En el Instituto Tecnológico de Calarcá, profesores y alumnos que empezaron clases en alternancia se pusieron felices, aunque hay que tener en cuenta las medidas de bioseguridad y ser muy responsables, estos actores educativos consideran que estar en clases presenciales facilita el proceso de aprendizaje.

La profesora Adriana Milena Mora dice que empezaron con protocolos de bioseguridad desde el año pasado, en una ardua tarea que lleva dos meses largos, en procura de lograr la aprobación de ese ingente trabajo que permitió empezar su actividad en el colegio y con alumnos la semana anterior.

Dice esta docente que la actividad previa al inicio de la alternancia en la educación, les ha generado incertidumbre, no ha sido fácil, pero sí muy gratificante teniendo en cuenta que la educación es un ejercicio social.

Estar en el colegio viabiliza el aprendizaje de los muchachos, en el Instituto decidieron empezar con los grados 10 y 11 debido a las Pruebas Saber y para ella como docente de Química, se facilita la enseñabilidad en vivo y en directo, dice que es más empático, más amigable y para los alumnos la recepción del conocimiento es mucho mejor, porque no tienen los agentes distractores que les ofrece su casa y porque están mucho más concentrados.

Entiende esta maestra que hay que hacer las cosas con mucha responsabilidad, muy bien hechas sabiendo lo que se pone en juego y entiende que no todos los colegios cuentan con las condiciones, por ejemplo, el distanciamiento, el aplicativo y las medidas de bioseguridad, por eso empezaron, hay otros colegios que no las tienen y para ellos no es adecuado trabajar en forma presencial.

Agrega que ellos pudieron empezar con grupos pequeños y lo están haciendo convencidos que mejora mucho la calidad educativa y señaló que no se alcanzan a imaginar lo difícil que es para un docente y lo comprometedor dictar una clase virtual.

También para los estudiantes es emocionante volver al colegio, entre ellos Samuel Santa Cardenas del grado 11, expresó su felicidad de regresar porque por el celular se distrae mucho, lo ponen a hacer mandados y otras cosas de la casa.

Agrega este joven que la rutina de la casa es muy repetitiva, en cambio en el colegio, puede hablar con la profesora y con los compañeros, de tal manera que se aprende distinto.

Para Samuel la llegada al plantel fué difícil pero se ha ido acostumbrando al distanciamiento y al fin y al cabo es mucho mejor estar en el colegio que viéndolos por una pantalla.