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Columnistas  |  16 diciembre de 2018  |  12:33 AM |  Escrito por: Carlos Alberto Agudelo Arcila

Desentrañismos

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Carlos Alberto Agudelo Arcila

Belleza sexual, sensual, frágil, exótica, extraña, natural, tierna, sutil, olorosa, imposible, fehaciente, objetiva, subjetiva, abstracta, espiritual, material, coetánea, envejecida…Todas para ser bebidas a manera de tisana, mientras impera el deseo de desnudarse, al prestar atención a la desesperanza mortal que en la hondura de la belleza habita.

Soy el apóstrofe de un aforismo que jamás pienso escribir.

Lo absoluto como medida esquizofrénica del cero a la izquierda.

Lo absoluto y relativo del viento que excita mi pensamiento erótico.

Lo categórico como canibalismo que promulgan egos al hacer frente al amor.

Un fragmento de la casa Un fragmento de la roca La rosa perfuma el tiempo por llegar.

Verbosidad que se consume a través de las llamas de sí misma.

Le ruego a Dios una ballena que nade en el rocío que vislumbro sobre los geranios de mi casa.

Sonidos mundanos resquebrajan el aire que ocupa la mirada solitaria del destino.

Ladridos huyen de la sombra del amo perverso.

Parece que se requiere un cronograma perfecto para acoplar el tiempo en el tiempo, que desperdicia el perezoso.

Ruidos que encajan con precisión en el cuarto de rebujo del orbe.

Sangre con olor a literatura por escribirse.

Muchas veces en la casa de la humildad se oculta la hipocresía.

El mentiroso, carroñero que alimenta su imaginación en la podredumbre de la mentira.

El muro en la pintura delineado por ladrillos bajo sospecha de ser un regalo del surrealismo.

La tarde que sale de un gris del costado de TristanTzara.

El impulso onírico de Salvador Dalí de introducir la llaga en el dedo.

El modelo posa sobre la cruz que construyó Francisco de Asís, con su humildad.

Sicologías de lombrices empluman la tarde de pavos reales, para escuchar el tercer gallo en su canto.

Extiende la sombra con la cual matas el hambre. Repártela en porciones iguales, invita moscas del mundanal basurero a disfrutar la última cena, antes de crucificar al menesteroso sobre el plato vacío.

Escucha música del viento en el árbol, con cuyo leño se fabricará el clarinete.

Si Dios creó al hombre a imagen y semejanza de Dios, la imagen y semejanza del hombre con Dios deja mal parado a este personaje incapaz de hacer algo mejor.

¿Retahíla o reta – hila - piensa, como introspección vertiginosa con el acervo del vivir?

Surrealismo es arte paralelo de sentir la realidad.

La muerte le enrostra a la vida su esplendor.

Memorizar es uno de los peores resquebrajamientos de la educación. Impulso alienante, contra un pueblo que permanece indemnizado por falta de buena educación.

 

“Una palabra tuya bastará para salvarme…”, hasta cuando las palabras se agoten.

 

El niño guarda arena del castillo, para cuando sea adulto, crear un desierto.

 

La realidad es ventana por donde se mira hacia los costados, hacia adelante, mientras la parte de atrás, es decir, el fondo de la casa, es una incertidumbre, igual a la espalda que carga el mundo a cuestas sin saberlo.

 

Misántropo abre su cuerpo para mirarse a sí mismo y observa en sus entrañas un hombre que fluye en amor.

 

Buscar el paraíso en el fondo de nosotros mismos, comer manzanas, dejarnos tentar por la serpiente y vivir con intensidad toda orgia que proponga Eva, antes que llegue algún indiscreto a destrozar el hechizo.

 

“Hace cincuenta años”, frase que me suena a medio siglo, a toda una vida, a nada, a tristeza, a olvido, a mí mismo.

 

La belleza física llegará a ruborizarse de su imagen en el espejo, si no toma conciencia de la fealdad como arruga final de la vida.

 

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