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Columnistas  |  19 agosto de 2019  |  12:00 AM |  Escrito por: Christian Ríos M.

Reflexión Bicentenaria

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Christian Ríos M.

Colombia en este mes de agosto celebró 200 años de vida republicana e independiente; mas exactamente, el 07 de agosto de 1819 las tropas libertadoras al mando del General Simón Bolívar dieron la estocada final a una difícil y compleja campaña libertadora que se inició el 11 de junio de 1819 en Tame, municipio actualmente del departamento de Arauca, donde se encontraba el General Francisco de Paula Santander con 1600 hombres de infantería aproximadamente y 600 hombres de caballería.

Este día inicia una difícil tarea, era la de efectuar una consolidación de tipo militar sobre Santa fé de Bogotá epicentro del virreinato de la nueva granada, entendiendo Bolívar como Santa fé representaba el corazón andino más importante para los españoles ya que ahí residía el mando, el poder y la representación política, militar, económica y administrativa de España sobre toda la zona norte de sur América, era en Bogotá donde recaía en los hombros del Virrey la representación de Fernando VII en tierras americanas y quien para ese entonces fungía con ese título Juan de Sámano. Si se tomaban Santa Fé, el virreinato de la nueva granada al que pertenecían las antiguas colonias españolas de la Capitanía General de Venezuela y la Real Audiencia de Quito se derrumbarían en un efecto domino en favor de las tropas patriotas.

Datos básicos de nuestra historia que cualquier colombiano que se digne ser ciudadano de esta república bicentenaria debería de conocer, pero no es así, en aulas de clase me he encontrado con la no grata sorpresa de que la juventud colombiana no sabe, no conoce y peor aún, no les interesa saber porque somos república, de dónde venimos y porque existimos, con un agravante más preciso, la soberbia de nuestros millennials –término usado en inglés para referirse a los nacidos en este siglo XXI- o más conocidos como la generación “Y” se creen saberlo todo porque cuentan con un aparato electrónico con señal de internet ilimitado –pagado pos sus padres- con el cual pueden consultar de forma rápida a un santo llamado google para salvar o saldar cualquier duda, pero, solo por consulta del momento mas no por estudio, análisis, capacidad de síntesis, lectura crítica y analítica de acontecimientos que son pilares fundamentales sobre los que recaen los fundamentos del Estado Colombiano.

Esto es desde la academia, pero también me he encontrado con “ciudadanos” del común en el que no saben que sucedió en la batalla de Gámeza o en la batalla de pienta desarrollada el 4 de agosto de 1819 conocida también como la masacre de Charalá; o que la entrada triunfante y victoriosa a santa fé del ejercito libertador fue el 10 de agosto de 1819. Son datos históricos y hazañas que con sangre, machete y fuego fueron construyendo nuestra independencia definitiva surgiendo así la naciente república.

Pero si esto no es poco, dentro de un gran trabajo de campo que vengo haciendo sobre memoria histórica y cultura política me he encontrado con respuestas absolutamente absurdas e increíbles, desafiantes y groseras; como por citar unos ejemplos, al preguntársele a un señor oriundo de Palmira con una edad entre 50 y 55 años sobre Antonia Santos Plata, no dudó en responder con otra pregunta: ¿mínimo es familiar del presidente Juan Manuel Santos?; al preguntársele a un joven universitario en Bogotá que acababa de venir de una protesta estudiantil –de esos que salen a gritar por la reclamación de derechos con capucha y demás - sobre la participación de la legión británica en la campaña libertadora su respuesta fue contundente y enérgica: “Ni idea y no me pregunte bobadas”, pero al yo insistirle para que por lo menos me dijera el nombre del Coronel que comandaba la legión británica su respuesta fue aún más determinante y desafiante: “no pregunte maricadas”

A raíz del proceso de paz venimos hablando de memoria histórica pero no la reconstruimos desde “la memoria heroica de la Republica”, hay un gran desconocimiento de lo que nos identifica y lo que nos dio la oportunidad de salir de un control extranjero para autogobernarnos, la búsqueda de esa libertad republicana costo mucho sacrificio y por honor a estos héroes patriotas independentistas merecemos su recordación eterna.

Honor y gloria para los patriotas libertarios que dieron sus vidas por la Republica, está prohibido olvidar si queremos por lo menos redefinir la unidad nacional con la identidad de lo que somos y de lo que podemos ser capaces de hacer cuando se trabaja de forma mancomunada. Atacar la ignorancia es lo más difícil y más en una sociedad donde la juventud se pierde entre la falta de oportunidades y la falta de su mismo interés por salir adelante, por eso mi reflexión bicentenaria va encaminada a que, si queremos hacer de ésta una gran nación, es necesario que empecemos por conocernos: “Nadie ama lo que no conoce por eso no se identifica y mucho menos defiende”. Desde la academia se hace un trabajo grande, pero es insuficiente, es necesario la integralidad de los demás sectores y especialmente del interés particular e individual de cada persona. Si queremos superar el hoy debemos aprendernos de memoria el ayer.

 

 

Christian Ríos M.

Politólogo Internacionalista de la Universidad Militar Nueva Granada.

Twitter: @CHRISTIANDAES6

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