La mayoría ciudadanos en Colombia, creen que la responsabilidad, manejo y dirección de las regiones, está en las manos del alcalde o gobernador, tal vez en unos aspectos, pero la realidad es otra, para la realización y aprobación de sus proyectos o gestiones, requiere de otros apoyos o colaboradores básicos, que no lo nombra él, como sus asesores o secretarios (políticos), lo elige el pueblo, y son los concejales y diputados.

En esta integración, nace el éxito o fracaso del gobernante, y es donde se debe poner igual o mayor cuidado de selección, pues de escoger sin razón, con apasionamientos y a la ligera, como suelen sacar las listas con el Aval los partidos, unos repitiendo y ya cuestionados, otros como premio porque mueve masas, o porque son muy atractivos y mueve a la gente joven, otros porque son amigos claves de los partidos, aunque no sepan de lo público, el resultado puede llevar a elegir verdaderos amigos o enemigos, donde las consecuencias finales las asume, el alcalde o gobernador y el mismo pueblo, por las deficiencias y debilidades del nefasto Aval, irresponsabilidad de los partidos y por ese desconocimiento total de la ciudadanía, de lo que es el peligro o valor del Aval.

Para no repetir historias, de las deficiencias éticas y morales, de los no agradables acompañantes, de concejales y diputados, es básico seleccionar y estudiar a quien elegir bien y no tener que soportarlos durante cuatro años. Por eso es necesario, no elegir ese tipo de “líderes que con el Aval de su partido” unos cuestionados e incómodos, van en busca de sus beneficios políticos personales, donde unos o muchos de esos, ya amarrados y comprometidos negociantes, serán los posibles y fuertes enemigos destructores del gobernante de turno.

Como no se puede cuestionar la calidad de sus integrantes incómodos en las listas y encontrar ciudadanos más eficaces, se expide porque es facultad solo de los partidos, increíble. Con esto se confirma una vez más, que el famoso Aval, lastimosamente, es el arma más peligrosa, que exige y establece la ley y nuestra democracia para presentar a sus candidatos, sin importar lo que sean, confirmando el susurro callejero, de que el Aval, es la fuente de la corrupción y no independencia de millones de ciudadanos.

Si pudiéramos cuestionar o discutir, con Castigo Duro, por la irresponsabilidad de los partidos y sus Comités de Ética, de los daños hechos por otorgar Avales a ciudadanos cuestionados, seguramente hoy tendríamos, otro procedimiento, donde se podría ver esa ventana abierta de cambios soñados. Pero no se tiene todavía, por ese mismo silencio o manipulación de los partidos, de lo que es o esconde el famoso Aval.

Con una Democracia Disimulada, Sin Control, Ni Justicia, con Pérdida De Valores, acompañado de los vacíos, pereza y rechazo de parte de la ciudadanía a lo público, la historia muestra, como unos lideres con el Aval respectivo, se fijan y ven lo público como una oportunidad enorme para Lucrarse Económicamente, por esos vacíos estructurales que existen y protegen, pero que no quieren cerrar ni eliminar.

Con historias de equivocaciones, cansancio a los partidos, rechazo a gobernantes, un Pueblo que busca y lucha por zafarse de ese yugo corrupto, es el momento en que, Nuestra Constitución o Sistema Democrático cambie, no ser tan cerrada y dejar de ser solo para proteger intereses políticos y personales, maquinarias económicas y de bolsillo, ejemplo, de los varios en Colombia, El Quindío es uno de ellos, pues de seguir así, con el requisito del Nefasto Aval,  nuestra democracia, no está hecha para cambios, donde difícilmente, ellos, No Corregirán las deficiencias, cerrando aún más, los caminos De Esperanzas y Cambios en Colombia y sus regiones.   

Un pueblo cansado, dividido, fatigado de tantos incumplimientos, mentiras y engaños, Porque tenemos que castigar atando en forma obligada a nuestras regiones y ciudadanos, a ese protocolo o requisito del Aval ¿Qué otorgan y dan los Partidos Políticos y líderes Cuestionados a cualquier ciudadano sin conocimiento?  

De continuar así, con ese Nefasto Aval, será incalculable el daño que seguiría afectando a las regiones y nación, que, a la loca, sin control sin responsabilidad de los partidos, generarán la posibilidad en muchos de los elegidos, como sucede hoy, ser las Fuentes de la corrupción local y la no posibilidad de disfrutar de ciudadanos-líderes que aman y puedan construir en sus regiones, limpia y sanamente.