“El corazón de todo hombre y de toda mujer alberga en su interior el deseo de una vida plena, de la que forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que hay, que acoger y querer”, Papa Francisco.

Con el sentimiento que nos une como humanistas, como luchadores por la paz, como defensores de la vida hacemos un llamado a todo el estamento político, gremios, iglesias, academia, organizaciones de participación ciudadana y a todos los habitantes de esta bella región quindiana, para que juntos ayudemos a edificar y materializar la tan anhelada paz con justicia social, equidad y solidaridad.

Los lamentables hechos de violencia social, corrupción, desempleo y pobreza en el departamento deben llamar la atención de todos los quindianos incentivar actitudes que inviten a la reconciliación y al abrazo fraternal, para construir una sociedad incluyente sin temor a la estigmatización o agresión por pensar y expresar opiniones diferentes o contrarias a las de la mayoría.

Las manifestaciones de violencia acaecidas en los últimos meses reportadas por los medios de comunicación han puesto a la luz pública situaciones de intolerancia política, violencia de género e intrafamiliar y amenazas a líderes sociales que podrían conducirnos a nuevas formas de violencia que no son comunes, ni deseables en nuestro departamento. Por lo anterior, hacemos un llamado a la reconciliación, la paz, la tolerancia y la solidaridad.

Es el momento de recorrer un camino sin espinas, es la hora de regalarnos una flor y un abrazo de sinceridad y honestidad, por amor a la región que nos vio nacer sin odios ni rencores, unamos nuestras voces y corazones de hermanos, que la violencia y las armas no sean instrumentos para imponer ideas, que el debate sea con altura, democrático, plural, respetuoso y el medio para dirimir nuestras diferencias. Es la oportunidad de dejar a un lado los odios, para entrar en la era de la concordia y brindar por la ternura para sellar un nuevo pacto de amor por los quindianos.

Invitamos a todos la comunidad que habita en el Quindío a que se unan a la reconciliación, el perdón, la solidaridad y el progreso de la región. Reclamamos una Colombia incluyente en paz con justicia social, cultura democrática, respetuosa y garante de los Derechos Humanos, la vida y la diversidad.

A los que por distintas razones han tenido motivaciones violentas el Consejo Departamental de Paz les extiende una mano de perdón y reconciliación donde seguiremos construyendo paz y ciudadanía. Podemos soñar con nuevas alboradas de brillantes gotas de rocío, venimos a hablar con la voz de la armonía y la tolerancia, con el lenguaje de manos que se estrechan, como lo expresó el poeta Gonzalo Arango “No para ser dos manos, si no para ser manos unidas”

Cordialmente,

Consejo Departamental de Paz, Quindío.