Como un espacio para compartir afectos, sabores y esperanza en forma virtual se cumple el encuentro 32 del programa Pan Rebelde en Facebook, con recetas que llegaron para participar en la distancia y disfrutar de la cercanía virtual.

El equipo Pan Rebelde, la Fundación Educar de Ida y Vuelta y el Grupo de Investigación en Noviolencia, Paz y Desarrollo Humano del Programa Trabajo Social de la Universidad del Quindío, dieron continuidad en tiempos del Coronavirus a sus actividades de búsqueda de las comidas tradicionales, compartir historias y ejercer resistencia a las estrategias de empresas multinacionales de alimentos por imponer hábitos de consumo que alejan a la gente su identidad cultural y de la conexión con el territorio.

El evento que se realiza cada dos meses por los municipios del Quindío, con la presencia de participantes que aportan preparaciones gastronómicas basadas en productos tradicionales de la región como el bore, la mafafa, la pringamoza, la quinua, el amaranto, el maíz, las diversas variedades de yuca, plátano, fríjol, cidra y el chachafruto, entre otros, esta vez se hace por internet para respetar el confinamiento y velar por la salud y la vida de quienes cumplen la cita.

Para el efecto, los participantes enviaron fotos de cada preparación culinaria y la explicación de la receta escrita o en vídeo, con el gusto de compartir afectos, sabores y esperanza según lo anticipado por sus promotores del encuentro virtual de corazones y experiencias culinarias al estilo Pan Rebelde.

En ese sentido los asistentes se enfocaron en la elaboración culinaria con los ingredientes que tuvieron a mano, la mayoría incluyeron frutos tradicionales del territorio y muchos se dedicaron a preparar bebidas o recetas para fortalecer el sistema inmunitario y la capacidad de resistir a la pandemia que afecta al planeta.

Escribieron las recetas preparadas o enviaron videos explicando la manera como lograron el producto final con el nombre y fotografías, al tiempo que retrataron a los cocineros o a la familia degustando el plato elaborado.

Los organizadores del encuentro indicaron que al compartir las recetas se busca contagiar alegría y optimismo, indispensables para elevar las defensas y ejercer resistencia a cualquier virus que quiera atacar.