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Región  |  19 febrero de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Un oportunista suertudo, sus falacias y El Tesoro Quimbaya

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Por Jorge Hernán Velásquez Restrepo y Roberto Restrepo Ramírez, miembros de número de la Academia de Historia del Quindío

Tal como anunciamos en nuestro anterior artículo de El Quindiano, presentamos a continuación la relación del inventario del Tesoro, conciliado con base en tres fuentes diferentes y en diferentes períodos: Catálogo de Vedovelli, Noviembre de 1890; Contrato de compra del Gobierno de Colombia, Agosto de 1891; y, Catálogo del Museo de América, incluido en el libro El Tesoro Quimbaya editado por el Ministerio de Educación y Cultura de España en Marzo de 2017:

A diferencia de lo afirmado históricamente por algunas personas que han tratado el tema, e inclusive lo afirmado erróneamente la semana pasada por el abogado Antonio José Rengifo en el programa de Caracol TV. Los Informantes, los objetos que constituyen El Tesoro Quimbaya que está en el Museo de América de Madrid, son los 433 del siguiente cuadro y no los 122 que menciona Rengifo con tanta suficiencia.

Tal como habíamos mencionado en artículos anteriores, existió la sustitución por lo menos de algunas piezas, entre el inventario de ítems del acta del contrato de compraventa firmado con el Gobierno y lo enviado finalmente a España, tal como la señalada en rojo para el ítem 11 del cuadro anterior, donde no hay ningún objeto que pese el gramaje relacionado en el inventario (0,722 y 0, 3885Kg), pero fue sustituido por otro elemento de peso aproximado, que es el Recipiente antropomorfo femenino sentado, de 1,1105 Kg de peso que aparece en ésta relación. También es demostrativo de esa sustitución el hecho de coexistir en dicha Colección algunas piezas pertenecientes al periodo tardío de la cultura Quimbaya, cuando es de suponerse que la tumba de La Soledad, de donde provienen las piezas, fueran exclusivamente de su periodo de esplendor, o sea lo que se conoce como periodo temprano.

Los ítems 51 y 58, también señalados en rojo en el cuadro anterior, aparecen en el inventario de ítems del acta del contrato de compraventa como un solo ítem cada uno, cuando en el Catálogo de la Colección Quimbaya del Museo de América, se muestran en 3 y dos referencias respectivamente, por haber conformado collares con los elementos que las conformaban.

Consideramos que el cuadro anterior puede ser de utilidad para el Gobierno de Colombia en la solicitud de repatriación del Tesoro Quimbaya, puesto que la cuarta columna relaciona uno a uno los elementos con los códigos que tiene actualmente cada elemento en el Museo de América. Esta relación podrá ser tenida en cuenta, ojalá con el respectivo crédito a quien la elaboró o a los autores de éste artículo, para que no nos pase lo mismo que le pasó al académico de la Academia de Historia del Quindío, Dr. Felipe Arturo Robledo Martínez, cuya tesis doctoral en derecho muy probablemente utilizó su profesor (Rengifo) como parte de la información recopilada para la gestión jurídica que instauró y a la cual se refirió en el programa Los Informantes, sin darle ningún crédito y sin mencionar siquiera a la Academia de Historia del Quindío, que fue el ente que inició desde el año 2003 la reclamación formal ante las autoridades nacionales y españolas.

Otro aspecto, de tipo casuístico mencionado en el programa a que nos referimos llama también la atención, al insinuar Rengifo un amorío entre nuestro ex presidente Carlos Holguín Mallarino y la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, que podría ser su hija. No nos corresponde desmentir lo anterior pero, en nuestro pasado artículo de El Quindiano, demostramos con toda claridad la estrecha relación que sí existió entre Holguín y la suegra de la reina María Cristina, esto es doña Isabel II, o Isabel de Borbón, reina de España entre 1833 y 1868, que tenía casi su misma edad.

También sorprende, por decir lo menos, la falta de consulta de fuentes primarias por parte de Rengifo al no haber tenido en cuenta el contrato de compra del Tesoro a Fabio Lozano Torrijos por parte del Gobierno pues, si lo hubiera tenido en cuenta, debía haberse referido a la relación de las 433 piezas, en lugar de las 122 que menciona erróneamente en el programa de televisión; y, como producto de la acción popular que interpuso, en el fallo de la Corte Constitucional.

De todas maneras, resulta afortunado para el país que se esté tratando el tema en este momento por distintos medios y que existan acciones que pueden llegar a obtener una respuesta positiva por parte de la Corona Española y/o el Gobierno de España, para obtener de regreso lo que nos corresponde como Patrimonio Cultural.

En el próximo artículo comenzaremos a estudiar lo relacionado con la cultura Quimbaya y el territorio que habitaron, procurando describir todos los aspectos vinculados al periodo temprano, o lo que hemos denominado con Carlos Alberto Mora Buitrago (también académico de la Academia de Historia del Quindío) como los Quimbaya Arqueológicos; y, lo relacionado con el período tardío, o sea los Quimbaya Etnohistóricos, que fueron los que encontraron los españoles en la época de la Conquista de su territorio.

 

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