El movimiento político Mira tuvo que llevar en una tractomula los documentos que acreditaban que tenían los votos suficientes para alcanzar el umbral y el derecho a tres senadores de la República, en las elecciones de 2014. La Registraduría, en la contabilidad inicial de los votos, les dio un guarismo que no les alcanzaba, en votos, para obtener el umbral y, por tanto, elegir a sus senadores. Pero el Mira, el partido más organizado de Colombia, había puesto en las mesas de votación a sus testigos y tenía los formularios respectivos de la contabilidad de sus votos. Por eso, en sus cuentas, el número de sufragios que aparecía en los formularios de la Registraduría, era muy superior.

Y, como partido organizado, no se dejó amilanar ni se dio por derrotado. Acudió a todas las instancias y, como lo dijimos arriba, llevó en un tractocamión toda la documentación a la Registraduría, donde tuvieron que desocupar un piso entero para ubicar esos papeles. Presentaron las demandas pertinentes, pelearon en sana lid jurídica y ganaron. El Consejo de Estado les concedió la razón, les devolvió los votos que les habían birlado, con ellos lograron el umbral y ahora les anunciaron que tienen derecho a tres curules en el Senado, en el periodo legislativo 2014-2018, que está por expirar. Un poco tarde, pero como se dice en el argot popular, ‘la justicia cojea, pero llega”.

De la decisión del Consejo de Estado se desprenden varias conclusiones. La primera: fallas protuberantes en la utilización del material el día de las elecciones. El alto tribunal concluyó que la causa de la mala contabilización de los votos del Mira fue la utilización de plumones que no eran de secado rápido, originando que al doblar el tarjetón se produjera una doble marcación, lo que convirtió sus votos en nulos. ¿A cuántos candidatos y partidos más les pasó lo mismo y perdieron las elecciones por este hecho, pero nunca hicieron los reclamos de rigor?

Pero también hubo, según el director del Mira, Carlos Alberto Baena, un fraude en las actas de escrutinio. He ahí otro grave problema que, en ese mismo año y en esas mismas elecciones, quedó evidenciado en el Quindío, cuando se le otorgó curul al candidato Jorge Ricardo Parra, de Cambio Radical, y a los 15 días, por reclamos, se le quitó esa curul y se le dio a Antonio Restrepo. He ahí la importancia de los testigos electorales que deben de tener todos los partidos y candidatos. Esto de los testigos se debe mejorar, afianzar en los procesos electorales.

La segunda conclusión es que esta investigación ha puesto en evidencia la impropiedad de los servicios informáticos con los que cuenta la organización electoral, según lo dijo la propia magistrada ponente del fallo. Esto es, el sistema electoral colombiano no tiene unos servicios informáticos seguros, confiables, que le den garantías electorales a los partidos y a los candidatos.

Y la tercera conclusión nuestra es que el partido Mira, que superó en el nuevo conteo los 356.000 votos del umbral para Senado, se potencializará en estas elecciones, por el triunfo en la disputa jurídica en el Consejo de Estado, y por la fórmula que utilizó para las elecciones actuales, ya no en lista cerrada, sino abierta, con voto preferente.

Los votos válidos para Senado en el 2014 fueron 12.136.466 y el umbral de 356.000. Para este año 2018, se calcula que los votos válidos van a estar alrededor de 14.000.000, es decir que el umbral, que es el 3% de esa cifra, estará por 420.000 sufragios. Este partido, el Mira, tiene que subir, por lo menos 50.000 votantes más que, creemos, los va a obtener y, por tanto, logrará el umbral. Como la cifra repartidora estará cercana a los 110.000 votos, solo le alcanzará para 3 curules en el Senado, de pronto una cuarta.

Finalmente, es pertinente decir que con esta votación, la candidata quindiana del Mira, Aideé Lizarazo, puede estar entre las elegidas y, podremos pronosticar entonces que las posibilidades de que el Quindío tengo no solo uno, sino dos, y de pronto tres senadores, son muy probables.