Los primeros recuerdos que Alejandro Arboleda tiene de sus acercamientos a la fotografía le vienen de su infancia en Quimbaya. En esos años su papá lo llevaba a ver películas en los teatros del municipio.

Era lo más fascinante que vivía junto a su papá. Ese amor por el arte creció y ya en la adolescencia no se perdía las funciones del matiné, y cada que podía se daba una pasada para ver qué estaban dando en la cartelera o cuál era el próximo estreno. Alimentó ese gusto por la imagen representada en el cine y poco a poco, ya en la universidad, comenzó a explorar en la fotografía análoga todo un mundo a su servicio, y a la vez, encontró su lugar en el arte.

Sin lugar a dudas la fotografía lo capturó para que luego fuera él quien lo hiciera con todas las imágenes que encontraba con su lente; personajes, lugares, momentos, hasta los más mínimos detalles, invisibles incluso para otros, eran la materia prima a inmortalizar.

Alejandro no recuerda en qué momento llegó a sus ojos la obra del maestro Leo Matiz, pero lo que si tiene claro y no olvida es que se trazó la meta de algún día poder llegar a ser como él.

“Creo que hoy estoy tomando fotos como las que quería tomar hace 20 años”, dice Alejandro, quien ha trabajado en otras partes del país, siempre llevando en el corazón a su natal Quimbaya. Ese buen ojo para la fotografía, entrenado con disciplina y rigor, le ha permitido desarrollar un talento artístico y a su vez encontrar a otros que como él, buscan la poesía en las imágenes.

Y en el camino de búsquedas y utopías fue el arte pictórico el que esta vez hizo simbiosis con las fotos en el proyecto televisivo titulado, B de volumen, donde Alejandro hace parte del equipo de producción. Este es un programa original e innovador producido por Telemedellín y que existe gracias a la idea y dirección de Gabriel Ignacio Castrillón.

En B de volumen se le rinde un homenaje al pintor colombiano Fernando Botero por medio de la representación de 12 de sus obras, llevándolas a la personificación con actores, una implecable puesta en escena, y capturando la fotografía como resultado final de un arduo proceso. Algo así como adaptar no un cuento, una novela o un guion, sino un cuadro de Botero. Todo con mucho rigor, cuidado en los más mínimos detalles, investigación, respeto y entrevistados con diferentes puntos de vista.

El resultado a tanto esfuerzo y dedicación en este proyecto compuesto de 12 capítulos, se ha visto reconocido con la nominación a los premios Input 2024, que se realizarán el próximo mes en Estados Unidos, y que premian lo mejor de la televisión pública internacional.

La nominación del programa B de volumen, es el triunfo de todo el equipo de producción, que con profesionalismo y amor puro por el arte, dio lo mejor en cada entrega. En EL QUINDIANO conversamos con Alejandro Arboleda, que nos contó detalles del proceso creativo, de producción, los inconvenientes y el reto para hacer de la idea una realidad, gracias también al talento de Gabriel Ignacio Castrillón, director del programa.

Los 12 capítulos de B de volumen los encuentran en el canal de YouTube de Telemedellín