Germán Estrada Mariño

¡La prevención de la enfermedad mental infantil y juvenil es posible desde casa!

Las siguientes 15 reflexiones hacen parte de una recopilación de experiencias en terapia y consultas por depresión ansiedad, relaciones rotas, duelos, ideación suicida que recogen las causas familiares prevenibles de muchas de esas patologías en personas jóvenes y adultas que cuando llegan a consulta tienen el alma rota.

Se describen 15 características de padres y madres potencialmente lesivas o toxicas y se deja una reflexión para cada padre o madre que debe ser vista como oportunidad de hacer introspección y autocritica para aprender reflexionar y crecer y un consejo por cada una que debe ser un norte para cada padre o madre a seguir.

El arte de ser padres realmente funcionales no es algo innato. Parte del autoanálisis y la reflexión. No somos perfectos solo por sentir amor.

Si eres hijo o hija, lee esto con compasión (entendimiento de las razones) hacia tus padres y considera que no debes sentirte culpable por sus fallos ni eres responsable de cambiarlos. Tampoco debes suplicar su amor si te sientes humillado. Mereces un trato digno y debes creerlo.

1. SON EGOCÉNTRICOS:

Los padres (y/o madres) disfuncionales suelen ver a sus hijos como una carga o como un trofeo. Ambos extremos neuróticos y lesivos. Muchos embarazos no fueron deseados y desplazan muchas emociones propias negativas en estos, incluso sin darse cuenta de ello de forma consciente, ya que están heridos por dentro debido a que ellos mismos no recibieron toda la atención, protección o afecto.  De esta forma son adultos incapaces de considerar primero las necesidades ajenas, incluyendo las de sus propios hijos.

Todo esto los lleva a ejercer una crianza mediocre en el arte de amar y entregarse por completo y de forma incondicional en procura de la felicidad de sus hijos, ya que aunque pregonen lo contario, primero está su felicidad y sus necesidades instaurando en sus hijos sentimientos de inferioridad vacía y carencias afectivas que pueden evolucionar a un trastorno de personalidad como el bordelinde personality disorder o trastorno límite de la personalidad en la adolescencia y vida adulta del hijo o hija depresivo (a), inseguro (a), vacío (a)  e impulsivo(a). El egocentrismo les hace creer a través del autoengaño, que les compensa afectivamente a ellos mismos, que sus hijos están en deuda con ellos o que les deben la vida. Como si el acto de dar la vida, fuese un acto siempre noble, elevado, espiritualmente o con poderes sobrenaturales, cuando muchas veces fueron incluso embarazos no planeados. Nada más manipulador y mentiroso.

REFLEXIÓN:

El concebir, procrear o reproducirse no debe usarse para echar en cara a los hijos la vida misma.

CONSEJO:

Siéntete poderoso como la voluntad divina que tiene la capacidad inmaculada de otorgar vida cuando procures su felicidad, desprendiéndote primero de tu ego y dándole el afecto incondicional que tú mismo(a) no recibiste en tu propia infancia. ¡Así talvez, merezcas ser tratado como un ser superior por tu hijo, no antes!

2. NO SON EMPÁTICOS NI COMPASIVOS:

Los padres o madres tóxicos no poseen la habilidad de ponerse en el lugar del otro. No afirmaré que la capacidad, ya que esta se puede desarrollar y entrenar si buscan ayuda, pero de base no la poseen porque ellos mismos muchas veces fueron víctimas de injusticias y tratos que los desconocieron en sus propias emociones infantiles. De tal forma, la capacidad de percibir, conectar y entender las emociones de sus hijos no está desarrollada. Sin darse cuenta, consideran que los hijos en primer y segunda infancia e incluso en la adolescencia son réplicas o extensiones de ellos mismos, saboteando el proceso de individuación y que solo tienen derecho a sentir lo que ellos mismos les pidan, esperen u obliguen a sentir, pensar y hacer afectando la estructuración de una personalidad sana, sólida, autónoma desde la autoafirmación del yo propio del hijo o hija.

REFLEXIÓN:

Tu hijo o hija es un individuo diferente a ti en muchos aspectos. Talvez muchos más de los que estás dispuesto(a) a reconocer como padre o madre neurótico(a). Considera sus necesidades, sus deseos, sus talentos y respeta el proceso de individuación a través de la aceptación de ese ser que para ser feliz deberá ser autónomo, libre y que deberá soñar volar con sus propias alas llenas de confianza y determinación en busca de sus propios sueños. Esa determinación depende del trato que hoy le des.

CONSEJO:

Reconoce cada capacidad, talento, habilidad, deseo, sueño, interés y cualidad de tu hijo(a) que lo haga diferente a ti o tus expectativas y libérate del control neurótico y narcisista que le impide individualizarse reconociéndose como ser único y valioso más allá de las expectativas de los padres. Practica a diario mientras conviva contigo la consideración (empatía) positiva (motivante) incondicional (sin condiciones y más allá de sus fallos) siempre y así, estimularás su autoestima.

3. SON GROSEROS DESCALIFICADORES O DEMASIADO CRÍTICOS:

Los padres o madres tóxicos se comportan a veces incluso cono enemigo de sus hijos(as).

Se dedican a identificar, hipervigilar, señalar y hacer énfasis en cada fallo, en cada error, en cada mala nota o calificación, incluso exagerando el impacto del error, lo que lleva al chico o chica a sentirse desvalorado, descalificado y profundamente humillado desde casa. Si es así como pretendes que sea un ser exitoso, si con cada palabra, con cada crítica, con cada mirada descalificante o con cada golpe físico o psicológico, lo programas para que no crea en sí mismo (a) para que sienta incapaz, incompetente profetizando y programando en su autoestima el fracaso y el error en la vida.

REFLEXIÓN:

¿Estás repitiendo talvez patrones destructivos de las crianzas, autoritarias, crueles y descalificantes? ¿Aún crees que educar es descalificar? ¿Eres incapaz de ver los logros y solo maximizas los fallos?  La sociedad machista y autocrática no educa. Solo adoctrina y somete a través del control punitivo del castigo y la humillación que solo gestan sentimientos de indefensión, temor y de inadecuación consigo mismo (a). ¿Eres el arquitecto de su autoestima o el terremoto de su dignidad?

CONSEJO:

Identifica, refuerza, estimula y motiva cada esfuerzo, cada cualidad, cada acierto y cada nota, aunque no sea la más alta si se ha esforzado. Motívale como un entrenador deportivo a ser mejor a través de un lenguaje optimista que le programa para sentirse merecedor de lo mejor. Frases sanadoras:

“Hijo (a) tú puedes, equivocarse es de humanos"

"Yo también me he equivocado".

"Adelante siempre, yo te apoyo"

"La vida es un camino de caídas y asensos".

"Lo importante no es caerse, sino levantarse siempre".

"Eres muy valioso(a)"

"El solo esfuerzo cuenta y te lo reconozco".

"Posees grandes cualidades"

"yo creo en ti"

"Confío en ti"

4. NO RESPETAN LOS ESPACIOS DE SUS HIJOS Y SU PRIVACIDAD:

Los padres y madres tóxicos son invasivos y abusivos con el tiempo, espacio y las necesidades de sus hijos. Su nivel de control los lleva a querer invadirlo todo, incluso cuando ya son capaces de hacer cosas por su propia cuenta. Se sienten un control remoto o un programador de robótica que necesita, debe y puede controlar cada acción de sus hijos. Incluso a veces cada pensamiento, obligándoles a contarles cada detalle, cada secreto con su mejor amigo o amiga. Se sienten con el derecho implícito solo por ser sus padres de coaccionar, vigilar y monitorear cada movimiento, como si el hijo fuese un esclavo incapaz de gobernarse a sí mismo o sin el derecho de hacerlo porque simplemente se declara de forma egocéntrica y soberbia: “¡Es mi hijo y punto! Estoy en mi derecho”.

Nada más necio y alejado de una crianza que favorezca la autoconfianza y el desarrollo de las habilidades y competencias emocionales como la inteligencia emocional para desenvolverse adecuadamente en el futuro.

 Estas actitudes gestarán e instaurarán en ellos sentimientos de profunda inseguridad e incapacidad de toma autónoma de decisiones, así como reducidas estrategias de afrontamiento frente al estrés, repertorio reducido de resiliencia y percepción elevada de vulnerabilidad ante el mundo, los otros, ante las amenazas y peligros haciéndoles inseguros y desconfiados, incluso a veces, paranoicos.

REFLEXIÓN:

La invasión de los espacios de mi hijo o hija le impide crecer, madurar y desarrollar autoconfianza. El excesivo control solo pone en evidencia mis propias inseguridades proyectadas en él o ella. ¿Tengo algo que sanar, que tengo pendiente? ¿De dónde surgen mis miedos? Por afianzarme a mí mismo de una forma tóxica estoy afectando a otro ser humano que merece ser feliz, aunque yo mismo no lo haya sido de niño(a).

CONSEJO:

Sana tu propio niño interior herido. Existen múltiples técnicas hoy en día para que puedas sanar tu niñez. No podemos devolver el tiempo, pero buscar ayuda y proponerse ser mejor ser humano es posible siempre que actúes con introspección, humildad, autocritica y generosidad por el bien de tu hijo o hija y el tuyo propio.

RETO: “He cambiado como padre o madre para amar mejor a mi hijo y hacerle feliz y esa es mi mayor fuente de felicidad” Ese ha de ser tu desafío como padre o madre.

5. SON MANIPULADORES:

 Mienten, amenazan, chantajean emocionalmente y se victimizan. Los padres y madres tóxicos e inconscientes pueden comportarse como una pareja en una relación enfermiza. Está dispuesta a lo que sea en procura de que sus deseos, expectativas y necesidades se prioricen sobre las del otro, llevándole a anular al otro ser humano. En la crianza como en la relación de pareja se puede mentir, inventar historias para instaurar miedo en los hijos, calumniar a otros (muy común en divorcios con el ex cónyuge) o maximizar los errores de los demás, pero ser poco de reconocer los propios fallos.

La mentira busca instaurar temores infundados y someter.

La amenaza, controlar y reprimir

El chantaje emocional busca provocar sentimientos de culpa y remordimientos en el hijo para que este a través de dicha culpa se someta a los deseos del padre o madre, haciéndole creer que lo que hace está mal y que solo debe complacer los deseos del padre o madre para ser considerado digno de actuar bien.

Ejemplo en una Escena de la famosa película Titanic:

La madre le dice a Rose. Si te vas con ese chico (Jack) perderemos todo lo que tenemos. Se entrecorta en llanto y le expresa enseguida: “Acaso quieres verme trabajar como costurera?". La madre se queda en Silencio mientras Rose muestra remordimiento, culpa y frustración e impotencia con sus gestos.

Estrategia materna neurótica: Chantaje emocional y manipulación egoísta.

 REFLEXIÓN:

Los hijos no te pertenecen. Los hijos manipulados y sometidos son como una pareja víctima de amenaza y chantaje en una relación de pareja llena de maltrato psicológico. Solo están a tu lado o te obedecen por miedo, impotencia o sentimientos de inferioridad, más no por un deseo genuino, alegre y motivado que solo puede lograr un amor generoso, alegre y desprendido de egos y mentiras.

CONSEJO:

Proponte como reto el gestar en tu hijo o hija el deseo genuino y no manipulado y obediente de estar a tu lado complacerte u obedecerte y satisfacerte. Que cada cosa que haga venga de lo más profundo de su corazón motivado más que por el miedo, por el amor y el deseo de verte feliz también a ti. Para ello necesita primero aprender a ser feliz, así que acepta que no te pertenece y que merece la posibilidad de estar libre de miedos, temores y prevenciones que le impones talvez de forma inconsciente pero muy tóxica y degradante de su desarrollo personal.

Busca que desarrolle su mejor potencial y que le admires y sea tu inspiración y no de forma narcisista y manipuladora, que él o ella te admire a ti.

Próximo domingo otras 5 características con sus respectivas reflexiones y consejos para seguir creciendo como seres humanos.

 6. Son desbordadamente demandantes y Exigentes. Nada nunca es suficiente:

Los padres y madres tóxicos se basan en la premisa de que el hijo; como trofeo, extensión propia, posesión o ser que me complementa ha de estar lleno de logros, éxitos, pergaminos y reconocimientos que lo destaquen en cada cosa que haga.

Si bien es legítimo y sano motivarlos al logro y estimular sus capacidades y talentos, no debe confundirse esto con la excesiva presión psicológica en la que se le dice y se le instaura la creencia de que, si no es el mejor u ocupa los primeros puestos, no es suficientemente digno de tu aprobación, afecto o de tu valoración.

Lo más peligroso de esta actitud es que todo deba ganarse incluso el afecto para merecerlo. De esa forma, en la psique el niño, niña o adolescente interioriza el dogma autodestructivo (falsa creencia auto saboteadora) de que no valgo por mi ser en sí mismo, alma esencia o mi existencia, sino por lo que haga con ella.

Esto, además de condicionar sentimientos de inferioridad en la vida adulta, está asociado a personalidad tipo a (competitividad, estrés y tensión extremas), baja tolerancia a la frustración y temor a nunca ser suficiente, tener suficiente, lograr suficiente, escalar suficientemente alto como consecuencia de un sentimiento latente de vacío o incompletud.

Siempre me falta algo para sentirme suficientemente valioso (a).

Un joven que se quita la vida siente que el espacio no fue suficientemente contenedor o protector, ya que si todos te dan la espalda tienes muchas pérdidas y vas a casa y tus padres solo te critican, el joven piensa: “¿Qué más queda? No me queda nada o nadie que me valore o por quien vivir”

REFLEXIÓN:

Los hijos valen por su sola llegada a este mundo, no por si complacen o no tus exigencias, los estereotipos de éxito social que exigen e imponen demasiados estándares de falsa “perfección”. Te invito a leer el amor a la vida (Erich Fromm) y modernidad líquida (zygtmun Bauman).

CONSEJO:

Dile tan seguido como te sea posible:

“Solo por ser mi hijo ya te amo, aunque a veces te exija demasiado y no lo demuestre”.

“Perdono tus errores, fracasos o fallas”

“siempre te daré otra oportunidad”

“valoro cada empeño que pones para superarte, así no logres lo que te propones”

“Solo por ser tu padre o madre te querré siempre y contaras conmigo pase lo que pase y aunque todos los demás te diesen la espalda”.

7. Pueden ser impulsivos. Pasar de la permisividad a la ira:

Los padres y madres más tóxicos pueden poseer sin jamás haber sido diagnosticados trastornos del afecto o la personalidad. Los más comunes que identificamos en consulta y terapia de familia son: trastorno bipolar, trastorno límite de la personalidad, distimia, ciclotimia, depresión mayor, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno explosivo intermitente, trastorno narcisista de la personalidad.

Se necesitaría una columna para explicar cada uno de ellos y lo haremos en el futuro próximo, pero por ahora dejo claro que todos tienen como factor común una afectación severa en la estabilidad del padre o madre para procesar emociones y reaccionar de forma consistente, pacifica armónica auto controlada y estable.

Los padres o madres tóxicos pueden explotar fácilmente y actuar de forma inmadura, incluso infantil e impulsiva. Podrían pasar de humillar a su hijo a luego invitarle al cine o a un paseo, ignorando el daño hecho sin la capacidad de empatizar y reconocer errores.

Son como una montaña rusa de emociones, altibajos y reacciones viscerales que no se procesan a nivel cortical (corteza prefrontal) es decir, que no planean y analizan las emociones que perciben antes de actuar y esto genera, instaura o gesta profundos sentimientos de inestabilidad, incertidumbre y confusión en la autoestima de los hijos quienes incluso pueden sentir amor, agresión y al mismo tiempo rechazo por sus progenitores.

REFLEXIÓN:

Analízate, conócete, autocritícate, reflexiona, planea, haz un balance de tus conductas, perdónate. Identifica tus propios traumas pasados, inseguridades, miedos, vacíos y no temas en pedir ayuda porque no hacerlo afecta a otros quienes no entienden si los amas o no. Si les apruebas o no. Sí, cuentan contigo o no. Si vas a reaccionar bien o mal.

CONSEJO:

Trabaja en tu crecimiento interior antes de ser demasiado exigente con tu hijo. ¿Cómo pides perfección cuando tú mismo (a) eres tan imperfecto?

Solo un padre o madre introspectivo y humilde de corazón puede crecer, cambiar y mejorar.

8. Sabotean sus planes si los hijos no siguen solo sus preceptos egoístas:

Dejemos claro que la palabra padre tóxico hace referencia metafórica a una persona que provoca un daño directo o indirecto de forma consciente o inconsciente, pero que resulta lesivo y no constructivo.

En el punto 8 he traído una característica que suele ser más premeditada que otras y que es propia de padres egoístas, narcisistas, mentirosos y manipuladores. Es decir, esta es más común en seres que saben que causan daño de forma directa y son conscientes de ello, lo cual los hace padres más “peligrosos” y mucho más lesivos para la autoestima de sus hijos, ya que estos padres o madres no están dispuestos a reconocer error alguno, siempre culparan a otros y mucho menos a cambiar.

 Si un padre o madre sabotea los planes, deseos, anhelos o sueños de hijo o hija. Si denigra sus talentos por qué no son los que él o ella como padre o madre, desea para él o ella como hijo o hija. Si humilla, descalifica y repudia todo lo que no le parezca sin respetar la individualidad de su hijo. Si incluso miente, calumnia, y exagera para hacer sentir culpable a su hijo o hija por sus planes, estamos frente a un ser narcisista que probablemente está profundamente dañado por dentro y que también más que su propio hijo o hija necesita ayuda.

REFLEXIÓN:

Tu hijo no es un clon de tus genes, ni debe satisfacer todas tus expectativas. Tampoco debe tener tu misma vocación ni talentos. Tu hijo o hija es individuo autónomo que necesita individualizarse y fortalecer su autonomía poco a poco con tu apoyo y motivación para poder enfrentar el mundo y ser feliz, resiliente y sentirse pleno(a).

CONSEJO:

¿Pregúntate que inseguridades me genera que haga sus propios planes y tenga sueños diferentes a los míos? Pregúntate si a veces por frustración puedes herirle y programarle para que las cosas no le salgan bien cuando lo que más necesita es autoconfianza. Reflexiona, escribe y ponte unos propósitos.

9. Son Abusivos (maltrato emocional):

Algunos padres y madres tóxicos han empleado el lesivo método de ver a su hijo como un subordinado eterno a quien adoctrinar, manipular y castrar y quien debe limitarse a obedecer. Muchos de estos padres confunden incluso para auto engañarse y justificarse el 4 mandamiento cristiano (honrarás a tu padre y a tu madre) como un mandato de esclavitud, obediencia y sumisión incondicional. Pueden darle trato al hijo o hija como a un esclavo o empleado. Es decir, se aprovechan de sus hijos.

Los instrumentalizan.

Las peores y más denigrantes formas se ven en el trabajo infantil o en la prostitución consentida.

Algunos padres y madres están dispuestos a que sus hijos se pongan en riesgo para que sus hijos les complazcan.

Sin ir tan lejos o tan bajo, muchos padres usan a sus hijos como asistente y les dicen cosas tan lesivas como: “yo te doy todo, gánate la comida y el techo y haz lo que te digo”.

Tal vez les des techo y comida, pero si le humillas, destruyes su autoestima y su dignidad.

Tal vez les des educación, pero no le das amor, para lo cual la educación escolar o universitaria queda corta.

REFLEXIÓN:

No se debe confundir normas, límites, rutinas con esclavitud y humillación.

No debes confundir honrar a los padres con un mecanismo para someter y manipular.

CONSEJO:

Dile lo que quieres y esperas de él, pero también permítele argumentar y reconocer que quiere y por qué. Escucha antes de juzgar. Comprende antes de castigar. Evalúa con mesura antes de castrar o humillar.

Busca siempre un diálogo a través de la escucha de lo contario, verás consecuencias eternas en una reacción que puedes romper, fracturar para siempre como padre o madre, generado incluso miedo, aversión, rechazo y mucha confusión para el resto de sus vidas.

10.  HACEN SENTIR A SUS HIJOS (AS) COMO UNA CARGA, ERROR O PROBLEMA:

Los padres o madres tóxicos o lesivos y mal tratantes emocionalmente son generalmente seres que nunca han aceptado o percibido la paternidad o maternidad como algo maravilloso que ha cambiado sus vidas para bien.

Muchos y muchas de estas madres sienten que el embarazo mismo les daño la vida, les arruino sus planes. Incluso en casos de intentos suicidas, he identificado en consultas tristemente y con mucho dolor historias de madres que le han dicho a su hijo o hija “no quería tenerte”

“pensé en abortar”

“si no hubieses nacido todo sería más fácil”

“por su culpa no pude salir adelante”

Son frases tan devastadoras y destructivas que la terapia debe ser muy profunda para poder sanar a un hijo que ha escuchado eso.

Padres que han dicho:

“usted es un problema”

“yo no sé por qué me metí con su mamá y lo tuve a usted”

“que hice yo para merecer un hijo como usted”

“no veo la hora que cumpla 18 y se vaya de la casa”

“Estoy cansado de mantenerlo. Si no fuera por su existencia tendría más de lo que tenemos”

“me avergüenzo de usted y usted es como una cruz que me puso dios “

REFLEXIÓN:

Parece que no estabas preparado para ser padre o madre y que el amor, compasión e instinto protector que hasta los animales sienten por sus crías tú no lo sientes.

Estás profundamente frustrado con tu vida y lo proyectas en la crianza, destruyendo a otro ser inocente de tus fracasos y errores pasados.

Te destruyes a ti mismo y a tu hijo.

CONSEJO:

Considerar que podrías ser tú el hijo y que si viviste algo similar, este hijo o hija merece una existencia diferente con la capacidad de ser feliz.

Despréndete de tu egoísmo y procura su felicidad, así tengas que negar la tuya misma, ya que eso representa el arte de amar.

Frases sanadoras:

“aunque no planee este embarazo cuando te tuve fuiste mi mayor bendición”

“aunque tengamos problemas y yo a veces no esté bien o no lo tengamos todo, no cambiaría nunca el hecho de que hayas llegado a mi vida”

“fuiste la luz que ilumino mi vida cuando eras un bebé “

“a veces me cuesta ser positivo, pero yo puedo ver lo valioso que eres “

“todo ha valido la pena”

“me sacrificaría por ti siempre”

“tu felicidad es mi felicidad”

“tu sonrisa, tus éxitos, tus satisfacciones son la mayor fuente de mi bienestar, tu sonrisa es la fuente principal de la mía”

“mi alma se alegra, aunque a veces tengamos momentos difíciles con verte bien”

“perdón, lo siento, me arrepiento y quiero ser mejor padre o madre cada día para verte feliz”

11. SUBESTIMAN MINIMIZAN E INFANTILIZAN LAS CAPACIDADES DE LOS HIJOS(AS):

Los padres y madres tóxicos no consideran la premisa fundamental de que el hijo es un individuo en desarrollo que crece, se individualiza, desarrolla una personalidad única e irrepetible y que madura, se independiza y desarrolla un proyecto de vida.

La creencia errónea es que el hijo debe depender de los padres incluso en su vida adulta para tomar decisiones, o que debe siempre buscar su aprobación para tomar decisiones solo con su consentimiento, como elegir la pareja, la carrera, un trabajo o sus hobbies y aficiones.

Estos padres, afectan el libre desarrollo de la personalidad e impiden que se consolide el proceso de individualización y autonomía sano para un ser humano.

REFLEXIÓN:

La personalidad se estructura desde la infancia. Cada experiencia vivida será un aprendizaje o un obstáculo para el desarrollo y la fortaleza personal con miras a la vida adulta. El éxito, el fracaso, la resiliencia, las habilidades y capacidades de resolución de conflictos están determinadas en gran medida por el trato que les des en la infancia y adolescencia.

CONSEJO:

• En vez de controlar, reta.
• En vez de reprimir, suelta y recomienda.
• En vez de ordenar, debate y reflexiona con ellos.
• En vez de subestimar, actúa como un coach deportivo que debe motivar, alentar y transmitir la confianza para salir a lograrlo todo.
• En vez de impedir y considerarlos frágiles y débiles, enséñales a cazar con ejemplo y anécdotas de lucha.

12. SON AMBIVALENTES, VARIABLES E IMPULSIVOS:

El padre o madre tóxico o tóxica es inconsistente con sus emociones y carece de autocontrol. Su afecto variable e inestable puede llevarlo a amar y odiar al mismo ser (pareja, hijos, hermanos o los propios padres). Esto representa el concepto de ambivalencia, ya que coexisten emociones opuestas en su corazón, de manera que instaura sentimientos de confusión, incertidumbre e inestabilidad afectiva, afectando la consolidación de una base de apego segura (teorías del apego) que ha de basarse en la consistencia, la estabilidad y la coherencia entre lo que se dice, se hace, se siente y se piensa.

REFLEXIÓN:

La impulsividad y la inestabilidad solo generarán en él o ella, una personalidad igualmente inestable y llena de vacíos, altibajos y vacíos, donde la autoestima de tu hijo puede fluctuar y cambiar fácilmente en la vida adulta, siendo demasiado vulnerable y poco estable.

La inteligencia emocional te ayudará a procesar tus emociones opuestas y a lidiar con las respuestas para no obrar con los impulsos sino con la plena consciencia y racionalidad.

CONSEJO:

Antes de responder con ira, reflexiona en calma.

Antes de gritar, escúchate a ti mismo.

Antes de reaccionar, piensa, mide y actúa con mesura.

Antes de agredir, mide con prudencia los efectos de tus posibles agresiones.

Antes de hablar, escucha, piensa, reflexiona y aplica la empatía.

LAS SEIS CLAVES PARA DESARROLLAR UN APEGO SEGURO EN TUS HIJOS SON:

1. CONSISTENCIA
2. EMPATÍA.
3. COMPASIÓN O APOYO.
4. TOLERANCIA
5. PACIENCIA.
6. LENGUAJE POSITIVO

13. SON AUTOCRÁTICOS, TIRANOS E INCLUSO CRUELES E INSENSIBLES:

La pedagogía y la crianza autoritaria solo gestaron en los siglos pasados generaciones llenas de odios, de resentimientos, de seres humanos, llenos de soberbia y con muy poca humildad.

La soberbia del hombre adulto, de un gobernante, de un empresario, de un ciudadano explosivo o intolerante, solo representa las heridas proyectivas del niño herido humillado y condicionado.

El orgullo, la ausencia de empatía, el narcisismo, la proyección y la negación son defensas propias de adultos que antes que nada llevan niños heridos internos llenos de miedos, prevenciones, rabia acumulada y mucha frustración que hoy solo llevan al mundo.

En los peores casos incluso se pueden gestar psicópatas (junto con otras variables como las genéticas) –epigenética- que arrojan a la sociedad seres tanto o aún más crueles, resentido, insensibles y egoístas como sus propios padres o incluso, madres.

REFLEXIÓN:

La autocracia es un modelo que adoctrina, pero no potencia que el ser humano decida comportarse con valores éticos universales que no ha decidido por su cuenta, sino que le son impuestos a través de la amenaza y el castigo.

Este adoctrinamiento puede gestar incluso aversión y rechazo a las propias normas, como lo vemos en trastornos como el oposicionista o negatisvista -desafiante y el disocial (oposición a la norma y delitos menores), ya que no se aplicó una disciplina consistente, pero positiva y complementada con afecto, escucha y empatía.

Pregúntate como padre o madre: ¿Quieres un ser humano íntegro o un obediente resentido, amargado y lleno de odio así mismo, a otros y a ti mismo?

CONSEJO:

Promueve el desarrollo moral (para más información, buscar y ver teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg) y busca que tu hijo o hija aprenda a tomar decisiones basadas, más que en el temor al castigo o social o penal, en el futuro, a la consciencia plena en sus actos, y a su autocontrol y la consideración empática de las necesidades ajenas.

Ayúdale a admirar inspirándole con sus historias y biografías a aquellos seres humanos invaluables que con su sabiduría y ejemplo dejaron huellas de amor, compasión, justicia, benevolencia y ecuanimidad en la sociedad.

Desde los 12 años en adelante puedes analizar con ellos las biografías de líderes como Jesús, Buda, Gandhi, Mandela, Martin Luther King, madre teresa, entre otros líderes que a través de principios éticos sembraron con hechos las verdaderas bases de la enseñanza de una genuina moralidad.

Puedes usar anécdotas familiares e historias de superación, lucha y resiliencia.

14. PROGRAMAN DESEAN Y PROFETIZAN EL FRACASO:

Una conducta muy tóxica y destructiva consiste en arrojar toda serie de profecías, deseos o premoniciones que declaran que al hijo o hija todo le saldrá mal.

Se les dice que serán tanto o más fracasados que ellos mismos o que otros.

Se les compara con sus hermanos, primos, amigos o vecinos para denigrarlos y hacerles sentir que no son suficiente y nunca lo serán.

Muchas veces estos padres o madres lo hacen con la falsa y destructiva creencia de que, si se les amenaza con el fracaso, sus hijos, por evitarlo, tomarán otro camino.

Nada más errado e insensato, ya que lo único que se consigue es aplastar su autoestima, su amor propio y su autoconfianza a través de la destrucción de su autoeficacia (no soy capaz) instaurando sentimientos de inferioridad y una programación destinada a futuro, a compararse y denigrarse frente a los demás, como lo hicieron sus padres en su infancia.

El adulto será autocrítico, inseguro e implacable.

La programación de la que fue víctima será la causa de su propio auto sabotaje y autocritica implacable, dejándole una autoestima crónica herida con tendencias autodestructivas y descalificantes como las que recibió en un lenguaje interno en el que primará la descalificación, la autocrítica y la denigración.

REFLEXIÓN:

Las palabras tienen un poder enorme en la construcción de una personalidad sana o patológica.

Las palabras denigrantes pueden destruir la autoestima, no por un momento, talvez nunca se le olvide a su autoestima personal aquello que dijiste con ira y que recordará y lo peor creerá y atraerá para siempre en su futuro.

Las comparaciones con otros para descalificar son hirientes para siempre y dejan huella.

Las profecías son como la programación para un computador o una inteligencia artificial:  Condicionan como procesará la información en el futuro, como enfrentará estrés, retos y desafíos y cómo responderá y actuará en su vida adulta y en sus relaciones interpersonales.

CONSEJO:

Si vas a comparar que sea para incentivar e inspirar con modelos que también se equivocaron como grandes científicos, artistas deportistas, etc., Pero que aprendieron de sus errores.

Enséñale a ser tolerante, autocompasivo, paciente y consistente consigo mismo a través de la comprensión y aceptación de los errores como algo que me enseña, no que me denigra.

Algo de lo que aprendo, más no de lo que debo avergonzarme, siempre sin pasar la página de la culpa a la reivindicación.

Enséñale a no juzgarse, sino a perdonarse y querer ser mejor.

Enséñale que todos nos equivocamos y que la perfección es solo una utopía. El crecimiento y el aprendizaje, en cambio, una oportunidad. Profetízale, como lo sabe hacer, un verdadero y gran maestro empático, compasivo, generoso y positivo, que será feliz, talentoso, capaz y logrará todo lo que se proponga, incluso si se equivoca porque siempre podrá darse una nueva oportunidad.

15.  SON INMADUROS EMOCIONALMENTE Y MUY POCO CONSCIENTES DE SUS PATRONES DE PERSONALIDAD. SE CONOCEN POCO Y TODO LO PROYECTAN EN LA CRITICA Y CULPABILIDAD A TERCEROS:

Finalmente, y para terminar esta saga de artículos sobre paternidad, crianza y salud mental, es importante concluir que la mayoría de los padres y madres que se comportan de forma tóxica son muchas veces solo seres humanos tan imperfectos como sus propios hijos o cualquier otro ser humano y no necesariamente la palabra tóxico define un mal ser humano que ha decidido consciente y premeditadamente arruinarle la vida a nadie.

Muchos de estos padres y madres están profundamente dañados por dentro, sus infancias no fueron con certeza cuentos de hadas donde su autoestima, sus necesidades y deseos fueron siempre tenidos en cuenta.  Muchos sólo repiten un ciclo transgeneracional como consecuencia de los legados de su propio pasado.

Son todos inconscientes y afortunadamente la proporción de padres y madres psicópatas es más baja que la de padres solamente emocionalmente traumatizados y víctimas a su vez de crianzas tóxicas, lesivas y destructivas

REFLEXIÓN:

Nuestra misión en la vida es pasar de ser víctimas a héroes, ya que es más meritorio, heroico y grande el lograr dar de aquello que no se recibió y lograr si se recibió poco en la vida, dar mucho al otro ser humano, a los demás y a ti mismo empezando por tus propios hijos.

Perdonarte, aceptarte, ser empático contigo mismo, tolerar tus fallos pasados o y verlos como fuente de aprendizaje y evolución. Ser consistente en darte nuevas oportunidades y juzgarte menos, son formas de desarrollar una consciencia plena, sanadora de sí mismo a través de la empatía intrapersonal y la autocompasión como fuentes de sanación, crecimiento y liberación de traumas pasados.

CONSEJO:

La vida es más corta de lo que nuestro ego que idealiza está dispuesto a aceptar. Cada segundo nos acercamos más a la inevitable muerte física. Solo quedará el alma, la esencia, y ello vas más allá de lo que la psicología humana puede explicar.

La existencia debe tener un sentido y este debe ser el del crecimiento y el propósito de contribuir a que el mundo, los otros y nosotros mismo seamos mejores de lo que creemos que podemos ser. Las personas extraordinarias hacen cosas extraordinarias. También los padres y madres.

La vida es un camino de aprendizaje y evolución, no un camino rocoso de tortura y castigo, como nos enseñaron a muchos. Cada cosa que sucede nos muestra una oportunidad de aprendizaje, evolución y crecimiento que muchas veces no sabemos apreciar, contemplar o ver.

A través del crecimiento personal, la introspección, el autoanálisis y la reflexión profundas   lograrás identificar lo que realmente tiene valor en esta corta, superficial y transitoria vida. Somos más que un cuerpo y el nombre que nos pusieron.

Contempla la belleza en las cosas simples y libérate de las trampas del ego y el apego

Amate y ama.

Antes de criticar analízate y perdónate.

ÁNIMO, PAPÁS Y MAMÁS SÍ SE PUEDE

Para ver las dos columnas anteriores pueden buscar padres tóxicos, www.elquindiano.com, en Google y leer la parte 1 y 2 para que sirvan de guía y polo a tierra.

PARA LOS HIJOS E HIJAS:

Si vas identificando en estas lecturas una crianza que te ha afectado tu salud mental, tu misión es pasar de ser víctima a héroe de tu historia a través del perdón, el auto perdón, la autocompasión y la empatía con tus propias necesidades que te permita individualizarte y consolidar la identidad y la madurez emocional, sin replicar automática e inconscientemente, lo que has vivido en tu propia infancia con tus hijos y convirtiéndote en un maestro que logra ser mejor en el arte de amar y evolucionar a pesar de no haber recibido todo lo que hubiera querido.

Pasa del resentimiento al amor propio y a otros

GERMAN ESTRADA MARIÑO

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PSICOLOGO CLINICO

PSICOTERAPEUTA INDIVIDUAL DE PAREJA Y DE FAMILIA

PERITO FORENSE

LIDER CAMPAÑA VOLUNTARIA DETECCION DE LA DEPRESION Y PREVENCION DEL SUICIDIO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

WHAS APP CITAS VIRTUALES EN INGLES Y EN ESPAÑOL: 316 4502080