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Política  |  01 noviembre de 2023  |  08:19 AM |  Escrito por: Administrador web

ANÁLISIS. Del “trapo rojo” al chiro descolorido en el Quindío

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Miembros del Directorio Departamental Liberal y sus dos parlamentarias

Simultáneamente como se van confirmando los resultados de las elecciones regionales del pasado domingo, también se van desvelando las consecuencias de estos, especialmente en la que se consideraba orgullosamente la primera fuerza política del Quindío: el partido Liberal.

La caída del liberalismo en esta región del país no solo es porque sus candidatos a la gobernación y la alcaldía de Armenia, los que eran sus principales cartas, no lograron la victoria, sino que sus votaciones fueron pírricas, no lograron sino una alcaldía en el Quindío, la de Génova, y perdió una curul en la asamblea, datos que preocupan a una colectividad que se jacta de tener actualmente a dos de los tres representantes a la Cámara por el Quindío: Piedad Correal Rubiano y Sandra Bibiana Aristizábal Saleg.

Sin embargo, si se desglosan las cifras se evidencia que la jornada fue mucho más que desastrosa, así los simpatizantes y directivas el pasado 10 de julio en la entrega de avales hayan agitado furiosamente el “trapo rojo” en el Salón Colombia del Armenia Hotel, enviando a sus rivales y electores un supuesto mensaje de unidad y fuerza que no se vio materializado el pasado 29 de octubre.

¿Pero cuál fue la causa de la derrota del partido Liberal en el Quindío? Pues fueron varias, y aquí EL QUINDIANO entrega algunos detalles.

Entrega de los avales

Desde finales de 2022 comenzó en el interior del Directorio Departamental una lucha con escasas garantías por la entrega de los avales, especialmente para la gobernación. Un foráneo, Atilano Alonso Giraldo Arboleda, quien fue por tres periodos congresista de Cambio Radical, CR, se fue metiendo poco a poco y desplazó las intenciones de liberales de base como Jorge Hernán Gutiérrez Arbeláez, a quien no le alcanzó para convencer a sus directivas de que debía ser el elegido por descender de veteranos dirigentes rojos y haber sido diputado por tres periodos en representación de su colectividad.

Una encuesta, con reglas y resultados dudosos, determinó que Atilano fuera quien llevara las banderas, decisión que aumentó el fraccionamiento progresivo del partido por más de seis meses de ‘tira y afloje’, así en el Salón Colombia todos se mostraran felices y unidos.

Se dice que más que una encuesta, lo que determinó el aval a la gobernación fueron unos acuerdos entre las dos representantes, Piedad y Sandra Bibiana, para sacar de la pelea al grupo del gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas. La implosión de la colectividad era inminente.

Aunque con el aval a la alcaldía de Armenia no hubo tanta polémica con el nombre de Álvaro Arias Velásquez, lo cierto es que ese mismo día, varios de los que recibieron el aval rojo llegaron ya comprometidos con otras candidaturas a la gobernación y la alcaldía de la capital quindiana. La división ya estaba consumada y la dupla PAPA, Jorge Ricardo Parra Sepúlveda y James Padilla García, los candidatos  de César Augusto Pareja, ‘Toto’, ya había encantado a varios rojos.

Delegado de la Dirección Nacional con los candidatos a alcaldía y gobernación

Candidatos con reparos

Dentro del partido Liberal, el nombre de Atilano Alonso Giraldo Arboleda desde el principio no fue bien recibido por las bases del liberalismo quindiano. Se dieron amagues de rebeldía, pero todo quedó solo en esporádicas pataletas de algunos integrantes, y se guardó silencio.

Giraldo Arboleda, tío de César Augusto Pareja, ‘Toto’, y quien ha sido rival del liberalismo en las últimas elecciones, generó escozor entre muchos liberales, mientras que en otros propició espacios para buscar alternativas más seguras, como por ejemplo la candidatura de Jorge Ricardo Parra Sepúlveda, exintegrante del liberalismo, y que se perfilaba como la más firme opción para llegar al edificio de la plaza Bolívar.

La imagen de Atilano, que quiso desmarcarse de su sobrino, no es de las mejores en el departamento. Poco que mostrar durante sus tres periodos en la Cámara de Representantes, y una figura que, a pesar de ese paso por el Congreso, es poca conocida en los sectores más populares. Lejano de los medios de comunicación durante esos 12 años, sin presencia ni interacción en sus redes sociales, reacio a la hora de rendir cuentas y desconectado con los ciudadanos, fueron elementos que jugaron en su contra, hecho que se unió al rechazo dentro de la misma colectividad que lo avaló.

Por su parte, el nombre de Álvaro Arias Velásquez se perdió en los últimos cuatro años, aunque estuvo sentado en una curul en la asamblea, pasó sin pena ni gloria. Prueba de ello es que su campaña se basó solamente en sus logros de cuando fue secretario de Educación, especialmente en el gobierno municipal de Luz Piedad Valencia Franco, y hubo una ausencia total para publicitar su labor corporativa, de control político y propuestas en la duma, pues sencillamente no era la más destacada.

A Arias Velásquez se le relaciona fuertemente con la exalcaldesa Luz Piedad Valencia Franco, elemento que también le jugó en contra, y fue absurdo creer que con solo agitar el “trapo rojo”, argumentando que el Quindío es liberal, bastaba para ser los ganadores. En general, hubo aspectos internos y externos que afectaron las campañas, las que nunca se articularon, como se observaba claramente en sus piezas publicitarias: cada uno por su lado.

El aval para Álvaro Arias a la alcaldía de Armenia

Las congresistas, sin protagonismo

El 13 de marzo de 2022, el partido Liberal fue la colectividad más votada en el Quindío para la Cámara de Representantes con 38.449 votos, por lo que logró dos curules con los nombres de Piedad Correal Rubiano, impulsada por los amigos del gobernador Jaramillo Cárdenas, y que sumó 16.915 sufragios, y Sandra Bibiana Aristizábal Saleg, exgerente de Telecafé, con 11.694 tarjetas a su favor. Relegado quedó Luciano Grisales Londoño, quien anhelaba su tercer periodo en la Cámara, pero que solo sumó 6.441 votos.

Desde esa fecha, poco se ha sabido de las dos representantes, solo sus declaraciones durante la entrega de los avales para las elecciones de 2023, y su liderazgo ha sido poco en el Congreso, en donde se debaten las reformas del gobierno de Gustavo Petro, las que han tenido tropiezos y le han generado un desgaste a la administración central y a la imagen del presidente del cambio. Su representación y gestiones en el Legislativo no han llegado de manera efectiva a los ciudadanos, por lo que su aporte para impulsar a sus candidatos no tuvo mayor impacto entre el electorado. Atilano, el candidato de Piedad, perdió; y Parra, el supuesto candidato de Sandra Bibiana, también perdió.

¿Y el Directorio Departamental?

Con el proceso de entrega de avales, el Directorio Departamental del Partido Liberal pareció estar sin timonel, pues el titular estaba más concentrado en su campaña al concejo que en direccionar y liderar a su colectividad en las elecciones regionales.

Diego Fernando Torres Vizcaíno fue candidato al concejo, al que pretendía retornar, objetivo que no cristalizó. De los 16.868 votos que contabilizó la lista del partido Liberal al concejo de Armenia, Torres Vizcaíno, un exconcejal y titular del Directorio Departamental, solo pudo tener 572 sufragios -muy por debajo de hace cuatro años cuando tuvo 1.926-, una pobre votación que no compensa el haber sacrificado su labor de apersonarse de las listas y candidatos liberales en el Quindío para las elecciones del pasado domingo. Quizás ello le habría brindado más satisfacciones y por tanto una mejor suerte para el ahora herido liberalismo quindiano.

Todos los candidatos que recibieron aval, el día de la repartición de esta patente liberal

Listas, sin liderazgos

A excepción de contados nombres, las listas del liberalismo, especialmente a la asamblea del Quindío y el concejo de Armenia, no contaron con nombres que motivaran a los votantes.

Aunque el partido Liberal mantuvo su representación en el concejo de la capital quindiana, de 4 curules, y fue la lista más votada, la votación se redujo con respecto a las regionales de 2019, cuando se contabilizaron 18.071 sufragios, contra los 16.868 de 2023.

Hace cuatro años, la votación de la lista la lideró Jhon Fredy Cerón Rojas con 2.632 votos, seguido por Cristhian Camilo Fernández Morales, 2.514; John Édison Echavarría Barreto, 2.266 y Jhonny Leandro Vargas Sánchez con 2.166, quienes al final lograron escaño en el cabildo.

En 2023, Cerón Rojas aspiró a la asamblea, por tanto, Fernández Morales ha punteado la votación de la lista con 3.344 sufragios, ofreciéndole un crecimiento interesante, a quien aspira ser el candidato oficial del liberalismo a la alcaldía de Armenia en las elecciones de 2027. Mantuvieron su curul Echavarría Barreto, 2.129, y Vargas Sánchez, 2.085, mientras que la hija del exalcalde Óscar Castellanos, Estefany Castellanos Muñoz, se quedó con el cuarto puesto en el cabildo, con 1.926 sufragios. No le alcanzó a Jhon Harold Marín Villamizar, 1.754, y menos, como se relacionó anteriormente, a Torres Vizcaíno.

No fue representativa la votación de varios aspirantes, particularmente de un candidato del que se esperaba más: Óscar Julián Osorio Arbeláez, exconcejal, a quien se le configuró inhabilidad en 2008 y perdió su curul, e hijo de la exgobernadora Amparo Arbeláez Escalante, solo llegó a 575 votos, por tanto, el grupo que lidera la exmandataria no pudo aceitar su influencia en beneficio de su candidato.

En el caso de la asamblea, el liberalismo redujo su votación y perdió una curul con respecto a hace cuatro años. En 2019, el partido fue la mayor fuerza para la asamblea con 44.140 tarjetas marcadas a su favor, mientras que en este 2023 se relegó al segundo puesto, por debajo de la lista de Cambio Radical-Mira, con 33.286, es decir 10.854 votos menos. Esta cifra, es además menor a la que logró la lista a Cámara del año anterior, que, si bien son elecciones disímiles, para el caso sirve de referencia, pues los liberales regionalmente llegaron a 38.449 votos.

En 2019, las curules rojas fueron con Armando Aristizábal Saleg, hermano de la actual congresista Sandra Bibiana, que tuvo 10.921 votos; Rodrigo Alberto Castrillón, 7.286, y Jorge Hernán Gutiérrez Arbeláez, con 7.135. En este 2023, al partido solo le alcanzó para dos con el ascendido Cerón Rojas, candidato de la familia Aristizábal Saleg, con 5.880 votos, y Castrillón que, a pesar de ver reducido su caudal, tuvo 5.815, pudo estar por encima de Gutiérrez Arbeláez, 4.526 votos, quien parece que el desgaste de su precandidatura a la gobernación le pasó factura o lo disminuyó ante su electorado. No materializó estrategias como la de convocar a las tarimas a congresistas como el senador antioqueño Juan Diego Echavarría, cercano a Julián Bedoya Pulgarín, y se le vio con la representante quindiana Aristizábal Saleg, aunque el titular a la duma de ella fuera el exbombero Cerón Rojas.

Desconcertó la votación de Jorge Alberto Isaza Garay, 2.565 sufragios, quien reemplazó a Fáber Giraldo en la lista, relegado por quebrantos de salud, pues el profesional del agro contaba con el trabajo de los amigos del excongresista Luciano Grisales Londoño y su padre Samuel, reconocido líder liberal y que se puso la camiseta por su pupilo. La campaña de Isaza Garay fue de las más disciplinadas con el partido y se vio apoyando a los candidatos rojos en el departamento, entre ellos a Atilano y Álvaro Arias, a diferencia de otras que se abstuvieron de posar con sus copartidarios.

Solo una alcaldía, Génova

Los liberales solo se alzaron con una alcaldía de las 12 del departamento. Diego Fernando Sicua Galvis, que contó con el aval del partido Liberal, Nuevo Liberalismo, Colombia Justa Libres y Conservador, se llevó la alcaldía de Génova, el que sería el único triunfo de los rojos en una de las administraciones locales.

Perdió con Jorge Iván Avendaño en Calarcá; Jhon Mario Liévano Fernández en Circasia; Luis Fernando Marín Londoño en Córdoba, María del Carmen Castaño Sierra en Filandia, Javier Cardona en La Tebaida; Mónica Andrea Botero Arias en Montenegro; Jaime Andrés Pérez Cotrino en Quimbaya y Gabriel Alonso Gaviria Albornoz en Salento, un reporte que debe preocupar a la colectividad que muestra una tendencia a la baja en su representación, generada por antecedentes que han decolorado las ideas liberales y su filosofía.

Los electores, no olvidan

Todo lo anterior se puede complementar con una serie de episodios que los quindianos no olvidan. El partido Liberal ha avalado candidatos de muy lamentables recuerdos, comenzando por los exmandatarios Luz Piedad Valencia Franco y el ya fallecido Carlos Mario Álvarez Morales, y el escándalo de la valorización. Igualmente, no se olvida los mandatos de David Barros Vélez, prófugo de la justicia, y de la destituida exgobernadora Amparo Arbeláez Escalante, así como el episodio del actual gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas con el condenado exsenador caldense Mario Castaño y los respectivos contratos con Proyecta.

Las explicaciones de la debacle del partido Liberal en el Quindío están en evidencia: malas administraciones, falta de liderazgo, luchas internas, desorganización y desconexión con la ciudadanía, pues su militancia aún permanece en la dimensión donde se agitaba el “trapo rojo” y con solo ello juntaban votos, cuando en la actualidad las banderas intensas del liberalismo son un chiro, el que luce ajado por tantos desaciertos de sus integrantes.

 

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