Va a cumplir 93 años el próximo 31 de diciembre, sin embargo, su vitalidad asombra. EL QUINDIANO conversó con el exsenador y exgobernador del Quindío Samuel Antonio Grisales Grisales, que contó parte de su vida, incluyendo la difícil situación que vivió en la adolescencia y las dificultades para poder estudiar.

Su madre vendía empanadas y buñuelos a las afueras del aeropuerto Matecaña de Pereira, con lo que logró financiar sus estudios de bachillerato. Incluso, logró conseguirle un puesto de maestro con el alcalde de la época, pero Samuel Antonio prefirió irse a Medellín, a presentar pruebas para ingresas a la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Salió sin un peso, pero cargado de ilusiones y con la seguridad de sus conocimientos y su capacidad. Pasó las pruebas, pero estaba en la calle, sin un centavo. Fue a pedir trabajo a un café de Medellín y allí se encontró con una caja de lustrar zapatos, y se hizo embolador, labor con la que se financió el primer año de sus estudios de Medicina.

“No me da pena confesarlo, mi madre vendía empanadas en el aeropuerto y yo fui embolador en un café de Medellín”, confiesa Samuel Grisales, con voz temblorosa, a punto de soltar el llanto, por todo aquello por lo que tuvo que pasar, antes de ser médico, dirigente político, senador y gobernador.

Entrevista completa con Samuel Antonio Grisales Grisales, en el siguiente vídeo.