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Cultura  |  03 marzo de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Huir para vencer…

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Por Manuel Tiberio Bermúdez

El campo colombiano hace mucho dejó de ser un lugar tranquilo para vivir. La sinrazón lo llenó de gritos de horror, de llanto y de disparos que salen desde cualquier ideología de barbarie para sembrar de muerte los caminos y los surcos de la patria.

Es por eso que hay que celebrar que haya personas que le canten a la paz, que festejen la vida desde un libro en busca de solidaridades, para desde sus páginas, llamar al perdón, pero sobre todo para cantar la existencia.  

La protagonista de nuestra historia fue una niña campesina que vivía en la vereda Los Medios, de Granada, Antioquía. Se recuerda feliz cuando trabajaba cogiendo café, cortando caña u ordeñando las vacas.

«Siempre participaba de las actividades culturales en la escuela actuando o haciendo fonomimicas. Me encantaba escribir cartas a los chicos de los que me enamoraba, pero nunca se las entregaba», dice hoy, Camila Duque Hoyos, cuyo nombre artístico es Camila Delacruz.

Pero esa alegría fue interrumpida por la llegada a la vereda de la guerrilla y los paramilitares.

Así lo rememora Camila: «veía hombres con armas, y las caras llenas de enojo. A veces amenazaban a mis padres para que fuera a reuniones que ellos organizaban en las que les decían que debían ayudarlos.

«El gobierno Colombiano envió al ejército para combatir esos grupos, y esto hizo que los niños y campesinos quedáramos atrapados en medio de la guerra, la muerte, la sangre, el secuestro y el miedo constante que no nos dejaba dormir.  

«Nosotros vivíamos en una casa que tenía el baño afuera y muchas veces las personas de los grupos ilegales se bañaban ahí. Me fui llenando de mucho miedo: el sonido de las balas, el estallido de las bombas fueron llenando mi corazón y mente de mucho temor. Aunque éramos muy pobres y mis padres muchas veces no tenían para darnos buena comida; sin embargo, siempre nos daban algo de comer».

Huir para vencer

Camila Duque Hoyos, es la autora de la novela «Huir para vencer», su primer trabajo literario de largo aliento. En el capítulo uno escribe:

“Recordé entonces el sonido de los primeros balazos que empujó a los habitantes de Granada Antioquia, en el año 2000, a correr por el pasillo de las casas y a entrar a sus cuartos para protegerse. Muchos platos de almuerzo recién servidos quedaron echando humo en las mesas, mientras sus dueños se tiraban al piso, temblando sobrecogidos por el temor. Hombres con vestiduras verdes y botas llenas de barro usaban las armas para dispararle a todo lo que se moviera por las calles del pueblo granadino. La rutina de aquel mediodía había sido interrumpida por los estruendos de la guerra. “

¿Cómo fue su acercamiento a la escritura y que tanto influyeron sus padres y su entorno para decidirse a los caminos de la escritura?

«Aunque mi mamá no pudo terminar la primaria, ella aprendió a leer y a escribir en su casa, y ella fue quien me enseñó y me ayudó a desarrollar esas habilidades desde pequeña. Incluso, cuando entré a primero, las profesoras me querían promover, pero mi mamá no aceptó.

Hay algo que recuerdo mucho en mi niñez: tenía un mejor amigo que se llamaba Camilo y él escribía muy lento, entonces cuando quedábamos de últimos en el salón él se ponía a barrer y trapear mientras yo lo desatrasaba.  Yo prefería escribir que hacer aseo».

Qué circunstancias la deciden a escribir: ¿cuándo y dónde fueron las primeras veces que sometió su talento cómo escritora a consideración del público?

«Llegué a Medellín desplazada por la violencia junto a mi familia cuando tenía 12 años. Era una campesina. En muchos sentidos me sentía muy atrasada en conocimientos ante los citadinos. Sin embargo, tenía el talento de la oralidad, y algunos profesores vieron ese talento y comenzaron a animarme a declamar poemas, a cantar.

«Llevaba un diario de mi vida, aunque era secreto. Cuando me gradué del colegio me dieron una beca para estudiar cuentería en una escuela que forma narradores de manera profesional. Se llama «Viva palabra».

«Ahí empecé a fortalecer el tema de la escritura de cuentos que los profesores me corregían. Luego me arriesgué a presentar mi cuento “El chocolate” en un Festival Internacional de Cuentería en Medellín que se llama: «Entre Cuentos y Flores». Aunque el jurado no me eligió como ganadora, el público sí».

‘Cual fue la obra que hizo y dio a conocer y que efectos tuvo entre el público y en la crítica?

«Ya de manera más profesional en el 2010 me presenté con la obra: “Lengua Sudada”. En ese espectáculo narró un cuento que escribí que se llama “Las carnes y los vegetales”. Ese proyecto lo presenté ante los profesores de la escuela para graduarme como cuentera profesional, pero ellos no lo avalaron. Sin embargo, usted sabe que una como artista es terca, y Ramon Delacruz, quien era mi director artístico en ese tiempo me dijo: «pues de todas maneras nos vamos a graduar».

Buscamos un teatro fuera de la escuela y allí presentamos el espectáculo para 80 niños. En esa época no me dieron el cartón como cuentera profesional, pero yo seguí presentando esa obra en diferentes espacios. Incluso en la Fiesta el libro y la cultura de Medellín.

Varios años después fui y le dije al director de la escuela: «Yo creo que ya me merezco el diploma». Y sí, me lo dieron. J aja .No me di por vencida. El público ama ese espectáculo, en especial los que les gusta leer».

¿Qué la decide a escribir la novela «Huir para vencer»?

«Después de leer varios libros en género novela me quedaba en mi pecho el anhelo profundo de escribir mi propio libro, pero no tenía las herramientas. Así que comencé a asistir a diferentes charlas sobre cómo escribir un libro. Conocí a Jeins Durán, el autor de Celda 212. Él comentó que daba mentorías y decidí empezar a trabajar en la escritura de mi libro bajo su guía.

Luego en el 2022 me gané un estímulo de arte y cultura en la categoría: novela inédita. Con ese dinero me senté a terminar y a corregir cada detalle del libro. Contraté una correctora de estilo, la caleña, María Terreros. Ella me ayudó a darle el toque final con las correcciones gramaticales, de coherencia para que toda la historia se entendiera.

¿Qué va a encontrar el lector que decida asomarse a su historia?

Para responder le comparto la sinopsis:

«Después de la incursión guerrillera y paramilitar en su pueblo –Granada, Antioquia-, Camila que estaba por cumplir 12 años, es visitada por la guerrilla, uno de los grupos ilegales más peligrosos de Colombia, para ser reclutada en sus filas de guerra. Junto a su familia, huyen a Medellín y allí llegan a vivir al basurero de la ciudad: Moravia. Camila tendrá que decidir entre el odio y el perdón».

Usted señala que «Huir para vencer» es una novela sobre el perdón. Aclárenos este aspecto de su libro.

«Sobre el conflicto armado en el oriente antioqueño se han escrito muchos libros, donde se narra la cruda realidad de las muertes, los secuestros, las desapariciones. Mi libro contiene esos temas históricos, pero no se queda allí, pues el personaje sufre una transformación a raíz de la guerra que tiene que vivir y eso la lleva por un camino donde debe aprender a ser resiliente, a perdonar a la guerrilla e incluso al estado por no cumplir con lo que le correspondía para defender a las víctimas.

Yo quiero que las personas, mientras leen este libro, sientan que las letras son bálsamo a sus heridas y que se den en cuenta de lo importante que es perdonar».

¿Cómo ha recibido tanto el público como la crítica su novela?

«Creo que ha superado mis expectativas, pues publicamos el libro el 16 de diciembre del 2023 y en dos meses el libro ya ha sido leído en varias ciudades de Colombia, en Costa Rica, Noruega, Holanda y Estados Unidos. También en Cali encontré mucho apoyo con la Colonia Granadina y el doctor Octavio Quintero quien me ha brindado la mano».

¿Escribir es establecer un compromiso con los lectores ha pensado tomar la literatura como norte de su vida o con “Huir para vencer” ha exorcizado eso que llaman los demonios interiores?

«Quienes me conocen saben que el arte es el don que Dios me ha dado. Desde hace 17 años hago teatro, soy narradora, escribo cuentos y canciones. Es la primera vez que publicó una novela y me emociona pensar en poder escribir otra. Creo que me estoy abriendo camino en algo nuevo y cada proceso lleva su tiempo. Mi meta más cercana es traducir “Huir para vencer” al inglés, ya estoy trabajando en ello».

¿Cuáles fueron las motivaciones principales al escribir la novela?

«Mi motivación principal fue dar testimonio de que es posible perdonar, ser resilientes y salir adelante con los dones y talentos que Dios le da a cada uno. Yo he podido ir por nueve países a compartir teatro, cuentos, canciones. Ahora quiero seguir viajando, y que la gente pueda leer este libro y que sea de inspiración para que ellos se levanten en medio de cualquier situación difícil que tengan».

¿Qué fue lo más doloroso para usted al escribir la novela?

«Me dolió mucho entrevistar a mis padres para que ellos me contaran todo el dolor que experimentaron cuando me iban a reclutar a mis 12 años y como huir era la única opción. Abandonar la finca, la vaca, las gallinas, perder todo por salvar la vida de su hija. Me costó mucho escribir esa parte de la historia, y narrarla me ha hecho admirar más a mis padres y honrarlos en vida».

¿Siente temor de haber escrito este libro o cree que el pasado ya no le volverá a alcanzar?

«Cuando estoy contando en público de lo que se trata el libro sí siento un poco de temor porque uno nunca sabe que en ese lugar haya una persona con mucho rencor y pueda reaccionar mal. Sé lo doloroso que es perdonar, y recuerdo mucho cuando los lideres de la guerrilla fueron a nuestro pueblo Granada a pedir perdón y muchos que conozco dijeron: yo no los perdono».

Veamos lo que la autora escribe en el capítulo final: “Nos aferramos a la montaña y subimos buscando el camino. Allí estaba la casa de mi tía y su esposo, quien nunca volvió a aparecer desde que la guerrilla se lo llevó para una reunión.

Mis primas empezaron a llorar y a decirle palabras tiernas a su casa como quien acaricia a un bebé que necesita ser sano de una enfermedad: «Mi bebé preciosa como está de sucia, ¿quién me la abandonó así?». Las paredes estaban llenas de heces de murciélago y ellas comenzaron a tirarles agua, en un intento por borrar toda huella de abandono.”

¿Cuáles cree usted, son las condiciones que hace de alguien un escritor?

«Para mí un escritor es alguien que ama poner en letras lo que siente, lo que ve, lo que huele y luego lo comparte para el deleite de otros».

¿Cómo está dando a conocer su novela?

«He tenido mucho apoyo de medios de comunicación, estoy siendo invitada a clubes de lectura, los amigos me recomiendan y también posteando en redes sociales. Así mismo, vendemos lapiceros en bambú que tienen tallado el título de la novela y camisetas con fragmentos del libro».

¿Su condición de mujer ha sido impedimento para escribir o por el contrario se la ha facilitado?

«Yo me siento feliz como mujer de estar abriendo camino en la literatura, y tanto hombres como mujeres me están apoyando. Nos necesitamos unos a otros.

¿Qué es para usted la literatura?

«Me gusta mucho la definición que da la Real Academia: literatura es el «arte de la expresión verbal»​. Es decir, la palabra crea».

¿Cuáles son sus proyectos a mediano y corto plazo?

«Además de la traducción del libro, estaremos haciendo giras nacionales e internacionales. Voy a regresar a Cali en junio para participar de un evento que organiza la Colonia Granadina que se llama «La Romería». También en LiberTienda Café, nos ofrecieron el espacio para presentar el libro allí. Además, iremos a la costa de Colombia y seguimos buscando contactos para dar a conocer el libro».

¿Una frase que sea la que la impulsa cada día? 

“Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir” Romanos 12:2b

Una reflexión para quienes deseen emprender los caminos de la escritura.

«Que se tengan mucha paciencia. Escribir bien toma tiempo y vale la pena cada trasnochada, recibirás recompensa».

¿Hay algo que quieras agregar?

Que mi libro lo pueden conseguir por medio de mis redes sociales: @CamilaDelacruzArtista o por Whatsapp: +57 3207512139

Leer la novela de Camila Duque Hoyos «Huir para vencer» será insistir en la lectura de esa Colombia que a todos nos duele; la de la violencia que no termina, la del horror que queremos dejar atrás pero que las sinrazones de los odios y el apetito por el dinero fácil no lo ha permitido. Ojalá esta novela sea un recordatorio de lo hoy continúa sucediendo y que señaló el poeta

«Los muchachos conversan con sus novias
y se mueren de amor y de balazos».

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