Hagamos memoria sobre las películas que más me hayan impactado.

Ben-Hur con las competencias en los carros tirados por caballos, El Exorcista, con la transformación del rostro de la protagonista, fue terrorífica, Cleopatra por todo el esplendor y lujo que existió en siglos pasados.

El cine, llamado el séptimo arte, considero, es de las mejores creaciones de la humanidad. Es como la vida misma porque muestra y transmite todas las facetas del hombre.

Comencé a ver cine aproximadamente a los cuatro años. Recuerdo que mi abuela me contó que antes el cine era mudo y por cierto, alguna vez vi una película muda de Charles Chaplin.

Estas son algunas anécdotas en los teatros. En los años 60´s y 70´s el cine se había convertido, por excelencia, en el programa favorito de la mayoría de bogotanos. Era un espectáculo de multitudes con personajes como el revendedor de boletas que incrementaba con creces el valor de la entrada, especialmente cuando la película era éxito de taquilla y nadie se la quería perder. A como diera lugar todos queríamos ver el estreno, y varias veces compramos la entrada al doble de su precio oficial.

En una ocasión mi mamá quería ver una película y fuimos sin papá, quien por su trabajo había viajado a otra ciudad. Llegamos al teatro con mi hermana bebé y mi hermano mayor que en ese momento era el hombre de la casa y me llevaba de la mano.

“Sra. No puede entrar con bebé”, dijo el portero.

“El niño y la niña si pueden entrar, la película es para todo público”.

Pobre mamá. Estaba tan ilusionada por ver la película… pero como buena mamá, nos dejó en el teatro. Mi hermano y yo vimos la película, se titulaba La Mujer Serpiente, pura ficción. Una mujer bella se introducía en un jarrón gigante y se convertía en serpiente.

Años más tarde, ya mayor de edad, casada, con hijas y embarazada, presentaron una película de terror llamada El Exorcista. En esa época algunas películas estaban clasificadas para mayores de veintiún años y precisamente esta era una.

El portero cuando me vio embarazada con aspecto juvenil y boleta en mano me pidió la cédula; según su apreciación yo era una adolescente de catorce o quince años. Luego de mostrarle el documento y disponerme a entrar tranquila, me volvió a detener diciendo:

“No puede entrar porque está embarazada y el tema de la cinta es muy fuerte”.

No pudimos entrar. Pasaron dos años para poderla ver.

En otra ocasión, estuvo en furor la película titulada “El Planeta de los Simios”. Tan impactante que originó gran polémica debido a su temática. Vista de otra manera, fue una excelente película por la caracterización lograda (simios vestidos y actuando como humanos). Personalmente pienso que quedó para la posteridad.

El cine, sea de ficción, histórico, drama, humor u otro género es y será, lo vuelvo a decir, la mejor creación de la humanidad

Como adulta mayor, bogotana, educada, trabajadora y feliz, siento que haber conocido el cine en mi niñez fue parte de mi formación y disfrute en la familia.