Contando con donaciones hechas por la DIAN, la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero resolvió necesidades apremiantes de los proyectos piscícola Manasés de Filandia y textil Estilo Pacífico en Armenia, a quienes entregó insumos para mejorar la productividad de los emprendimientos.

Se explicó que el proyecto “Manasés”, que significa en el contexto bíblico “Dios me hizo olvidar” nació en el 2014 con apoyo de la Diócesis de Armenia que, detectar las necesidades perentorias de las víctimas en el Quindío, montó varios proyectos, entre ellos el de piscicultura en el municipio de Filandia.

El punto de partida fue un cultivo de la tilapia negra y plateada y, luego, tras los buenos resultados y hacer el estudio de mercado local, decidieron cultivar tilapia roja, mucho más fácil de comercializar, por lo cual se construyeron algunos lagos alrededor de invernaderos de tomate cercanos al casco urbano de Filandia, lo que permitió su crecimiento a la par de la capacitación con varias entidades.

Con el fin de fortalecer la iniciativa en mención, la directora territorial de la Unidad para las Víctimas Laura Moreno le entregó una motocicleta eléctrica, quien afirmó “Realizar este tipo de donaciones nos alegra de manera infinita, ya que vemos la cara de satisfacción de personas que han querido salir adelante mediante sus proyectos productivos y con esto les estamos dando un nuevo impulso anímico para continuar trabajando y mejorar la calidad de vida de sus familias en el territorio”.

Por su parte, Mefir Castillo, líder y representante legal del proyecto, expresó su satisfacción “En realidad estamos muy agradecidos con la Unidad porque la donación de esta moto nos va a servir mucho para el transporte del alimento de los peces, el cargue de los alevinos y desde luego en la parte de distribución del pescado una vez que se coseche, sin duda alguna nos llega este elemento como anillo al dedo”.

En cuanto a Estilo Pacífico, Francia Mosquera, víctima de desplazamiento, quien llegó hace 8 años al Quindío y representante legal de la empresa, afirmó que se trata de una iniciativa dedicada a la fabricación y comercialización de turbantes y accesorios, que desde el año 2014 no ha parado de crecer.

Explicó que su emprendimiento recibió una buena donación de telas de distintos tipos y materias primas para la producción textil, lo que seguramente mejorará su producción y les generarán ingresos que servirán para el crecimiento personal y productivo de las familias que se encuentran alrededor de esta idea productiva.

Visiblemente complacida, Mosquera se refirió a los buenos resultados obtenidos en la fábrica “Gracias a la ayuda de la Unidad para las Víctimas nuestro emprendimiento ha crecido, estamos muy agradecidos por este material que estamos recibiendo, tenemos un motivo para celebrar y continuar trabajando, ahora estamos pensando en fortalecernos como empresa y poder darles la mano a otras familias que como nosotros sufrieron con el conflicto armado”, concluyó.