Concientizar a las víctimas en el Quindío de que si no luchan por sus derechos nadie lo va hacer y que además hay que buscar que las promesas de la política pública en conjunto con la implementación de los acuerdos de La Habana sean una realidad, es la tarea intensa que adelanta Maicol Martínez integrante de la Mesa Departamental de Víctimas y en su condición de representante de esta zona del país, ante la Mesa Nacional.

Las víctimas

Las cifras oficiales de víctimas indican que en el Quindío hay 49 mil personas en esa situación según el registro nacional, de las cuales el 87% son desplazados, esta es una situación que se debe aprender a conocer por parte de la opinión pública porque hay personas que no fueron desplazados de su territorio y son víctimas del conflicto por diferentes hechos, entre ellos violencia sexual, delitos contra la vida y contra la libertad, sin embargo, muchos son estigmatizados y señalados de no ser víctimas, se debe entender que todos los desplazados son víctimas, pero no todas las víctimas son desplazadas.

Incertidumbre

El líder social de dicha población dijo que hay muchas verdades a medias, situaciones que se acordaron en La Habana y que en la implementación de los acuerdos de paz el gobierno nacional los ha timado, los ha engañado y el interés es visibilizar todo esto.

Martínez dijo que hay hechos que les duelen demasiado, las víctimas sabían que la implementación de los acuerdos iba a ser difícil pero no tanto, porque en este momento es utópico pensar que el grueso de los acuerdos va a llegar a ser realidad y menos ante el escenario político que se avecina.

Solo promesas

Particularmente se refiere desde la Reforma Rural Integral hasta la participación en política, que con el desaparecido Incoder se dio lugar a la creación de la Agencia Nacional de Tierras, de Desarrollo Rural y la Agencia de reintegración entidades que tenían que cumplir las promesas de acceso a la tierra y ello no se ha hecho realidad.

La implementación de la ANT en el Quindío todavía está muy lejana, las víctimas en la región esperan acercamientos con esta entidad para que por fin se atiendan problemas de formalización de los predios, aspectos del catastro y se cumplan todas las promesas que se hicieron en la liquidación del Incoder a raíz de la implementación de los acuerdos de La Habana y que no son realidad en este momento, ni en el corto o mediano plazo, el deseo es que se puedan tener avances tangibles en esa materia.

Trasquilado

Martínez habla de la participación en política en el Quindío, en donde a pesar de haber tenido municipios que fueron afectados por el conflicto no quedó incluido en las zonas especiales, lo que les permitiría a las víctimas aspirar a curules de la circunscripción especial.

Esa fue una propuesta que hizo la Mesa Nacional en La Habana cuando se envió la comisión y sin embargo las víctimas ven como se empezó a trasquilar el acuerdo por ese lado y hoy en día, tienen en entredicho esa posibilidad, confía en que se revivan, pero amanecerá y veremos, concluye el líder de este sector poblacional en el Quindío.

Amañado

Al referirse al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, con respecto a la Jurisdicción Especial para la Paz, se ha visto como el componente de verdad lo han ido acomodando al amaño de muchas personas que tienen intereses de que no se sepa lo que pasó realmente en este país, por ejemplo los grandes empresarios que patrocinaron grupos paramilitares o grupos guerrilleros, para de una u otra forma intentar pacificar las regiones donde estaban afectados, esa parte de la JEP se trasquiló “ahora vemos como muchas personas que estaban condenadas por justicia penal militar no van a poder decir su verdad con respecto a quien les ordenaba, de donde venían las instrucciones y otro tema que nos preocupa mucho es la responsabilidad de mando, vemos como en sentido diametralmente opuesto, muchos de los guerrilleros que dieron ordenes no van a tener esa responsabilidad de mando como si la tienen los militares y eso son los recortes que se le metieron a la JEP , además de muchos otros sapos que nos hemos tenido que tragar”.

Voto

Se refirió Maicol Martínez, dirigente de víctimas en el Quindío, a la estigmatización de los líderes a quienes se les señala de apoyar el movimiento de las Farc cuando eso es totalmente falso y explica que una cosa es que marcharan defendiendo el proceso de paz y otra es que le digan a la gente que vote por esos individuos, cuando nunca lo han hecho, todo lo contrario.

Nosotros queríamos que ellos vieran que con un voto podemos decirles que no nos gustó lo que nos hicieron, los rechazamos haciendo uso de la democracia y de las herramientas que nos brinda el Estado Social de Derecho, afirma Maicol Martínez.

Tierra

En cuando a la situación de las tierras, se debe tener en cuenta primero lo relacionado con la política pública de acceso a tierras y otra cosa, la política de restitución de tierras.

Explicó que acceso es el derecho de todo colombiano o campesino a tener su tierrita para cultivar y hacer su proyecto de vida, mientras que la restitución es el proceso mediante el cual se le devuelve la tierra a quienes fueron despojados o tuvieron que abandonar o vender su predio por causa del conflicto armado colombiano.

El acceso a tierras es una promesa no solo de la Reforma Agraria sino de la implementación de los acuerdos tras la liquidación del Incoder y la restitución es la posibilidad que tienen quienes fueron despojadas para volver a ellas o recibir unas en igual o mejores condiciones en otra parte de país.

El departamento del Quindío no es ajeno a esa problemática, aquí no se tienen acceso a tierras porque la ANT no ha ingresado a la región y los casos emblemáticos como Pizamal, Caucheras, Buenavista y Córdoba en donde por malos procesos o hechos de corrupción en el Incoder que algún día se tendrán que conocer, les entregaron predios a personas que se vieron sometidas a hacinamiento o en otros casos en donde quisieron hacer procesos de reintegración y reincorporación de diferentes grupos al margen de la ley con civiles víctimas del conflicto, sin previos acercamientos y sin la reconstrucción psicosocial que deben tener estos procesos para que puedan convivir víctimas y victimarios en el mismo predios.

En consecuencia, se generaron nuevos conflictos y hechos revictimizantes, lo que profundizó más el conflicto interno y lejos de lograr la reconciliación se han generado más problemas a estas poblaciones y al departamento.

Engaño

La mujeres víctimas en el Quindío reclaman sus derechos, les han dado tierras que no son cultivables en zonas de protección, las han engañado como en el caso de las Caucheras de Circasia, sobre el cual, se solicitó desde la Mesa Departamental a la Procuraduría que se ponga al frente del caso, porque es increíble que se someta a unas madres cabeza de hogar muchas de ellas con hechos victimizantes de violencia sexual, delitos contra la vida, la integridad física y psicológica a vivir desde hace más de 6 años, en una situación en donde no les entregan un predio formalmente, se encuentran en hacinamiento en un lugar sin capacidad para albergar 80 madres cabeza de hogar, en donde ni siquiera se puede garantizar la unidad agrícola familiar del Plan Básico de Ordenamiento territorial del municipio de Circasia.

Es notorio que se ha trasgredido cualquier cantidad de políticas públicas y lo peor, es la falta de intervención de los entes de control, no se sabe si por complicidad, corrupción o se trata de personas que tienen intereses en esos predios y no quieren que se sepa la verdad o simplemente no existe voluntad política para restituir socioeconómicamente a estas personas, ese es un caso que debe avergonzar al Quindío y a las entidades territoriales.

Romper el silencio

“Las víctimas hemos tenido un problema a lo largo de toda la historia y es que no hemos tenido una posición política, ni un comportamiento colectivo en materia política que nos permita no solamente participar en las contiendas electorales sino luchar por nuestros derechos, llego la hora de que las victimas en el Quindío nos pongamos la camiseta y salgamos a visibilizar nuestros derechos porque nos ha faltado sentido de pertenencia”, afirmó Martínez.

Las víctimas no pueden seguir en esa pose de estarle pidiendo asistencialismo al Estado y en esa pose de mendicidad, es la hora de luchar por sus derechos, la reparación también es responsabilidad de las víctimas, no solo de las entidades,” empecemos por concientizarnos que hay que luchar, alzar la voz, romper el silencio, dejar de ir como ovejas al matadero sin dar la pelea por lo que es justo frente a una sociedad que ha sido indolente con la situación del conflicto interno colombiano” dijo Maicol Martínez, líder de víctimas en la región.