De acuerdo con el monitoreo realizado por la Defensoría del Pueblo, en Armenia se estaría estructurando un mercado dominado por las drogas sintéticas con fuerte presencia en la zona norte, que provendría del departamento de Antioquia o que sería elaborado en pequeñas cocinas de la ciudad, y comercializado a través de servicios de domicilio.

En la Alerta Temprana expedida en esta zona del país explica que dentro de estas drogas sintéticas, se destaca el LSD, las metanfetaminas, el éxtasis y el 2CB, de aparición más o menos reciente, cuyo valor se acerca a los $160.000 por gramo.

Informa que dicho mercado ha comenzado a ser controlado por los grupos armados de delincuencia organizada, sin que los miembros de la Policía y de la Sijin, en el departamento del Quindío, cuenten con la suficiente capacitación para la identificación de estas sustancias.

Por su parte, hacia el centro y sur de Armenia, se han venido consolidando las denominadas “ollas” para el expendio de cocaína, marihuana y bazuco, en donde la compra se hace de manera directa, teniendo la papeleta de bazuco un costo aproximado de mil pesos.

En el centro de la ciudad se ha identificado la presencia de centros de consumo en los que además de los estupefacientes, se suministra alimentación y se instrumentaliza a mujeres para la realización de actividades sexuales en contextos de prostitución.

Así mismo, se ha configurado un circuito de prostitución de altísimo nivel para turistas, los grupos y redes a cargo de estas actividades, estarían igualmente obligados a tributar al GADO “La Oficina”.

Finalmente, se tiene conocimiento que el GADO “la Oficina” tendría a su cargo el estudio de zonas de ubicación de establecimientos educativos, y estaría asignando a GADO locales, el control de estos territorios mediante la inducción de niños, niñas, adolescentes y jóvenes desde los 6 y 8 años al consumo de estupefacientes, como estrategia para someterles al uso y utilización en la distribución de estupefacientes en el barrio y en las instituciones educativas donde estudian, y el desarrollo de actividades de vigilancia e inteligencia o campaneo, además del cobro de extorsiones.