“Conocí a JHON el flaco a mediados del año 2021 en un paradero de buses que queda en la glorieta del  estadio de Calarcá por donde pasan a diario cientos de camiones y tractomulas rumbo al alto de la Línea. ¿Conocí? La verdad, para ser honestos, lo que hice fue verlo y acercarme para preguntarle por su bicicleta modificada para el descuelgue. Me contó que ese era un punto estratégico para verlos a ellos, me dijo que ellos rellenan los marcos de sus bicicletas con cemento, me confesó que ellos no son muy confiables y me reveló que entre ellos hay hombres y mujeres”.

“Aunque no era la primera vez que veía a uno de ellos, si fue a partir de ese momento en que empecé a seguir, a observar con más detenimiento y a pintar a un grupo de jóvenes que en las carreteras del Quindío arriesgan sus vidas con la práctica del gravity bike”.

Así empieza la historia de Gildardo Cuellar Montes con el Gravity Bike Criollo y el de su trabajo en la obra “Un Quindío en la Antípoda del Edén” que se exhibe en la Sala de Exposiciones Roberto Henao Buriticá del edificio de la Gobernación del Quindío.

Y digo que es el Gavity Bike Criollo porque el deporte como tal ya existía en las colinas de los Angeles Estados Unidos en los años 70, un deporte suicida donde hombres en trajes de neopreno se desprendían por pendientes en sus bicicletas aerodinámicas a más de 100km/h. Los jóvenes colombianos lo adoptaron, engallaron sus bicis para hacerlas unos voladores y empezaron a descolgarse desde el Alto de la Línea.

Alejandro Munard Beltran mediador de la obra, nos cuenta que esta es una puesta estética desde la pintura al óleo que pretende mostrar la otra cara del Quindío, la de la situación marginal de los jóvenes, que surge en los barrios, en los pueblos; una apuesta por reconocer una subcultura urbana que tiene una influencia punk y que nace de la necesidad de la juventud desaforada por buscar adrenalina, libertad, pero también por la falta de una educación pública que llegue a todos, de espacios culturales, de arte, de entretenimiento.

El Gravity Bike Criollo es su propio espacio de cultura, de entretenimiento, de amistad, allí se conforma una manada, un clan de complicidad donde todos son aceptados.