Por: Émerson Castaño

Los estudios previos que dieron como resultado contratar una agencia de comunicaciones que divulgara los resultados de gestión del gobierno departamental, evidenció asuntos interesantes que prevalecen en el gobierno de Roberto. Se trata entonces que ellos se dieron cuenta de la incapacidad de sus funcionarios (adscritos a la oficina de comunicaciones) sin la idoneidad ni la capacidad para diseñar un plan de medios con el fin de informar debidamente a cada uno de los ciudadanos del departamento del Quindío.

“…teniendo en cuenta que la Dirección de Comunicaciones es una dependencia adscrita a la Oficina Privada del Departamento del Quindío, que tiene funciones específicas en el cumplimiento de Plan de Desarrollo, entre las que se encuentra tomar las medidas conducentes para darle cumplimiento al objetivo especifica antes mencionado, esta dirección es la encargada de liderar la política de comunicaciones del Departamento para promover el cumplimiento de la socialización y divulgación de los actos de la Administración Departamental con la comunidad de los 12 municipios, no cuenta con una capacidad operativa que le permita llegar a un amplio porcentaje de la población”, argumentó el jefe de la Oficina Privada Jorge Hernán Zapata Botero.­–Ver estudios Previos–.

Tres años después de un gobierno cuestionado por el pacto secreto que tenía con el corrupto senador Mario Castaño, se dieron cuenta que no podían informar a la ciudadanía de sus actos de gobierno. Con lo citado arriba, existe importante evidencia para que los órganos de control investiguen el caso no por el valor del contrato (junto con su adición) sino porque durante todo este tiempo no estaban garantizando el derecho de los ciudadanos a ser informados.

Luego el gobierno departamental no tenía absolutamente nada positivo para informar. Entonces la oficina de comunicaciones no iba a comunicar el desastre presentado en el programa de alimentación escolar (PAE), ni tampoco iban a tener los suficientes pantalones para informar que el gobierno departamental había guardado silencio mientras se robaban la plata al interior de las oficinas de “Proyecta”, antigua “promotora de vivienda y desarrollo del Quindío”. Luego tenían que hacer algo. Supongo que un día cualquiera pensó Roberto: “si sumamos algunas cifras aportadas por el gobierno de mi amigo y hermoso Duque, nos da como resultado un “billón de pesos”. La idea del tipo era cacarear con huevos ajenos.

Los escuálidos cerebros de la gobernación, desconocían cómo divulgar la información. Pero sí sabían cómo contactar una agencia experta en crear propaganda y que les ayudara con la noticia “La gobernación del Billón de pesos”.

Para el mes de mayo (del presente año) la empresa Sintoniza Medios S.AS., había firmado el contrato por un valor $911.641.505,00. A ellos los contrataron para hacer su trabajo. Cuya misión consistía en convertir la cifra del billón de pesos en un instrumento de propaganda con el objeto mejorarle la imagen a Roberto. El poder de los medios consiste en convertir microbios en monstruos. Adicional a la anterior cifra, para la fecha del 10 octubre les adicionan $455.820.752.–Ver contrato con adición–.

Todo se trató de una propaganda bien lograda para engrandecer el narcicismo del mandatario departamental, y se dejó de lado informar objetivamente a los 12 municipios del Quindío. “El gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas ha sido artífice en la consecución de un billón de pesos que están generando la mayor bonanza de todos los tiempos”, dijo EL TIEMPO. Debo de reconocer lo inteligente que fueran al construir la apuntada frase. Ahora, fallaron porque utilizaron medios que no impactaron en los ciudadanos de los municipios quindianos. Para demostrarlo, hicieron uso del diario EL TIEMPO para llegar a cada uno de los ciudadanos, pero los ejemplares a distribuir en los municipios de la cordillera no superaron más de 15 unidades. Además, los que accedieron al periódico impreso, era porque contaban con el dinero para adquirirlo o, la suscripción se lo permitía. Se le olvidó a Roberto que un gobierno transparente debió de haberle facilitado de manera gratuita el informe de gestión a cada uno de los ciudadanos para que entendieran qué significa “la gobernación del billón de pesos”.

La candidata del gobernador tiene el terreno abonado para crear propaganda política: “Queremos otro gobierno del Billón de pesos”, dirá.