Los sacerdotes de la Diócesis de Armenia, se encuentran a la espera de las instrucciones del obispo Monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez en cuanto se relaciona con las modificaciones que se aplicarán en el Quindío al ritual del Miércoles de Ceniza, el 17 de febrero, teniendo en cuenta el recrudecimiento de la pandemia por el Covid-19.

Tras enterarse de las decisiones adoptadas por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, publicadas desde el Vaticano, en torno a los cambios que se aplicarán en el mundo católico, con motivo de la aplicación de la Santa Ceniza, los sacerdotes se abstuvieron de explicar las modificaciones de dicha celebración en los 12 municipios del Quindío, hasta recibir instrucciones de monseñor.

Algunos presbíteros indicaron que el propósito de la iglesia es que el rito del Miércoles de Ceniza, sea adaptado a las medidas de seguridad sanitarias con motivo de la pandemia.

Desde el Vaticano se explicó que "pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás».

Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada".

La imposición de la Santa Ceniza fue modificada para evitar contagios de covid-19 durante el Miércoles de Ceniza, que este año será el 17 de febrero.

Con esto, la señal de la cruz ya no la portarán los fieles en la frente, sino que se las dejarán caer sobre la cabeza.