El Grupo de Investigación en Compuestos Organometálicos y Catálisis del programa de Química de la Universidad del Quindío desarrolla investigaciones para generar nuevos productos, producir anticancerígenos, antifúngicos y antibacteriales. También impulsan la creación de compuestos que absorben luz solar y la convierten en energía. Actualmente, y desde el 2019, los investigadores uniquindianos trabajan en un proyecto de investigación en el que mediante compuestos de fenantrolina buscan tratar el cáncer de seno (también evalúan otros cánceres como el gástrico, de pulmón, de próstata y de hueso).

Investigaciones con sello uniquindiano

El grupo fue creado en el 2004, bajo el liderazgo del profesor Fernando Cuenú Cabezas, director del Laboratorio en Química Inorgánica y Catálisis. Sus acciones están encaminadas a partir de cuatro puntos de acción: proyección, la generación proyectos, la divulgación del conocimiento y la creación de alianzas.

“Durante los primeros años trabajamos con compuestos metálicos: rutenio, paladio, platino y rodio en catálisis. Luego empezamos con otros procesos de hidrogenación catalítica, para revisar la actividad farmacéutica y para sintetizar antiinflamatorios, por ejemplo, derivados del ibuprofeno”.

Con el tiempo, el trabajo ha migrado hacia prácticas y técnicas ambientalmente amigables en las que utilizan metanol como fuente de hidrógeno y el subproducto es agua. “Buscamos hacer ciencia inteligente, generamos productos nuevos sin contaminar el entorno”, aseguró el investigador.

El grupo tiene varios objetivos: sintetizar compuestos orgánicos potencialmente bioactivos mediante el uso de procedimientos amigables con el medio ambiente como las reacciones asistidas por microondas y ultrasonido. Asimismo, apuntan a sintetizar complejos inorgánicos, compuestos de coordinación y complejos organometálicos y a realizar estudios catalíticos de reacciones en fase homogénea.

“Los compuestos de fenantrolina también vamos a probarlos con rutenio y los evaluaremos en otros cánceres: gástrico, pulmón, próstata y hueso”, explicó el docente.

Para este proyecto, se han aliado con la Universidad Nacional Autónoma de México e institutos en Francia. “A Francia viajé en el 2021, gracias a una beca. Allá empezamos a trabajar fuertemente dos compuestos de rutenio para revisar el tema del cáncer. Así evidenciamos cómo nuestros compuestos lo eliminan”.

El osmio es un compuesto costoso, pero sumamente efectivo para combatir bacterias y cáncer. El investigador aclaró: “Estamos además con un proyecto en el que con osmio hacemos fotodinámica para reemplazar al platino, que es el que tumba el cabello y genera daños en riñones, hígado y otros efectos secundarios en tratamientos de quimioterapia”. De igual manera, se proponen continuar incursionando con compuestos de oro, que también generan efectos importantes y positivos contra el cáncer

Este es un trabajo de largo aliento cuyo horizonte es generar productos con posible actividad biológica para contribuir al desarrollo de la ciencia y tecnología nacional, hacer frente a los diferentes tipos de cáncer, los inconvenientes que genera el toxoplasma, el Alzheimer, la diabetes y los hongos patógenos.