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Armenia  |  28 enero de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

TESTIMONIO. El terremoto se llevó a mamá y a mis dos hermanitos: Jamás los olvidaremos

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Esta era mi familia en el año 1999, año del Terremoto

Por Katherín Andrea Reyes

Aquel 25 de enero de 1999 tuve que verte partir de mi vida para siempre, mis pequeñas manos no lograron retenerte.

Lo poco que recuerdo de esa mañana que era muy normal, mi mamá salió muy temprano porque fue a matricularnos en la escuela a mis hermanos y a mí. Vivíamos en el barrio 7 de agosto de Armnia.

Nosotros nos quedamos con mi tía Amparo, porque ella vivía con nosotros en la casa con mi prima Ana Lucía y sus 2 hijos Daniel y Juan Diego.

Mi mamá salió de las matrículas y arrimó donde mi abuela, (tal vez fue una premonición o solo la monotonía de la vida) pero le dijo a mi abuela que estaba muy aburrida, que ella quería irse lejos con sus hijos donde nadie le molestará la vida. Mi mamá se despidió de mi abuela y ella le dijo que iría más tarde para que hablaran.

A eso de las 11 de la mañana, al ver mi tía Amparo que mi mamá no llegaba se puso a hacer el almuerzo, pues ese había sido el compromiso con mi madre. Bueno, así transcurrió la mañana y casi al medio día llegó mi tío Fernando a almorzar. Al momento llegó mi mamá a la casa y dijo que estaba cansada, llamo a mi hermana Jenny y le pidió que fuera a la tienda a comprar una panela, mis hermanos David, Sharon y yo le pedimos que nos llevara, pero ella no quiso. “Ah, siempre tengo que llevarlos no molesten que no los voy a llevar”, dijo Jenny. Mi mamá le pidió que no fuera odiosa, que nos llevará, pero igual no nos convidó.

Mi tío Fernando almorzó y se fue a recostar, mi tía Amparo estaba en la sala almorzando, comiendo frijoles en la olla, cuando entro una llamada, era mi tía Luz que le decía que desconectará todo en la casa (tenía un mal presentimiento). Cuando mi tía Amparo estaba hablando con ella la pared de la sala se abrió en dos, mi mamá se paró y cogió a mis hermanitos, ellos estaban sentados en las escaleras, mi tío Fernando se desoriento por completo, mi prima Ana, que estaba en ese momento dándole pecho a su hijo Juan Diego, al sentir el movimiento intento levantarse, pero al instante volvió a caer a la cama, mientras gritaba que cogiera a Daniel su otro hijo, mi tío Fernando en shock repetía: ‘No hay tiempo’.

Mi tía Amparo, al ver que mi tío Fernando no reaccionaba corrió a coger a Daniel, mientras veía cómo las paredes y el techo se agrietaban con los fuertes movimientos, al tiempo les repetía que se calmaran y oraran. De repente la casa empezó a derrumbarse. Mi tía nos dijo que nos tiramos al piso, en ese instante mi hermano Jhon se abalanzó sobre mi para protegerme y que nada me cayera encima. Pero sobre él cayeron muchos escombros, una teja le rompió la cabeza, quedó muy mal herido, de aquello tiene una gran cicatriz en forma de L, mi tío quedó sobre las escaleras, una parte de la plancha le cayó encima, y le partió una de sus piernas, mi tía Amparo quedó muy golpeada al igual que mi prima Ana Lucía, partes de la plancha cayó sobre su espalda.

Mis hermanos y primos, unos años después del terremoto, visitando la tumba de mi madre y mis dos hermanos.

Pero mi mamá no corrió con la misma suerte que nosotros, ella murió junto con mis dos hermanos pequeños David y Sharon , en el momento en que ella los tomo en sus manos cayó sentada y mis hermanos se fueron al suelo, la plancha de la casa cayó sobre ella que con las piernas estiradas y su carita contra las rodillas, totalmente sometida por el piso y la plancha su rostros de desfiguró y sus costillas se partieron. Mi hermanito David murió reventado por dentro, mi hermana Sharon murió asfixiada debido a tanto polvo.

Mi tío Fernando empezó a llamar a gritos desesperados a mi mamá, alcanzaba a tocarle su mano, pero ella no contestaba. Fue una tragedia horrible, pero yo solo tenía 5 años y el shock del momento me dejó inerte.

Ya pasado el terremoto llegó mi hermana Jenny, que estaba en la tienda y nos llamaba a gritos. Luchó y luchó hasta que logró sacarnos a mi hermano Jhon y a mí por un hueco por el que apenas cambiamos, a mí no se me veía la cara porque la tenía bañada en sangre, aunque solo tenía pequeños rasguños. Era la sangre de mi hermano que por protegerme quedó muy mal herido, a él lo llevaron al hospital, de no haber sido así mi hermano también hubiera muerto.

En el transcurso de la tarde fueron rescatando primero a mi prima Ana con su hijo Juan Diego, luego a mi tía Amparo con el otro hijo de Ana, Daniel; siguió mi tío Fernando, que estaba muy mal herido e inmediatamente lo trasladaron a la ciudad de Bogotá. Ya más tarde sacaron, ya muertos, a mis hermanos y por último a mi mamá.

Fue muy duro pues como les dije era tan solo una pequeña niña de 5 años, mi hermano Jhon tenía 10 años y mi hermana Jenny 12 años, además del dolor incontenible por la pérdida de mi mamá y mis hermanos, también estaba la incertidumbre de no saber qué iba a pasar con nosotros.

No quedamos solos, pues doy gracias a Dios que tengo familia que nos acogió con amor, además mis hermanos Jhon y Jenny siempre han estado ahí conmigo, te doy gracias hermanito pues tú me protegiste y a ti hermana pues siempre ha sido mi más grande apoyo.

Madre te doy gracias, y aunque sé que te perdí en físico aún sé que los tengo, pues gracias a Dios sé que somos la prolongación de tu existencia y los pocos recuerdos que tengo de ti son siempre el gran amor que nos brindaste te amamos y nunca te olvidaremos.

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