ponzio), el primer violinista del tango, autor de Don Juan, el tercer tango que hubo, escrito en 1898. El segundo es El pibe de Wilde correspondiente a Carlos Marcucci, inmenso bandoneonista, referente al barrio donde nació. El tercero es El pibe del Abasto, Carlos Gardel, por estar su vivienda cercana a ese mercado. El nombre de El pibe de Flores corresponde al bandoneonista Pedro Maffia. Se ha llamado a Osvaldo Pugliese El pibe de Villa Crespo, barrio donde nació. El último de los pibes es El pibe de la Paternal correspondiente a Osvaldo Fresedo, usado por ser el barrio donde vivió su niñez. 

    El pibe de la Paternal

Osvaldo Fresedo nace en el centro de Buenos Aires, de familia acomodada. Pero su padre decide trasladarse al barrio de La Paternal, un asentamiento periférico y pobre, lindando con el campo. Precisamente en un solar vecino, el niño Osvaldo pintó una vaca con cal, produciéndole a su padre la natural contrariedad. Pero la mayor, la tuvo al saber que su hijo no recibía las clases de comercio en las que lo había matriculado, por dedicarse a tocar un elemental bandoneón. Por ello salió de su casa. Pero al ser nuevamente acogido, lo recibieron con un bandoneón Doble AA, el mejor de todos los que han existido.

Su madre, maestra de piano con modesto conservatorio, fue su primera profesora de tango. Debutó profesionalmente en 1913. En el año 1914 escribe su segundo tango El Espiante (el huidizo), cuyo tema se refiere a un tren en marcha. En 1916 forma trio con Roccatagliata en violín, y Cobián en el  piano, quien actuaba en sitios aristocráticos.

 Desde 1919, con Julio de Caro en ella, inaugura su primera orquesta, que actúa en los Bailes de Internado. Precisamente para el último de ellos, el de año de 1922, escribe su famoso tango El Once. En 1920, con Enrique Delfino y Tito Rocatagliata, viajan a EEUU. En ese país, con un violinista y un violonchelista forman la Típica Select, con la que grabaron 50 tangos en 3 meses. En ese país escribe su tango New York.

Al regresar en 1922, constituye su definitiva orquesta. Para los años finales de su adolescencia ya era el favorito de las altas clases sociales.  Para 1927 dirigía 4 orquestas. En 1928 viaja a Europa y en 1930 hace su último viaje a EEUU. Con su orquesta grabó 2 tangos acompañando a Carlos Gardel. Con él realizó Ada Falcón sus primeras grabaciones en 1925. Fue de los primeros en grabar a Piazzolla. Con el tenor mexicano Pedro Vargas también grabó.

Fresedo fue una figura burguesa para unos, y para otros un aristócrata del tango. No tuvo la niñez de privaciones de otras figuras, como las de los hermanos Canaro, en la que Francisco fue obrero de la construcción a lado de Augusto P. Berto en la edificación del Capitolio. O de los hermanos Rubistein, vendedores de diarios, o Luis Cardei, vendedor ambulante. Rápidamente hizo su ingreso a los mejores teatros y al mundo del disco. Su sonido orquestal era galante y sus canciones, en gran parte de su hermano Emilio no eran desgarradoras; más bien eran líricas como su famoso tango Vida Mía.  

Para la década del 50 mostró su gran clase de arreglador de elegantes melodías, no estridentes y muy señoriales. Se atrevió a apartarse de la instrumentación característica del tango, usando vibráfono, arpa, crótalos, timbales y celestas. Tuvo a los mejores músicos en su orquesta y sus cantantes armonizaban con sus instrumentos.

Su juventud fue la de un niño bien: ciclista, motociclista, corredor de pista y aviador, de los primeros que tuvo Argentina en el campo deportivo. Obtuvo su licencia en 1923. En su avioneta “La Ratona”, a la que le dedicó un tango, volaba a Montevideo con los diarios de Buenos Aires y participaba en competencias en el interior de la pampa. Se relacionó, no solo con los mejores del tango de su tiempo, sino con grandes músicos clásicos como Arturo Toscanini, quien le permitió dirigir la filarmónica de New York. La Ópera de París, también lo tuvo.

Su tango Vida mía lo grabó Tito Schipa, en su año de escritura. En las últimas décadas, este tango ha sido grabado por grandes tenores como Plácido Domingo. Si Cobián tuvo clara influencia de la música lírica francesa, Fresedo halló en las Big Band estadounidenses su influencia ideal. Hizo un tango de sobria prestancia, muy romántico, que compitió con pleno acierto con el bolero que invadió a Argentina en los años 50 y 60. Cuando el trompetista norteamericano Dizzie Gillespie, admirado por Piazzolla, visitó Argentina en 1956, grabó en su orquesta.

Siendo un grande, a lo grande culmina su trayectoria orquestal con un soberbio concierto, que trasmitió de costa a costa en EEUU la NBC. En 1969 culmina su vida artística de 60 años de duración. Muere en 1984. Había nacido en 1897.

Son sus tangos los instrumentales El Espiante, El once, y Pimienta. Y los hermosos cantables Vida mía, Aromas, Sollozos, Volverás, Arrabalero¸ Siempre es carnaval, Ronda de ases, Porqué y Si de mí te has olvidado.

EMILIO FRESEDO (1893-1974). Hermano. Autor de la letra de los tangos Tango mío, Volverás, Aromas, El once, Vida mía, Siempre es carnaval, Rosarina linda y El último beso. También fue excelente violinista.

OSCAR NICOLÁS FRESEDO “O Zito”. Nació en 1932. Sobrino de los anteriores. Destacado letrista de fines del siglo XX. Algunos de sus títulos fueron: Y ahora qué haré, Enamorado estoy, Como los árboles, Yo soy.

A continuación podrá oír los siguientes audios:

 

Tito Schipa-               Vida mía                                           https://youtu.be/x2W9u9V-DKU

Osvaldo Fresedo     El Espiante, 1932                            https://youtu.be/GmQ6ItX33Rs

Roberto Ray            Aromas                                              https://youtu.be/i2mWz-4q1a4

Osvaldo Fresedo    El once                                               https://youtu.be/jsn6VYxAeYo

Osvaldo Fresedo   Sollozos                                              https://youtu.be/iR7LjXZoQOQ

Osvaldo Fresedo   Si de mí te has olvidado                  https://youtu.be/L75YcNiLwSQ

 

Armenia, enero 6 de 2023

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