Para definir a los equipos femeninos clasificados a la semifinal del torneo de balonmano se vivió una jornada electrizante en el coliseo del Sur, en Armenia, y se tuvo que recurrir al reglamento para dirimir los empates.

En la jornada de la mañana, Bogotá venció 37-28 a Atlántico y se instaló parcialmente segundo en la tabla de posiciones del grupo B, y después se disputó el clásico entre Antioquia y Valle, con empate 22-22, que dejó primero del grupo A, a los antioqueños, por tener mejor diferencia de goles. Pero las emociones siguieron en la tarde, con el encuentro entre Risaralda y Quindío, que definía a los dos semifinalistas de la serie B.

Risaralda finalmente ganó 22-17 y puso la tabla con un triple empate con entre Quindío y Bogotá, los tres equipos con cuatro puntos. Tras esa situación, la diferencia de goles, que estaba a favor de Risaralda (9) frente a Bogotá (7) no servía para dirimir el empate, porque eran tres equipos en disputa.

Y cuando Risaralda celebraba, en las tribunas y en el camerino, su paso a la semifinal, los delegados de los tres equipos se reunieron con el director del torneo, May Orjuela, quien con reglamento en mano explicó que en ese caso el desempate se daba por diferencia de goles en los enfrentamientos entre los tres equipos, ítem en el que Quindío se convirtió en el primer semifinalista.

Y en esta instancia, tanto Bogotá como Risaralda tenían la misma diferencia en contra, de -2 goles, por lo que tuvieron que pasar al tercer ítem, que era la diferencia de goles, pero en los encuentros de los tres equipos en disputa, lo que favoreció a las bogotanas, que finalmente jugarán la semifinal ante Antioquia, este martes 14 de noviembre, a partir de las 11:30 de la mañana. Y en la segunda semifinal se enfrentarán Quindío y Valle, a las 3:00 p.m.

Con esta situación, si hay algo garantizado en el torneo de balonmano, además del espectáculo, es el buen nivel y las emociones, que se cerrarán el miércoles 15 de noviembre, con la definición de las medallas, en la jornada de la tarde.