Esta semana en el medio de comunicación El Quindiano, aparecieron dos retadores artículos. El primero, redactado por su equipo de edición web, que señalaba: “Armenia y el Quindío, sin oposición: ¿Quién hará el control político?”. Y el segundo, del columnista Fernando Rojas Arias, que se dolía en un sarcástico modo, de que el Quindío fuera tierra de ineptos e ignorantes, al no registrar en alguien del terruño, el nombramiento de tres altos funcionarios de la gobernación.

Primero, como Secretario Jurídico y de Contratación al abogado José Fernando Ramírez Castaño oriundo de Filadelfia Caldas, con experiencia como Fiscal Delegado de la Fiscalía General de la Nación ante Jueces Municipales y Promiscuos y como contratista del Hospital Geriátrico San Isidro; Segundo, como gerente de la Promotora deVivienda, al Ingeniero Pablo César Herrera Correa, manizaleño con experiencia como Director Técnico del Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Manizales; Tercero, como Secretaria de Educación, a la profesional en el área Liliana María Sánchez Villada, manizaleña también, con experiencia en la gobernación del Risaralda como Secretario de Despacho.

Y tiene razón Fernando Rojas. Según el gobernador Roberto Jairo Jaramillo, su equipo de gobierno llegaría en avión y no en carretilla. Curiosa manera de descalificar el recurso humano local, pero justificada forma de pagar el apoyo del partido liberal, encabezado en esta ocasión por el senador, pacoreño de nacimiento, Mario Alberto Castaño Pérez, presidente de la Comisión IV de presupuesto del Senado de la República, miembro de ese partido en la oposición que vino a redimir el Quindío de ese “venir en carretilla” que nos caracteriza, trayendo al gobierno “en avión”, unos personajes desconocidos en la región amigos de la “Casa Gaviria” para fabricar, mediante sus “buenas relaciones en Bogotá”, una candidatura presidencial o algo similar para Simón Gaviria, ese predestinado delfín que se nos quiere meter por los ojos (y quién sabe de qué otra forma) con el argumento que se está trabajando en beneficio del Quindío.

Lo que no se sabe es cómo un senador que obtuvo 1.600 votos en el Quindío logró ayudar de tal manera al gobernador Jaramillo para tener una significativa cuota en el gabinete departamental.

El primer artículo, dice que no habrá control político. Le faltó al Quindiano decir que no lo habrá desde el Concejo o desde la Asamblea Departamental. Parece que las cosas ya se arreglaron, casi todos los nombramientos están hechos y se avecinan los demás, autorizados, el alcalde, por el Concejo Municipal y, el gobernador, por la Asamblea Departamental. El gran ganador de las elecciones fue el Partido Liberal, ese que viene gobernando e imponiendo las nefastas costumbres políticas que tenemos hace treinta años, el mismo de los ya mencionados Senador Castaño, el Delfín Simón y de la “Casa Gaviria”.

Sí vamos a hacer control político, mi querido Germán (director de El Quindiano). Lo vamos a hacer con seguimiento individual de cada uno de los funcionarios de la administración. Hemos pensado en constituir una especie de “Gabinete a la Sombra”, al estilo del mecanismo inglés, no promovido por un partido en la oposición, sino por un grupo de ciudadanos reunidos en un movimiento que defiende los intereses de la ciudad y el departamento, que controla que los programas con los que fueron elegidos los gobernantes se cumplan, que denuncia las desviaciones y malos manejos que se produzcan y que apoya las buenas actuaciones de los gobiernos municipal y departamental.

Pronto habrá noticias sobre esta iniciativa ciudadana. Por ahora, basta decir que estamos dispuestos a trabajar por nuestra región, que vamos a servirle y que intentaremos por todos los medios que la corrupción rampante que hemos vivido se denuncie a voces altas para que los entes de control, la Justicia (la verdadera) y la Sanción Social actúen para construir con bases sólidas la Armenia y el Quindío de nuestros hijos.

Luis Fernando Jaramillo excandidato a la Alcaldía de Armenia conformará una inciativa ciudadana para trabajar y servirle a la región. El objetivo principal: Denunciar la corrupción.