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Cultura  |  07 noviembre de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Sebastián Marín Castaño primer lugar en el XX Salón de Artistas Quindianos

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En la categoría artistas con trayectoria, con su obra Fragilidad Sebastián Marín Castaño docente del área de Artes Plásticas del Instituto de Bellas Artes de la Universidad del Quindío ocupó el primer puesto en la versión número XX del Salón de Artistas Quindiano.

Marín Castaño tiene 25 años y es profesional en Artes Visuales de la Universidad del Quindío, actualmente cursa la maestría en Artes de la Universidad de Caldas. Sobre su encuentro con las artes el artista quindiano señaló que fue en su adolescencia que empezó a explorar el dibujo: “A los 14 años intenté suicidarme. Entonces mis papás entraron en crisis y empecé terapia. La psicóloga les sugirió que estudiara arte. Empecé a estudiar con la maestra Paula González en Comfenalco. Desde ese momento inicié este camino”.

Sus primeras obras fueron en grafito, acuarela, carbón. Luego empezó a dibujar cuerpos de hombres desnudos. “La primera obra que hice fue de mi novio en ese momento. Todo este proceso me permitió descubrir a través del arte lo potente que es ser homosexual, en este contexto, y lo necesario que es decirlo a través del arte”.

De su trabajo destacó tres obras. La primera se tituló: Homosexualidad y religión, con esta se centró en la performance, el arte participativo y relacional, la realizó en el 2016. “Yo venía con un taco en la garganta en ese momento. Un día comprando papeles para clase de dibujo pasé por la plaza Bolívar de Armenia, que para ese entonces no tenía murales, como mi mamá me enseñó que uno debe ser muy agradecido, relacioné los conceptos y ploteé en cinco metros la siguiente frase: Gracias dios por hacerme homosexual”.

A partir de esa obra, las inquietudes de Marín Castaño se movilizaron hacia el género y la relación del cuerpo con el espacio. Cuerpos naturales es la segunda obra que resaltó. El trasfondo de este trabajo parte de una idea: la ciudad se hace no sólo con relación a los espacios físicos sino por la dinámicas y relaciones de los cuerpos. La performance la llevó a cabo en 2018 y duró tres horas. “Escribí con tiza las palabras y categorías que utilizan para nombrar a quienes somos maricas. Hice ese ejercicio y fue una lista que llegó hasta la entrada del bloque de Ciencias Básicas de la Uniquindío. Al terminar, escribí con pintura roja la palabra: natural”.

Fragilidad

Por último, subrayó Fragilidad, la obra que lo hizo merecedor del primer lugar en la versión número XX del Salón de Artistas Quindianos. Frente a este trabajo Marín Castaño comentó que hacia el 2020 le inquietaba la violencia. Coincidió entonces dicha preocupación con los bombardeos a los campos de las disidencias de las FARC. “Entre las bajas hubo menores de edad, entonces Diego Molano, ministro de defensa en ese año, justificó estas muertes porque eran cuerpos que estaban siendo educados para ser máquinas de guerra. A mí me dio ira porque soy docente y sé qué implica enseñar y que un cuerpo entre a un salón de clases”.

Así surgió Máquinas de Guerra, primera parte de esta obra. “Lo que hago es, primero, entrar a hacer una crítica porque identifiqué que todos hemos sido máquinas de guerra. Hice un recorrido desde el parque Aborígenes, pasé por la Octava Brigada hasta llegar a la plaza Bolívar y de tanto en tanto me agachaba y metía los pies en una tina con agua”. El agua sucia la llevó para su casa. Con el tiempo, mientras pensaba qué hacer con ella, identificó que hablaba de violencia y recogía esa mugre que materializaba la violencia. Era la violencia vuelta a materia.

Para la segunda escena, Fragilidad, decidió tomar un hilo, sumergirlo en esa mugre, y bordar la oración: ángel de mi guarda, mi dulce compañía… Así llegó a la última escena de la obra. La llamó Repetir: “En todos estos diálogos que tuve con mi mamá encontramos un aro de bordado que tenía más de 70 años. Lo había comprado mi abuela para hacerle los vestidos de primera comunión y del bautizo a mis tíos. Es un aro de madera, de esos que mi mamá dice que ya no se hacen. Entonces eso lo muestro, es archivo, el objeto no es el mismo de hace 70 años. El objeto ahora tiene carga histórica. A los lados ubiqué la aguja”.

Y explicó: “¿Qué sucede con la aguja con la que bordo? Como se bordó con mugre, la mugre oxidó a la aguja. Entonces también hay una relación muy fuerte porque si la mugre es violencia y oxida un metal, eso es algo muy importante de exhibir”.

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