Con el fin de prever las temporadas de precipitaciones o sequía y sus posibles consecuencias en los cultivos, la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), por medio de su Centro de Investigaciones del Banano (Cenibanano), estableció una red agroclimática en Urabá. Esta, funciona desde el año 2020 y se compone de cuatro estaciones que miden la temperatura y humedad relativa del aire, precipitación, radiación solar, velocidad y dirección del viento, y la humedad del suelo; acompañada de ocho estaciones complementarias que miden la temperatura, humedad relativa y precipitación.

“La red agroclimática es una herramienta muy útil para el Gremio, puesto que nos permite conocer de primera mano los datos específicos de la región y a partir de estos entregamos boletines diarios, semanales y mensuales a los productores y equipos técnicos, generando recomendaciones en torno al comportamiento del clima. Tanto las lluvias como la sequía, son condiciones problemáticas debido a que el cultivo de banano es propenso al estrés hídrico sea por exceso y déficit”, aseguró el director de Cenibanano, Sebastián Zapata.

De igual forma, Zapata aclaró: “Es necesario decir que el Fenómeno de El Niño genera periodos donde se reduce la precipitación y se eleva la temperatura por debajo del comportamiento histórico, sin embargo, no quiere decir que no se presenten lluvias. Además de los monitoreos, hemos participado en las Mesas Agroclimáticas a nivel nacional y departamental, espacios generados por el IDEAM y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural”.

El Gremio evidenció que desde abril, las mediciones de temperatura en el océano Pacífico están en condición neutra, pero las diferentes agencias climáticas han emitido boletines señalando el comienzo de la fase cálida del ENOS (fenómeno natural que implica temperaturas oceánicas fluctuantes en el Pacífico ecuatorial), donde la mayoría de los modelos de predicción pronostican El Niño a partir de julio de 2023 con un 73% de probabilidad, mientras que la probabilidad de una neutralidad es de un 27%.

Finalmente y según datos de Cenibanano, durante el Fenómeno de El Niño los vientos alisios se debilitan y las aguas cálidas son empujadas hacia el Este, afectando significativamente el clima, generando condiciones más secas y más cálidas de lo habitual.