Gloria Chávez Vásquez

Desde la aparición de Un vestido rojo para bailar boleros, el libro que le dio renombre en 1988 Carmen Cecilia Suárez no solo se convirtió en referente de la literatura femenina, sino que asumió el papel de gestora de la cultura en Colombia. Su colección de cuentos rompió esquemas por su tratamiento del erotismo hasta entonces dominio de los hombres, deslumbrando con ello a lectores de todas las edades. El libro fue el bestseller de la Primera Feria del Libro en Bogotá y desde entonces no ha parado de editarse.

Años después, al comenzar el nuevo siglo, Carmen Cecilia lideró a un grupo de escritores con quienes fundó La Serpiente emplumada, una editorial independiente que dio a conocer la literatura de escritores colombianos en ferias internacionales del libro, en lugares como Frankfurt y Guadalajara. Para cuando llegó la pandemia, la editorial ya tenía en su catálogo más de un centenar de libros publicados y acumulado premios y menciones por la alta calidad de sus producciones. 

El Covid19 significó un vuelco radical en la industria del libro. Los editores confrontaron los complejos problemas del mercado literario, gracias a las nuevas tecnologías, que dieron la oportunidad a las pequeñas editoriales de competir con los grandes monopolios. Actualmente existen en el país 19 editoriales establecidas vs 50+ editoriales independientes. Una de ellas es La Serpiente Emplumada.

La escritora

Carmen Cecilia Suarez es graduada de Barton College, la Universidad Católica en Washington, y la estatal de la Florida donde obtuvo un master en Psicología y un doctorado en Educación. Durante su temporada de estudios en EE.UU. escribió Diario de una adolescente (1963) en el que documenta las peripecias de un viaje familiar a California.

Para cuando apareció Un vestido rojo para bailar boleros, su narrativa fue catalogada de erótica porque la autora exploraba la intimidad de sus personajes femeninos, con un atrevimiento similar al de la pionera del erotismo en la literatura colombiana Laura Victoria (1904-2004). 

El escritor Gustavo Páez Escobar difiere sin embargo en que el énfasis en la narrativa de C. C. Suárez sea el erotismo. En su reseña en El Espectador, Páez Escobar señala que en ocasiones el público lector confunde el erotismo con la sensualidad “…en la naturaleza femenina [y] en el alma vehemente de la mujer, de donde se derivan la ternura, el ensueño, la intimidad e incluso los tintes de pasión amorosa, sin que por ello pueda afirmarse que toda su literatura está manejada por el erotismo”.

Y es la sensualidad a flor de piel, la que está manifiesta en sus Poemas del Insomnio (después del vino), Retazos en el tiempo (2010) con el lema lo bello es sencillo, lo sencillo es la esencia, la esencia es el todo'. El reto, comenta la escritora, en una introducción, “es haber desglosado la esencia para volver invisible el erotismo y no eclipsar la belleza”. Poemas para leerte antes de morir (2015).

Gestora cultural

En 2012 la editorial estableció el Café literario, un centro de actividades culturales, cine club, exposiciones y tertulias. Las funciones se vieron interrumpidas tras la temprana muerte de Fernando Samper Salazar (1958-2015) arquitecto, gestor cultural y su principal colaborador. Para Carmen Cecilia, Fernando dejó un vacío muy grande que nadie ha podido llenar.  

Superada la crisis y para cuando la editorial cumplió sus 21 años de labor continua, la escritora tenía publicados varios libros de cuentos Si yo viviera un mes en el centro y poemas: Espacios secretos, Luz de lluvia, La otra mitad de la vida. Para celebrar el 25 aniversario de Un vestido rojo para bailar boleros, presentó De Brujas, Astros y Fantasmas una antología de 25 Cuentos.

A finales de 2022 presentó su libro de Poemas del tiempo de silencio escrito durante la pandemia y descrito por la autora como, un viaje interior que implicó el encerramiento. La compilación de poemas breves, nostálgicos, ilustrado por su nieta Ana Sofía Trujillo Tobón, evoca recuerdos y afirma la identidad de la mujer en un lenguaje poético y un gran sentido del humor.

El arte de la persistencia

El de publicar es un ejercicio de persistencia y terquedad _observa la escritora y agrega que también trae muchas satisfacciones. La Serpiente emplumada ha publicado escritores como Fernando Soto Aparicio (1933-2016) Todos Los Ríos Son El Mismo Mar, (2007), La agonía de una flor (2010); Mauricio Botero Montoya (1948) ganador del concurso nacional del cuento en 2001 (Otto, el vendedor de música), autor de ensayos como La alegoría de los sueños, Cóncavo y convexo (2006) y de la novela El baile de los árboles (2003).

Entre la colección editorial de SE encontramos “historias que transcurren a través del tejido social tan próximo a nuestro realismo trágico” como Ciudadanos de Quinta, (2006) de Gladys Diaz Villamizar; así como cuentos de niños y para niños como Abuela se subió al tejado (2006) de Victoria de Hoyos Rodríguez. novela histórica como La Isabela, de María Josefina Uribe Jaramillo; crónica periodística como Nidos de oropéndola (2010) de Loretta Van Iterson; novela contemporánea como Predestinada (2009) de Martha Lucia Naranjo y Por debajo de la tierra (2009) de Clemencia Montalvo Villegas. La novia del torero (2002) de Eduardo Bechara; Que tiren la primera piedra (2010) de Wilson Moreno Palacios; Martina y el Egotista (2001) de Agustín Morales Riveira; El Vino Rojo De Las Sílabas (2007) poemas de Fernando Denis.

Panorama editorial

Bajo la Ley del libro en Colombia (Ley No. 98 de diciembre 22 de 1993) el gobierno destina un presupuesto para la compra de libros y textos para colegios y bibliotecas públicas. Existen instituciones como la Cámara colombiana del libro (1951) que representa los intereses de editores, libreros y distribuidores. Actualmente se proyecta la creación de una cámara de editoriales independientes, que solucionaría los problemas económicos de las pequeñas editoriales y los autores colombianos. En las últimas décadas, las actividades del sector literario entre concursos, festivales y eventos culturales relacionados con el libro, se han encargado de incentivar la lectura y la escritura a nivel nacional. Otras entidades como Fundalectura promueven la lectura en las bibliotecas públicas y rurales del país con la cooperación de la Biblioteca Nacional.

Muchas librerías independientes han cerrado en épocas recientes debido a la competencia digital en la publicación de libros y la competencia con los monopolios globales. Las que sobreviven se han visto obligadas a adaptarse a la nueva forma de mercadeo. En cuanto al libro impreso, Carmen Cecilia afirma que estos no desaparecerán del todo, sino que se convertirá en una industria más selecta. Aunque las bibliotecas digitales o la piratería digital han abierto un acceso casi ilimitado al público lector, existen aún dos grandes cadenas de librerías en Colombia:  La Librería Nacional (Barranquilla 1941): con sucursales en Bogotá, Cartagena, Cali y Medellín, y Librería Lerner (Bogotá 1958) en Bogotá y Medellín. Muchas otras se bandean con la venta de libros usados, ferias del libro o mercadillos colectivos callejeros.

Lo importante es seguir escribiendo y publicar. El lector tiene la última palabra. Pero el apoyo gubernamental resulta esencial a los editores independientes. Mincultura ha estado paralizado ante la incertidumbre política del país. Carmen Cecilia Suarez mantiene la esperanza de que el actual encargado del Ministerio de cultura, el escritor y periodista Juan David Correa (1976) sea más receptivo que los anteriores funcionarios. Correa conoce a fondo el tinglado del mundo cultural en su país ya que fue director cultural de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, desde la Cámara Colombiana del Libro y director literario hasta hace poco, del Grupo Planeta en Colombia.

Aunque la prensa dedica cada vez menos espacio a la cultura, hay personas cultas en el oficio editorial que tratan de mantener vivo el interés por la lectura. La anterior está pasando la antorcha a la nueva generación de entusiastas de la literatura. ​A pesar de que Colombia ha sido cuna de grandes representantes de la literatura latinoamericana, (José M. Vargas Vila, J. Eustasio Rivera, Germán Arciniegas, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Laura Restrepo), la mayoría de los escritores de renombre, han sido reconocidos primero, fuera de su país.

A los 76 años Carmen Cecilia Suárez continua activa, concentrada en sus facetas y otras habilidades. Su literatura es más reflexiva y contiene la sabiduría de los años. Le entristece sí, que las bibliotecas familiares, como la de su padre, Rafael, ingeniero, cofundador del Banco Interamericano de Desarrollo, han ido desapareciendo. Su sitio lo ocupan ahora las pantallas del televisor, cada vez más grandes, pero de escaso contenido educativo.  

Quizás su hijo, Manuel José, que es diseñador industrial, o su nieta, Ana Sofia, hereden el legado de La Serpiente emplumada, aquella deidad que enseñó a los Mayas a leer y a escribir. Lo cierto es que más que predecir el futuro, Carmen Cecilia Suárez desea poder entenderlo mejor.

Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora residen en Estados Unidos. Su más reciente novela Mariposa Mentalis acaba de ser publicada por Editorial Verbum en España.