Con una protocolaria “invitación” se da inicio al cuento “Turco”, suponiendo que todos los habitantes de Armenia Quindío somos caídos del zarzo o sacados con espejo, es así como se vienen cometiendo en Armenia Quindío alcaldadas, desde el espectro político y público.

Lo más reciente el viaje que hizo el burgomaestre Oscar Castellanos Tabares y su grupo de concejales, pero dejemos aún lado las presuntas conductas disciplinarias en las que al parecer incurren, las indagaciones preliminares en sede disciplinaria arrojaran los resultados en el momento oportuno como competencia de la Procuraduría General de la Nación.

Por tradición en Bogotá, existe popularmente un dicho, cuando se trata de visionar el desarrollo y proyectar la ciudad o en su menor caso una propuesta “miremos un poco más allá de Monserrate”, trasladado este dicho a la geografía quindiana “miremos un poco más allá del Alto de la Línea” surge entonces en el Quindío un cuento “Turco”, en el cual lejos están sus actores de admitir una cadena de errores, de improvisaciones o intereses mezquinos, desde la administración municipal se pontifica que este cuento “Turco” fue redactado en borrador, supuestamente por el bien de los armenios, quienes nunca fueron previamente consultados.

¡Cuántos engaños y cuánta ignorancia se pasea y levita impune en los despachos de la Alcaldía de Armenia y del mismo Concejo Municipal! Lejos estaban los armenitos de contar con grandes y visionarios empresarios, ilustres historiadores, expertos en análisis de conflictos armados del orden internacional, expertos en Derechos Humanos y un alcalde que posa de ser un gurú en marketing, después de hablar de “asistencialismo”, cuando solo contamos con hordas de burócratas disfrazados de cancilleres internacionales, desatendiendo y pasando desapercibidas las funciones exclusivas a la carrera diplomática, pero tranquilos armenitas, aquí no pasa nada, los “Turcos” protagonistas de este semejante oso internacional rendirán su versión libre y recrearan su cuento “Turco” ante él procurador, para demostrarle que no hubo afectación al deber funcional de la administración municipal.

La administración municipal de Armenia y del Quindío, está plagada de incongruencias, un sentir del colectivo de armenitas:

La Empresa Pública de Armenia E.P.A sin agua, donde para Pilatos (su administrador) si hay agua para lavarse la manos y mil disculpas ante sus usuarios, un Gobernador que no gobierna, el Alcalde no lidera, los Concejales sin control político, el ordenador del gasto no ejecuta, la C.R.Q no sanciona, el Contralor no controla, la Empresa Amable no es amable en su movilidad, muestra de ello los quince mil millones de pesos dejados de ejecutar en vigencia 2018, la ejecución solo fue del 20% y al 2019 le esperan tan solo una inversión de veintiséis mil millones de pesos, según así lo indica su gerente, situación presupuestal no tan “Amable” para Armenia, queda entonces la ciudad en riesgo de ser excluida del proyecto de ciudades Amables, todo por la incompetencia administrativa al no ejecutar los recursos del Banco Interamericano de Desarrollo BID.

Y como bálsamo para continuar soportando la incertidumbre, la desazón o el calvario que llevamos hoy los armenitas, dejo a mis lectores de esta tradicional columna de opinión, la frase del presidente estadounidense Abraham Lincoln, siempre vigilante de la ciudad en su monumento de bronce (sin placa ya hurtada), ubicado en lo alto del emblemático Parque el Bosque en Armenia Quindío “La mejor y el más grande arte en el futuro será hacer de un espacio pequeño, un lugar confortable para vivir”.

Loable discurso del estadounidense Abogado y Político (q.e.p.d), lo mejor será empacar en un guacal y regresar dicho monumento en bronce a la Casa Blanca, porque aquí en Armenia Quindío, la praxis es otra, todo gracias a las genialidades administraciones, amén de lo que ha pasado y sigue pasando en la Ciudad Milagro.

Por: Wilfer Ulises García Pinzón

Abogado & Comunicador Social Periodista

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