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Política  |  03 julio de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

¿Por qué renunció el alcalde Carlos Mario? Detalles de una jugada política

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Por Germán Rojas Arias

Director de El Quindiano

La renuncia del alcalde de Armenia Carlos Mario Álvarez Morales el pasado jueves 28 de junio, tiene un origen absolutamente político, con beneficios judiciales. La dimisión se presentó después de una reunión que sostuviera el senador liberal de Antioquia Julián Bedoya con el expresidente de esa colectividad y director de la misma César Gaviria Trujillo, a la que también asistió el representante a la Cámara por el Quindío Luciano Grisales Londoño. En esa reunión, Gaviria les dejó claro que los nombres para la terna para la alcaldía de Armenia, en reemplazo de Álvarez, no los pondría en su totalidad este grupo de congresistas, sino que se atendería también otros sectores de la colectividad. En otros términos, la terna no sería solo de Bedoya y Grisales.

El dúo que apoyó desde la alcaldía Carlos Mario Álvarez en las elecciones pasadas, comprendió que eso significaba que el alcalde para terminar el período de Álvarez no sería de su resorte. Fue así como discutieron la situación y decidieron que lo mejor para sus intereses políticos y personales era que Álvarez renunciara irrevocablemente al cargo, ese mismo día, se recogiera la carta y se le entregara al gobernador. Con esta estrategia, se lograba que se convocara a elecciones para elegir alcalde, lo que era altamente beneficioso para Bedoya y Grisales, pues no solo tenían los recursos económicos, sino que contaban con la misma estructura de las elecciones pasadas, que aún yace en la alcaldía de Armenia a través de los contratos que se firmaron en febrero pasado y que le costaron al fisco municipal cerca de $12.000 millones. Y, de paso, Álvarez podría dejar de ser un peligro, al no ser alcalde, para el proceso que se adelante contra él en la Fiscalía, y pedirían, nuevamente, casa por cárcel.

Por esta razón, unos minutos después de que la esposa del alcalde Álvarez, la señora Luz Patricia Loaiza, entregara un facsímil de la carta al gobernador, el senador electo de Antioquia Julián Bedoya sacó una carta dirigida al gobernador, pidiéndole que aceptara de inmediato la renuncia del alcalde. Y también lo hicieron los concejales que han acompañado esa misma fórmula, y diputados y otros sectores del mismo grupo electoral.

El argumento de Bedoya y Grisales, de los concejales y diputados y otros grupos adheridos a esta causa es que de no aceptarse la renuncia el pasado viernes 29 de julio y convocarse a elecciones, la alcaldía quedaría en manos de la exalcaldesa Luz Piedad Valencia, por vía del expresidente Gaviria y el propio gobernador del Quindío Carlos Eduardo Osorio, quien sería el nominador de uno de los nombres de la terna que pondría Gaviria. Y que dicho alcalde entraría a torpedear la investigación que tiene la Fiscalía contra Valencia y su esposo y, de paso, hundiría al exalcalde Álvarez Morales. He aquí la utilización del miedo, otra vez, como estrategia política.

Lo cierto de todo esto es que Bedoya, Grisales y Álvarez, en la cárcel este último, no quieren perder el poder en la alcaldía, pues este les asegura una enorme rentabilidad electoral y seguridad jurídica. Por eso, y ante la negativa de Gaviria de aceptarles una única terna a ellos, lo mejor para sus intereses son las elecciones.

Hoy martes no se sabe si hubo un acto administrativo el viernes pasado aceptando esa renuncia, lo que está en duda por las palabras que pronunció el gobernador Osorio Buriticá al cierre de la jornada el viernes, en la plaza Bolívar, en el sentido de no dejarse presionar por nadie en esta decisión.

De haber habido dicho acto administrativo, se tendría que convocar a elecciones, lo que le valdría al país cerca de $3.000 millones de pesos, y se harían en unos dos meses y medio. Se enfrentarían en esa batalla las huestes de Bedoya, Grisales y Álvarez contra las de Sandra Paola y Atilano, que ya tienen candidato, con un eslogan populista: devolver la plata de la valorización. Y podrían ganar, y ahí, vendrá el caos, en 16 meses, peor que el que se vive actualmente. Otros sectores participantes en la contienda no tendrían las mismas condiciones que los anteriores, y contarían solo con el voto de opinión.

La otra opción es que se acepte la renuncia a partir de hoy o cualquier otro día de este mes (el gobernador tiene, legalmente, 30 días para aceptar o no la renuncia), que no se convoque a elecciones y se espere la terna del partido Liberal para elegir de ella un alcalde que termine el periodo. Si la terna no es idónea, si contiene nombres que no sean transparentes, honestos, viciados por la corrupción, el gobernador tiene la potestad de no aceptarla.

La mesa está servida para hoy, un día que tendrá más atención el partido de la selección Colombia contra Inglaterra, en el mundial de fútbol Rusia 2018, que el asunto político regional. Sin embargo, los ciudadanos esperan que hoy se conozca sí se aceptó la renuncia al alcalde con fecha del 29 de junio, para ir a elecciones; o se aceptará hoy o esta semana, para elegir alcalde de una terna.

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