• JUEVES,  25 ABRIL DE 2024

Editorial  |  04 junio de 2018  |  12:00 AM

El parque histórico de Boquía

0 Comentarios

Imagen noticia

Todo en Boquía nos habla de historia

Uno de los sitios más antiguos del Eje Cafetero es el caserío Boquía, en el municipio de Salento. Este vocablo pertenece a la cultura indígena que habitó el lugar y parece que se refiere a la esposa de un jefe de la tribu Tataquí perteneciente a la misma tradición lingüística de los Quindíos. Este sitio fue siempre un lugar de descanso en el denominado Camino del Quindío, construido por los aborígenes para comunicarse con las comunidades de la sabana cundi-boyacense y Popayán cuando aún no habían sido fundados estos pueblos por los españoles. También se constituyó en sitio de apoyo de los primeros viajeros en los siglos XVII, XVIII y XIX, entre ellos los científicos de la Expedición Botánica. Fue paso obligado de los funcionarios de la corona española, presidentes, oidores y tropas realistas. En 1830, el 5 de enero, el Libertador Simón Bolívar pernoctó en una rústica vivienda de Boquía, en una estancia conocida como Tambo y que hoy tiene el nombre de Mapica.

Boquía adquiere trascendencia en el año de 1842 cuando el presidente de la República Pedro Alcántara Herrán creo allí una colonia penal, en los predios de Mapica, en la intersección de la quebrada Boquía con el río Quindío, a donde llegaron presos políticos de Panamá, Cauca y los Llanos Orientales. Un año después, se trasladaron a Boquía los pobladores de una aldea llamada Buriticá que se había establecido a orillas del río Barbas. Los presos eran obligados a arreglar y hacerle mantenimiento al Camino del Quindío, pero cuando cumplieron sus penas se quedaron en la región en actividades de cultivo de la tierra en conjunto con los primeros fundadores. Mucho tiempo después, en el año de 1851, obligados por las continuas crecientes del río, los colonos hicieron un nuevo asentamiento con el nombre de Barcinales, y luego, en 1863, crearon la población Nueva Salento, lugar del hoy municipio quindiano con el mismo nombre.

Boquía es la génesis del poblamiento del Quindío. Sus moradores cultivaban trigo y cebada, además de maíz y otros productos de pan coger. Existía por tanto, según nos lo dice Don Heliodoro Peña en su “Geografía e historia del Quindío”, un molino hidráulico ubicado a orillas de la quebrada Boquía, cuyas piezas aún existen dispersas en varias propiedades rurales. En esa misma zona existe todavía la infraestructura abandonada del ferrocarril que nunca llegó a la región. Se trata del proyecto del túnel del ferrocarril entre Armenia e Ibagué que se intentó por parte de varios gobiernos desde 1938 y que se abandonó definitivamente veinte años después. Sobre la quebrada Boquía aún queda el puente de piedra con sus cuatro arcos salidos del lecho de este cauce. A pocos metros se observan los restos de lo que sería la estación del tren y el viejo caserón de las tropas del ejército. 

Todo en Boquía nos habla de historia. Aún hoy se pueden encontrar restos empedrados del Camino Real del Quindío y antiguas viviendas campesinas donde la nostalgia se revuelve con un paisaje verde, acoplado por el cantar de quebradas que viajan por los riscos milenarios que una vez fueron propiedad de un pueblo que apenas empezamos a descubrir: la cultura de los Quindíos. Por todo esto, Boquía debería ser objeto empresarial y gubernamental para la construcción allí de un parque temático histórico del Quindío, desde su prehispanidad hasta los tiempos del café.

 

 

PUBLICIDAD

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net